skip to main content
Oregon State University
Special Collections and Archives
Research Center

Latinos en Oregón Oral History Collection / Colección de Entrevistas Orales, 2015-2017View associated digital content.

The Latino communities across Oregon have a rich and diverse history and have contributed greatly to the state's identity. The Latinos en Oregón project is dedicated to collecting and preserving the life stories of different Latino communities throughout Oregon.

Resúmen: Las comunidades latinas en Oregón tienen una historia profunda y diversa y han contribuido mucho a la identidad de nuestro estado. El proyecto Latinos en Oregón se dedica a la recolección y preservación de las voces y las historias de las comunidades latinas difernetes en Oregón.

ID: OH 032
Extent: 80.0 gigabytes
Scope and Content Notes
Biographical / Historical Notes
Arrangement
Acquired: 2015. Additions are expected / Se esperan adiciones.
Languages of Materials

Container List

Series 1: Jefferson County / Serie 1: Condado de Jefferson, 2015 Add to Shelf

16 entrevistas (13 personas entrevistadas, algunas en parejas); Madras, Culver, y Metolius, Oregon

El Proyecto: Las comunidades latinas en Oregón tienen una historia profunda y diversa, y las nuevas generaciones continúan contribuyendo en gran medida a la identidad del estado. Latinos en Oregón es un proyecto dedicado a la recolección y a la preservación de las voces y las historias de comunidades latinas en Oregón.

15 de las entrevistas del condado de Jefferson están disponible en el internet (10 en audio y 5 en video e audio)

Item 1: Ana Gómez: Sobre la historia del programa Juntos, el 19 de mayo del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Entrevista (video) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: Ana Gómez habla sobre la historia del programa Juntos en Oregon State University (OSU). Gómez explica que el programa empezó en la Universidad de Carolina del Norte y que el programa de 'Open Campus' para OSU lo adaptó para la comunidad en Madras, Oregón, en donde el programa inició. Ella habla de los primeros líderes del programa, cómo empezó a expandirse, la administración financiera del programa, y el apoyo de la universidad para Juntos. Gómez comparte su posición como coordinadora del programa, la historia del crecimiento de Juntos a través de los años, y la estructura administrativa del programa que es basada en las regiones del estado. Gómez también comparte que Juntos está diseñado para que las familias no sólo participen pero que también sean líderes en sus propias comunidades. Y, ella habla del impacto positivo del programa para las familias. Gómez entonces habla de varios temas incluyendo: los clubs de Juntos, los viajes con las familias a las universidades locales, y específicamente del día de Juntos en OSU, el 2 de mayo del 2015. Gómez entonces recuerda y relata el proceso de introducir el programa a la comunidad, y ella explica cuales fueron algunas de las dificultades en introduciendo el programa y como las superó. Ella habla del crecimiento del programa por todo el estado, incluyendo que una comunidad de nativo americanos adaptó el programa. Luego da su perspectiva sobre sus experiencias con el racismo contra el programa de las comunidades locales y de OSU, pero también da ejemplos de las reacciones positivas. Para concluir la entrevista, Gómez describe que significa Juntos para ella, que ha aprendido de la experiencia del programa, planes para su futuro profesional y el futuro del programa, y sus sueños para el futuro de Juntos.

Extent: 00:45:46 (audio) y 00:45:50 (video)
Language: español / Spanish
Item 2: Ana Gómez: Gira de lugares significantes para la comunidad latina en Madras, Oregón, el 6 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: En esta gira Gómez, coordinadora del programa Juntos en Madras, Oregón, habla de varios lugares en Madras que son significante para la comunidad latina incluyendo un parque, la biblioteca, una bodega/restaurante mexicano, y un mercado mexicano.

Extent: 00:12:57 (audio)
Language: español / Spanish
Item 3: Varias Personas: Comidas de la comunidad latina en Madras, Oregón, el 25 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: En una reunión de varios miembros de la comunidad de Madras, Oregón, individuos hablan de sus recetas tradicionales y comidas de Latinoamérica. Ana Gómez comparte el plátano de Colombia; Alejandrina Olivas describe su proceso de cocinar costillas en chile guajillo y arroz rojo; Brenda Gutiérrez relata su receta de 'chicken salad' con tostada; y Adriana Talavera habla de sus chiles rellenos con arroz y frijoles. Alejandrina y Liberto Olivas comparten información sobre el dulce de tamarindo y Ana Gómez habla sobre varios dulces colombianos. María Antonia Botero describe su proceso de freír plátanos. Varios individuos hablan sobre temas incluyendo: el burro / burrito, los tacos, la tortilla, el pozole, diferencias entre los gustos de la comida latina tradicional y los gustos de la comunidad anglo, el maíz y el uso de la cal, las tortillas, y quesos. Para concluir, hablan de restaurantes latinos en Madras y la reacción de las comunidades del pueblo, y también comparten información sobre mercados mexicanos y bodegas anglos con comidas 'hispanas.'

Extent: 00:38:39 (audio)
Language: español / Spanish
Item 4: Jaime Hernández y Nicolasa Torres, el 25 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: Ambos hablan de su niñez, y aunque pobres, de lo bonita que fue. El señor Hernández relata su experiencia cuando él inmigró a los Estados Unidos y de todo lo que pasó cruzando de Tijuana, México, a los Estados Unidos. Comenta de los coyotes y de las condiciones peligrosas de cruzar. El señor Hernández llegó a Oregón en el 1978 y comenzó a trabajar en el campo; él comenta sobre su adaptación y como aprendió el inglés. La señora Torres de Hernández también habla de su inmigración. Los dos comparten sus experiencias de la vida en Madras incluyendo: las comidas latinas, los restaurantes, y los negocios latinos. Hablan de los festivales en la ciudad como el festival 'Collage of Cultures.' Comentan del estilo de vida, de la diversidad de las nacionalidades de los distintos latinoamericanos que viven allí, del programa de salud 'Comunidad Latina en Acción' y su misión. Ambos relatan de sus experiencias colectivas del racismo, pero también notan que hay mucha gente amable que acepta a los latinos en Madras. Comparten sus 'hobbies' como la pesca, el 'camping', la cacería, caminatas en el campo, y sobretodo encontrar "tesoros perdidos" en las ventas de objetos en las casas los fines de semana. Ambos hablan del programa Juntos y relatan cómo ha sido muy importante para su familia. Ellos han aprendido a cómo apoyar más y a cómo comunicarse mejor con sus hijas, y también, a cómo tener más confianza entre ellos. Hablan de la importancia que sus hijas sepan hablar bien el español y que sepan la importancia de las tradiciones mexicanas, de sus raíces, y las costumbres, pero también la importancia de las costumbres de los Estados Unidos. El señor Hernández habla de su trabajo en el aserradero y de sus experiencias personales. La señora Torres de Hernández habla de los remedios medicinales caseros, de las tradiciones, de la música, del vestuario, y de las celebraciones en México. El señor Hernández comparte su afición al boxeo y al fútbol ('soccer'). Ambos comentan su fe en la religión católica y notan la variedad de religiones en Madras. Los dos charlan de sus valores como individuos y como familia: la convivencia familiar y el respeto a la personas mayores. De sus planes para el futuro, la señora Torres de Hernández comparte que desea prepararse y pasar el GED. Ella desea que sus hijas tengan títulos y carreras profesionales, que sean realizadas como personas y felices. Para el señor Hernández él desea seguir viviendo en Madras pero le gustaría viajar a ver a sus familiares.

Extent: 01:33:30 (audio)
Language: español / Spanish
Item 5: Sonia Hernández, el 25 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señorita Hernández empieza la entrevista hablando de su familia y un poco de sus pensamientos sobre la vida en Madras. Luego habla de sus experiencias en la escuela. Relata que le gusta mucho la clase de computadoras y menciona los proyectos que ella ha hecho. Comenta lo muchos que los maestros la ayudan, la apoyan, y que ella tiene libertad de elegir proyectos en dicha clase. Relata el mucho trabajo escolar que a veces tiene pero ella siempre hace todo lo posible para completarlo. Comenta sobre las interacciones de la comunidad latina y la importancia que los deportes tienen para unir personas de distintas razas en la escuela. Describe sus experiencias de 'coach' de fútbol (soccer) para los niños pequeños. Cuando habla del programa Juntos dice que al principio ella pensó que sólo era para sacar buenas notas, pero se ha dado cuenta que este programa es mucho más. La ha ayudado a pensar y a enfocarse en sus planes para su futuro. Comenta sobre su participación en proyectos como: 'daycare', 'field trips' a OSU, y en bailes. Habla de la importancia de hablar bien el español y que está muy agradecida a sus padres por haberle enseñado. Relata que en 'middle school' los maestros no dejaban a los estudiantes hablar en español pero que ahora en 'high school' los maestros apoyan para que los estudiantes hablen español. Habla de su amor por la música, de las tradiciones, de las comidas, y los deportes. Comparte que ella ve boxeo con su papá. Hablando del deporte entiende la importancia de tener buena salud y sobre todo para un atleta. Concluye la entrevista con sus planes para el futuro. Estos planes son de terminar 'high school', de estudiar en una universidad y de tener una disquera; este es su sueño. También le gustaría viajar en el futuro. Los consejos que ella desea compartir incluyen: que los estudiantes deben de estar preparados y de tener un plan de lo que desean hacer en el futuro, de la importancia de una buena educación para superarse, y la importancia de aprender más.

Extent: 00:33:45 (audio)
Language: español / Spanish
Item 6: Oscar Mejía, el 25 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: En su entrevista el señor Mejía describe su niñez, su familia, y su vida en los Estados Unidos. Él comenta de los deportes en que participó en su niñez. Recuenta sus experiencias en la comunidad latina en Oregón. Él habla de las actividades familiares en Madras; lo que le gusta hacer con su familia como: 'hiking', la pesca, la caza, estar en el campo abierto. Habla de la importancia del idioma español y de que su familia hable en español. También desea que sus hijos sean completamente bilingûes; que lo sepan hablar, leer, y escribir. Él comparte de su trabajo, de su adaptación a este país, lo que extraña de su país: la comida, la música. Habla de la política en este país y lo compleja que es. Comenta de la importancia de la salud personal y de su familia, de las diferencias en las generaciones en su familia, sus aspiraciones personales y de su familia. También comparte sus planes para el futuro de sus hijos y sus planes de jubilarse en Miami, Florida.

Extent: 00:37:51 (audio)
Language: español / Spanish
Item 7: Leticia Ruiz, el 26 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señora Ruiz comenta de su niñez en su pueblo y habla de la tradición en que los hombres se iban a trabajar a los campos en los Estados Unidos. Por ende sus hermanos hicieron esto con su papá. Comenta de sus experiencias recogiendo manzanas en Hood River, Oregón; platica que el patrón era un señor japonés; y comenta que durante el tiempo, las señoras del pueblo se ayudaban unas a las otras. También comenta sobre el proceso se su familia cruzar la frontera, de la amnistía que fue ofrecida bajo el presidente Reagan, y sobre el proceso de la aplicación de inmigrar a los Estados Unidos - el cual empezó en el 1991 y duró cinco años. Relata sobre su adaptación a los Estados Unidos y describe su historia de trabajo; ella trabajó recogiendo ajo y también en un hotel por dos años. Describe a la comunidad latina en Madras: comenta de cómo ha crecido, cómo los latinos han influenciado el pueblo, y comenta de la diferencias entre su pueblo en México y Madras. Platica del programa Juntos, de cómo ha afectado positivamente a su familia, y relata todo lo que ha aprendido para poder apoyar a sus hijos. Comenta de las tradiciones en su casa a hablar en español y también de la importancia que es para ella aprender el inglés. También comenta de cómo ella mantiene ciertas tradiciones mexicanas tales como: cumpleaños, bautizos, comuniones, quinceañeras, bodas, y la navidad; y, de cómo su familia ha incorporado celebraciones americanas. Habla de su fe católica y de la familia asistiendo a misa en español. Comenta sobre la música, de cómo aprendió a cocinar, y de los diferentes platillos favoritos. Platica de los valores familiares tales como la humildad, el respeto a los mayores, y de ser amables. Para concluir, la señora Ruiz habla sobre sus planes para el futuro y su retiro, y sus aspiraciones para sus hijos.

Extent: 01:17:44
Language: español / Spanish
Item 8: Leticia Ruiz: Sobre su vestuario Tradicional, el 26 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señora Ruiz habla sobre el vestuario tradicional, específicamente una falda y blusa, de su pueblo Michoacán, México. Describe los materiales, colores significantes, las ocasiones de usar el vestuario, el proceso de hacer la ropa, los zapatos, y el estilo de cabello que se usa.

Extent: 00:04:06
Language: español / Spanish
Item 9: Leticia Ruiz: Sobre como cocinar enchiladas, el 26 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señora Ruiz comparte su receta de enchiladas. Describe los ingredientes y en donde los consigue, y también habla del proceso de preparar las enchiladas y los frijoles. Describe el mandil que usa, la tradición de hacer tortillas en comparación con comprarlas, y un poco sobre el chile de la salsa. La señora Ruiz relata cómo su mamá cocinaba y también comparte otras recetas comunes que ella típicamente cocina. Luego da su opinión sobre las tradiciones domésticas y cómo han cambiado entre las generaciones y entre mujeres y hombres. Concluye la entrevista hablado de las verduras que se usa con las enchiladas y una descripción de la horchata.

Extent: 00:12:53 (audio)
Language: español / Spanish
Item 10: Inés Rodríguez, el 27 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Entrevista (video) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señora Rodríguez comienza la entrevista compartiendo sus experiencias de su niñez en Yucatán. Ella recuenta de los juegos de su niñez, su educación escolar, de su familia, de la vida en Yucatán, y lo fuerte que su papá trabajaba. Al igual de que la familia también tenía una fonda. Ella describe lo difícil que fue para ella cuando enviudó y el por qué tomó la decisión de vivir sola y de ser independiente. Habla de las tradiciones de Yucatán: de las comidas tradicionales, del lenguaje maya, de la música, de las canciones, del vestuario tradicional, y de la vida cotidiana. También habla de la importancia de la familia y de su fe espiritual y cómo esta fe la ha ayudado a través de su vida. Continua la entrevista por compartiendo el por qué y de cómo vino a los Estados Unidos. Relata sobre la vida en Madras, de como ella se ha adaptado, y de las oportunidades y cosas positivas del país. Explica de cómo ella logró hacer la transición de recién casada y la adaptación de ser mamá por primera vez de los hijos de su esposo. También comparte cómo se adaptó a nuevas costumbres, al inglés, y a nuevas comidas. Comunica la importancia de mantener el español y de que sus hijos sean bilingües, y de cómo mantener ciertas tradiciones y costumbres para que su familia sepa de estas. Comenta a profundidad los días feriados en México y las tradiciones a través del año. Luego comenta de la importancia del programa Juntos y del impacto positivo que ha tenido en su familia; especialmente en la vida de sus hijos. Ella también participa en grupos de apoyo para el programa Juntos. Habla de su vida personal de cómo ella tiene trabajo voluntario en la iglesia y su parte en el coro de la iglesia. Para concluir, platica de sus planes personales, para ella y para su esposo, y también habla sobre los planes en el futuro para sus hijos y para sus hijas.

Extent: 02:29:02 (audio) y 02:29:15 (video)
Language: español / Spanish
Item 11: Adelina Robles y Gabriel Que, el 27 de abril del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Entrevista (video) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señora Robles de Que habla de su familia, de su niñez en su pueblo. El señor Que relata sus experiencias en moverse a varios estados mexicanos. Ambos comentan de su boda en México y de las relaciones entre ambas familias. Relatan de cómo y cuándo inmigraron a los Estados Unidos. El pastor Que está en el proceso de convertirse en ciudadano americano y relata del proceso de la ciudadanía. La señora Robles de Que comenta en fondo de su adaptación personal, al igual de la adaptación de su familia en los distintos estados en los que han vivido en los Estados Unidos. Los dos relatan la importancia de su fe en Dios en todo este proceso de vivir en varios estados. Comentan con lujo de detalles de las distintas ciudades en la que han vivido, hablan de la naturaleza de cada una, y de las experiencias vividas en cada una de ellas. Mencionan en una ocasión de ciertas experiencias, sin dar detalles, con el racismo vivido en un pueblo no identificado; y de cómo superaron dicha situación a través de su fe en Dios. Comenta brevemente el pastor Que de su descendencia maya y de su piel morena; al igual que unas de sus hijas que se parece a él. Relatan de como ambos, como padres, se han dedicado a aprender el idioma inglés y de la importancia de dominarlo bien. Al mismo tiempo, hablan de la importancia del idioma español para sus hijos. Ellos como padres les enseñan a sus hijos la cultura mexicana, los valores familiares, y religiosos. Comparten sus experiencias del programa Juntos y de importancia para su familia de dicho programa. Comentan la importancia de la educación escolar para el futuro de sus hijos. El pastor Que habla efusivamente de la importancia de la fe; en un aspecto personal, de su familia y en la comunidad. Comparten sus sueños personales y para sus hijos como profesionales; desean que ellos sean personas creyentes y practicantes de su fe evangélica. Comentan de sus planes para el futuro y de quedarse a vivir en los Estados Unidos.

Extent: 01:02:47 (audio) y 01:02:48 (video)
Language: español / Spanish
Item 12: Laura Díaz, el 4 de mayo del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señorita Díaz empieza la entrevista halando de su familia, su experiencia inmigrando de México a los Estados Unidos, y sus recuerdos de su vida en México. Luego comparte sobre su familia extendida, sus tíos y primos, y explica el trabajo de sus padres, la vida de campesino. La señorita Díaz entonces describe su vida en Madras y sus experiencias como una joven en la comunidad. También habla de sus experiencias en la escuela, lo que le gusta y no le gusta, y su posición como un 'peer mediator' que ayuda a otros estudiantes a resolver sus problemas. Ella da su perspectiva sobre las interacciones entre la comunidad latina y otras comunidades en Madras, incluyendo sus experiencias con racismo en la escuela. La señorita Díaz comparte su conexión a Juntos, qué significa Juntos para ella, qué ha aprendido en el programa, su participación en el club de Juntos, y cómo ha cambiado su familia al completar el programa. Después de hablar del programa Juntos, ella de sus opiniones sobre varios temas incluyendo: el hablar el español, remedios caseros, celebraciones en la comunidad, su quinceañera y otros bailes, la comida, los deportes, la religión, su salud, y la importancia de la educación. La señorita Díaz concluye la entrevista compartiendo sus planes para su futuro, su deseo de regresar a México, y sus consejos que les daría a otros estudiantes.

Extent: 00:45:32 (audio)
Language: español / Spanish
Item 13: Ana Gómez, el 5 de mayo del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Entrevista (video) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señora Gómez empieza la entrevista describiendo las vidas de sus padres y su familia en Medellín, Colombia. Habla de su niñez incluyendo la fábrica de confección de brassieres de su abuela y la vida en su pueblo bajo el narcotraficante Pablo Escobar. La señora Gómez entonces explica que se mudó a Costa Rica a los veinte años y allí encontró la carrera del diseño. Dice que regresó a Colombia y obtuvo su bachillerato en diseño con un deseo de servir a su comunidad. Ella describe los cuatro años que enseñó en una escuela privada, cómo conoció a su esposo, su mudanza a los Estados Unidos con él, y su trabajo con el programa de Juntos. La señora Gómez entonces empieza a describir su vida con más detalle. Habla de las dificultades de la vida en Medellín y también en Costa Rica y cómo afectó su vida; los viajes que tomó por Sur y Centro América y partes de los Estados Unidos; sus primeras impresiones de Oregón y su adaptación al estado; y el proceso de obtener su visa para mudarse a los Estados Unidos. La señora Gómez entonces habla de varios temas y tradiciones incluyendo: la política de Latinoamérica especialmente en comparación con los procesos políticos en los Estados Unidos; la historia de las poblaciones y culturas de Latinoamérica; remedios caseros, piropos, y dichos de Colombia; y celebraciones en Colombia, especialmente durante la navidad. La señora Gómez da su perspectiva sobre la religión y comparte sus valores personales y de su cultura, especialmente sobre el feminismo y la importancia de la educación. Ella concluye la entrevista con sus pensamientos sobre el futuro.

Extent: 01:56:02 (audio y video)
Language: español / Spanish
Item 14: Brenda Gutiérrez, el 5 de mayo del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señorita Gutiérrez empieza su entrevista relatando la vida de sus padres en México, sus experiencias inmigrando a los Estados Unidos, y su niñez en California. Ella explica que su padre consiguió trabajo en Oregón y la familia se mudó al estado cuando ella estaba en la escuela elemental. Comparte sus sentimientos sobre la mudanza y sus primeras experiencias con la cultura nativo americana. También habla sobre la interactuaciones entre las comunidades en Madras y las tensiones que existen entre las comunidades latina, nativo americana, y anglo. La señorita Gutiérrez explica que ella y su familia se conectaron con la comunidad latina por la iglesia católica, y ella habla de sus actividades y gustos personales. Comparte sus experiencias en 'Jefferson County Middle School' y también en 'Madras High School.' Luego relata su experiencia aplicando a varias universidades y como decidió lo que iba a estudiar en el 'Oregon Institute of Technology' en Klamath Falls. También relata sus experiencias en varios trabajos, especialmente sus trabajos en 'Mountain View Hospital,' y trabajos en la universidad. Gutiórrez habla de su posición como un 'transition advisor' para 'Madras High School'; ella ayuda a los estudiantes nuevos adaptarse a la escuela. También habla de su conexión al programa Juntos, su posición como facilitadora con Juntos, los detalles del programa, incluyendo cómo ha ayudado a las familias, y que ella espera para el futuro de Juntos. La señorita Gutiérrez entonces comparte sus perspectivas sobre varios temas incluyendo: la importancia del español, las celebraciones en la comunidad, la religión, sus valores personales, y consejos para otros estudiantes. Ella concluye la entrevista hablando de sus planes para el futuro, específicamente sobre su carrera y su deseo de estudia para una maestría, y como su opinión de su vida Madras ha cambiado a través de los años.

Extent: 01:30:21 (audio)
Language: español / Spanish
Item 15: Irma Valerio, el 13 de mayo del 2015 Add to Shelf

Transcripción está disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señora Valerio habla de su niñez, educación, trabajo, y familia. Comparte sobre su inmigración a los Estados Unidos, las dificultades en adaptarse a la vida en Madras, Oregón, y su perspectiva sobre la comunidad latina local. Luego explica el programa Juntos y su conexión con el programa. La señora Valerio relata sus tradiciones y habla sobre varios temas incluyendo: el idioma, la comida, la religión, los valores, la educación, y las diferencias entre las generaciones. Concluye la entrevista describiendo sus planes para su futuro y para el futuro de sus descendientes.

Language: español / Spanish
Item 16: María Antonia Botero, el 23 de mayo del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Entrevista (video) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: La señora Botero relata su niñez en Colombia, sus años escolares, la relación con sus hermanas y con su hermano, el negocio de sus padres, y de su familia en general. Habla de la gran violencia vivida en Colombia debido al narcotráfico y como se vivía diariamente bajo esas circunstancias difíciles. También habla del terremoto en el año 1999; los grupos paramilitares, personas civiles en Colombia, y cómo estas se defendían de las guerrillas de los narcotraficantes; y la importancia de la cultura del café en Colombia. Explica el proceso de su inmigración a los Estados Unidos, la llegada de su familia a California en el año 2006, y la adaptación en este país - sobre los trabajos disponibles y aprendiendo el inglés. Luego describe la vida en Madras y en Culver, Oregón: sus amistades, la importancia para ella de ser independiente como mujer, la comunidad en general en Culver, incluyendo algunas de las tensiones. Habla de cómo comenzó a participar en el programa Juntos, cómo Juntos ha cambiado su familia, y que ella está en el proceso de completar su maestría. También habla sobre las opiniones de la comunidad en relación a la educación y cómo esas perspectivas han cambiado. La señora Botero habla de que considera importante para sus hijos, comenta sobre la política local y nacional, y también habla de la importancia del fútbol, del Festival Cultural en Redmond, de su fe, la religión católica, y de sus valores. La señora Botero concluye la entrevista relatando las tradiciones en Colombia: habla de la navidad, de las comidas navideñas y diarias, de la música, del vestuario tradicional, de la gran y rica cultura colombiana.

Extent: 00:58:50 (audio) y 00:58:52 (video)
Language: español / Spanish
Series 2: Hood River County / Serie 2: Condado de Hood River, 2015-2017 Add to Shelf

3 entrevistas (5 personas entrevistadas, algunas en parejas) y una precentación; The Dalles y Hood River, Oregón

El Proyecto: Las comunidades latinas en Oregón tienen una historia profunda y diversa, y las nuevas generaciones continúan contribuyendo en gran medida a la identidad del estado. Latinos en Oregón es un proyecto dedicado a la recolección y a la preservación de las voces y las historias de comunidades latinas en Oregón.

Las 3 entrevistas y precentación del condado de Hood River están disponible en el internet.

Item 1: Laura Pérez y Andrea Flores, el 30 de noviembre del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: Pérez y Flores son facilitadoras en el programa de Juntos en The Dalles, Oregón. Ellas empiezan la entrevista explicado el propósito del programa, como empezó en el área de El Gorge, comenzado con el programa del 'middle school,' y también hablan sobre el impacto positivo en las vidas de las familias que participan en el programa. Las dos entonces explican sus trabajos como asistentes del programa de inglés como segundo idioma en el 'high school' de The Dalles, y como ese trabajo se conecta a Juntos. Pérez y Flores luego comienzan hablar de sus vidas personales, específicamente de sus experiencias educativas en el 'high school' y en la universidad; las dos comentan sobre el apoyo que recibieron de su familia y de la comunidad local. Ellas entonces explican que usan sus experiencias personales como parte del programa para ayudar a las familias de Juntos a mejor entender el sistema educativo. Pérez y Flores continúan la entrevista hablando de las familias del programa de Juntos: los cambios positivos en sus vidas, la importancia del español en el programa, y lo significante que es la educación para los latinos, pero también las dificultades del sistema educativo. Concluyen la entrevista con sus esperanzas para expandir el programa basado en las ideas de las familias, su deseo de continuar con Juntos en el futuro, y su agradecimiento por la existencia del programa Juntos para las familias latinas.

Extent: 01:06:48 (audio)
Language: español / Spanish
Item 2: Olga Santillán, el 14 de diciembre del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: Santillán empieza la entrevista describiendo la vida de sus padres y de su niñez en Durango, México. Como la mayor de sus hermanos, Santillán se fue de la escuela a los 14 años para trabajar y ayudar a su familia económicamente. Ella habla de su vida con su familia en Tijuana y las dificultades que sufrieron. Luego comparte el proceso de cruzar la frontera y las dificultades que superaron para llegar a Long Beach, California. Santillán explica que por parte de su padre, que vivió en Parkdale, Oregón, como trabajador migrante, la familia extendida se mudó a Oregón. Santillán entonces habla de su educación, varios trabajos que ha tenido a través de los años, especialmente cuidando a niños, y su pasión por la lectura. Continua la entrevista con compartiendo su opinión sobre la importancia del español como idioma, da una descripción de la comunidad latina en Hood River e incluye las interacciones entre la comunidad latina y las demás comunidades en el pueblo. Después, compara su vida en Oregón con vivir en Durango y California, y habla de sus viajes a su pueblo en México, y también al pueblo en donde creció su esposo, para visitar a sus familias. Santillán entonces comparte varias tradiciones navideñas de su familia, y habla de la importancia de su fé y religión en su vida. Cuando comparte sobre otros temas y tradiciones, Santillán menciona varios grupos musicales latinos en Hood River, como las bandas y el mariachi; da ejemplos de comida tradicional de México; y comparte los remedios caseros de la familia de su esposo. Para continuar la entrevista Santillán habla sobre su experiencia de su familia con el programa Juntos, y del impacto positivo en sus vidas, especialmente para su hijo mayor. Para concluir la entrevista, Santillán habla de sus planes para el futuro, su familia que vive en Carolina del Norte y su relación especial con ellos, y su deseo de compartir las historias de su vida.

Extent: 01:07:46 (audio)
Language: español / Spanish
Item 3: Patricia Ortiz y Emmanuel Robles, el 14 de diciembre del 2015 Add to Shelf

La Entrevista (audio) y Transcripción están disponible en el internet.

Descripción de la Entrevista: Patricia Ortiz y Emmanuel Robles, madre e hijo, empiezan la entrevista hablando de sus familias. Ortiz entonces comparte la historia de su inmigración a Oregón y como le fue la adaptación al estado en comparación con vivir en México. Luego describe su niñez y educación en México, y Robles habla de la suya en Oregón. Los dos hablan de sus viajes a México a visitar a sus familiares. Ortiz comparte las tradiciones de su familia, especialmente las celebraciones de la navidad: el Día de la Virgen, las posadas, el Día del Niño Dios, y el Día de los Reyes. También habla sobre la religión, ritos, y días de los santos. Ortiz explica las diferencias entre sus tradiciones en su pueblo en México con lo que hacen en Hood River, y Robles da sus opiniones también. Los dos comparten la dinámica de su familia, con familiares viviendo en los Estados Unidos y también en México. Luego comparten los valores, remedios caseros, y comidas tradicionales de su familia. Robles entonces habla de que él hace para divertirse, incluyendo jugar el fútbol y hacer caminatas en México. Ortiz y Robles hablan de las diferencias en la comunicación entre la comunidad latina en Hood River en comparación con la de su pueblo en México; también hablan de las diferencias en la comunicación entre las generaciones. Continúan la entrevista dando sus opiniones entre las interacciones entre la comunidad latina y las demás comunidades en Hood River, y hablan sobre la discriminación en el pueblo. Ortiz y Robles entonces comparten sus experiencias con el programa Juntos. Robles habla de sus planes para el futuro de su educación y como se ha estado preparado, por ejemplo con una visita extendida a la universidad 'OSU' con el programa 'CAMP.' Los dos comparten sus sueños para el futuro, y aunque mencionan las dificultades que tendrán que supera, también hablan de sus planes para mantenerse unidos como familia para apoyar a los hijos. Ortiz concluye la entrevista hablando sobre la herencia más importante que ella le puede dar a sus hijos: la educación.

Extent: 01:08:46 (audio)
Language: español / Spanish
Item 4: Panel: "Sense of Place: Talking History/Talking Spanish", November 8, 2017 Add to Shelf
Panel Presentation in Hood River, Oregon; more informaiton is avaaible on the OMA blog. A vidoe recording of the presentation is available online.
Extent: 01:21:22 (video)
Series 3: Clackamas County / Serie 3: Condado de Clackamas, 2016 Add to Shelf

8 entrevistas (7 personas entrevistadas - una dos veces); Canby, Oregón

El Proyecto: Las comunidades latinas en Oregón tienen una historia profunda y diversa, y las nuevas generaciones continúan contribuyendo en gran medida a la identidad del estado. Latinos en Oregón es un proyecto dedicado a la recolección y a la preservación de las voces y las historias de comunidades latinas en Oregón.

Las 8 entrevistas del condado de Clackamas están disponible en el internet.

8 interviews (7 interviewees - one individual interviewed twice); Canby, Oregon

The Project: Oregon’s Latino/a communities have a deep and diverse history, and new generations continue to contribute greatly to the identity of the state. Latinos in Oregón is a project dedicated to collecting and preserving the voices and stories of Latino/a communities in Oregon.

The 8 Clackamas County interviews are available online.

Item 1: Melissa Reid, el 24 de abril del 2016 / April 24, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (video) está disponible en el internet / is avaiable online.

Descripción: Reid empieza la entrevista hablando sobre su familia, donde nació, cómo fue su niñez, y qué fue lo que la atrajo a aprender muchos idiomas. Relata que haber aprendido alemán de chiquita la ayudó en su aprendizaje de más idiomas a una edad mayor. Continúa la entrevista hablando sobre algunos viajes que ha hecho a través de su carrera universitaria; comenta sobre su viaje a Costa Rica por un semestre mientras estaba estudiando en ‘Linfield College,’ y lo bello que es el país y su gente. También habla sobre lo que aprendió durante su tiempo ahí y que difícil le fueron sus cursos. Reid entonces habla de los años que pasó en Honduras como maestra de español y lo mucho que le encantaba su trabajo. Ella dice que la gente en Honduras la trataba como familia, algo que fue muy diferente a las primeras experiencias que tuvo al regresar a trabajar en la escuela ‘William Knight’ en Canby, Oregón, en el 2001. Explica que era más difícil acercarse a las familias de sus estudiantes por las barreras creadas por su raza. Dice que siendo de la comunidad anglo, muchos de los padres preguntaban porque ella daba las clases de español. Comenta que al principio recibió crítica de algunos estudiantes y padres que querían sacar a sus hijos de su clase porque creían que no sabía enseñar el español correctamente. Reid explica que habló con los padres y les ofreció que la ayudaran a aprender palabras y expresiones comunes de México para mejor enseñarle a sus hijos y los otros estudiantes. Reid también cuenta que empezó a ser reconocida por varias de las familias de sus estudiantes hasta el punto que la reconocían como parte de la familia. Ella continúa hablando de los programas de ESL para los estudiantes latinos en Canby y como ha cambiado el programa a través de los años. Ella dice que el distrito escolar ha hecho un buen trabajo en su enfoque para ayudar a estudiantes latinos e hispanohablantes y la comunidad Latina. Hablando sobre la comunidad latina en Canby, Reid relata su experiencia con la comunidad explicando que ahora la tratan como familia, hasta la invitan a festejos de las familias. También dice que la relación entre la comunidad anglo y latina ha crecido positivamente, aunque todavía hay grupos de la comunidad anglo que se distancian por temor. Ella da el ejemplo de la organización ‘Bridging Cultures’ y también la tienda ‘Thriftway.’ Ella explica que la tienda a ayudado a juntar las dos comunidades, por ejemplo, que la tienda celebra el día de los niños en abril. Reid continúa hablando sobre otras celebraciones que ocurren en la comunidad latina de Canby, tal como quinceañeras, fiestas, y otros eventos familiares. Ella cree que estas fiestas son un modo de traer a la gente junta y de sentirse como si uno está de regreso en su tierra natal. Reid cambia de tema y habla sobre la iglesia católica y lo importante que es para la comunidad latina. Es importante no sólo para crear una fuente de ayuda, pero también como impacta a los niños en el aprendizaje del idioma español. En conclusión, Reid habla un poco sobre lo importante que la educación es para las familias latinas. También menciona lo difícil que es para padres latinos involucrarse en la educación de sus hijos y de los modos que afecta la educación de ellos. Al mismo tiempo habla sobre la pobreza y cómo el distrito escolar está empezando a enfocarse más en esto y cómo solucionar este problema. Al final de la entrevista, Reid habla sobre sus planes y sueños para el futuro.  Ella comenta que continuará trabajando en el sistema educativo y sueña con un futuro donde todos sean bilingües y puedan tener experiencias con otras culturas. Para así poder conocernos y llegar a aceptarnos unos a los otros.

Description: Reid begins the interview talking about her family, where she was born, and her childhood, as well as what it was that drew her to learn many languages. She says that learning to speak German when she was young likely helped her in learning more languages at an older age. She continues the interview sharing stories about trips she took during her college career and specifically comments on her trip to Costa Rica for a semester while studying at Linfield College; she describes how beautiful the country and its people are. She also talks about what she learned during her time there as well as the credit courses she took. Reid then talks about the years she spent in Honduras as a Spanish teacher and how much she loved her job. She says the people in Honduras treated her like family, something that was very different from the first experiences she had when she returned to work at the school William Knight in Canby, Oregon, in 2001. She explains that it was more difficult to approach her students’ families due to the barriers of their differing races and ethnicities. She says being of the Anglo community, many parents asked why she gave the Spanish classes. She says that initially she received criticism from some students and parents who wanted to take their children out of her class because they believed she did not know how to teach Spanish correctly. Reid said she spoke with the parents and they offered to help her learn the words and common expressions within the Mexican community to better teach their children and other students. Reid also said that she began to be recognized by several of the families to the point that they considered her as part of the community. She continues on by talking about ESL programs for Latino students in Canby and how the program has changed through the years. She says the school district has done a good job in its focus on helping Latino and Spanish-speaking students. When speaking about the Latino community in Canby in general, Reid recounts her experiences by explaining that now since she is treated like family, she is invited to community and family celebrations. She also says that the relationship between the Anglo and Latino community has grown positively over the years, although there are still groups within the Anglo community who distance themselves due to fear. She gives the example of the organization Bridging Cultures and also the store Thriftway. She explains that the store helped bring the two communities together. For example, the store celebrates Children’s Day in April. Reid continues to talk about other events that occur in the Latino community in Canby, such as ‘quinceañeras’, parties, and other family events. She believes that these festivities are a way of bringing people together and they enable the community to feel more at home. Reid then changes the subject and continues on to speak about the Catholic church and how important it is for the Latino community. It is important not only in creating a source of community assistance, but it can also impact children in learning the Spanish language. In concluding the interview, Reid talks a bit about how important education is for Latino families. She also mentions how difficult it is for Latino parents to be involved in the education of their children and the ways it affects their education while talking about poverty and how the school district is starting to focus more on this and how to solve this problem. At the end of the interview, Reid talks about her plans and dreams for the future. She says she will continue to work in the education system and dreams of a future where all are bilingual and many have experiences with other cultures. In this way, she states that all people can get to know and accept one another.

Extent: 00:53:26
Language: español / Spanish
Item 2: Miriam Pastrana, el 12 de mayo del 2016 / May 12, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (audio) está disponible en el internet / is avaiable online.

Descripción: Pastrana comienza la entrevista hablando sobre dónde nacieron ella y sus padres y de cómo fue su niñez. Dice que cuando era niña ella se juntaba con todos los niños de la vecindad y jugaban varios juegos que se inventaban. Después habla sobre cómo le ayudaba a su mamá a trabajar en las tardes mientras iba a la escuela en la mañana. A los diecisiete años Pastrana emigró a los Estados Unidos para que su bebé naciera aquí y se convirtiera en ciudadano americano. Pastrana habla sobre lo difícil que le fue al principio porque dejó a su esposo en México y todo era nuevo para ella. Explica que gracias a su familia que vivía en Canby, Oregón, todo fue mejor que si ella hubiera estado sola. Continúa hablando sobre donde trabaja, donde trabaja su esposo, y de cómo fue el ajuste en los primeros años. Comparte que estudio para su GED y licencia de manejar, algo que le facilitó moverse más alrededor del pueblo. Pastrana entonces habla sobre la comunidad latina en Canby y como ha cambiado a través de los años. Relata que ahora en Canby existen más programas bilingües para la comunidad latina y los que hablan español. También habla sobre gente en la comunidad quienes no son latinos, pero tratan de ayudar a la comunidad latina de todas maneras. Continúa hablando sobre la comunidad en Canby y la discriminación; ella menciona que nunca se ha sentido discriminada. Pastrana también habla sobre la diferencia entre vivir en Canby en comparación con su vida en México. Dice que aquí ella ha tenido las oportunidades para salir adelante, también dice que la vida en los Estados Unidos es buena y bonita. Miriam comparte más sobre el pueblo dónde ella nació, habla sobre algunos eventos y fiestas que ocurren alrededor de septiembre, también sobre varias de las costumbres y la cultura de esa parte de México. Ella dice que estos tipos de eventos son más y más común en Canby porque mucha gente trae su cultura para los Estados Unidos con ellos y que celebran aquí como celebraban allá. Siguiendo con la entrevista, Pastrana habla de lo importante que es hablar inglés para uno poder adaptarse a la vida en los Estados Unidos. Dice que el hablar dos idiomas es importante y cree que es bueno que las escuelas en Canby son bilingües porque eso ayuda a toda la comunidad. Hablando más sobre los trabajos, Pastrana compara los trabajos que hay en Canby con las oportunidades en México. Ella dice que en México no hay muchas oportunidades de trabajo, es mucha agricultura; y aquí en los Estados Unidos hay más variedad de trabajos y también que uno puede seguir adelante más fácilmente. Miriam habla sobre remedios caseros y también comparte algunos dichos que son muy conocidos. Su favorito es el que siempre le dice su mamá cuando va saliendo de la casa apresurada en camino al trabajo, “más vale tarde que nunca.” Pastrana entonces habla más sobre celebraciones y mucha de la cultura de su pueblo en México. Habla sobre estaciones de radio en español y de deportes. Ella explica que no es muy fanática de los deportes pero que a sus hijos y a su esposo les gusta mucho el fútbol. Pastrana habla un poco sobre la religión, también de mitos y leyendas que escuchaba cuando era pequeña. En conclusión, Pastrana comparte sus valores, especialmente el respeto. También comparte sus planes para el futuro y relata otra historia de su vida en México. Ella dice que su mamá tenía una tienda y un molino. Comparte sus experiencias ayudando a su mamá y sobre cómo ellas ayudaban a la comunidad.

Description: Pastrana begins the interview talking about where she and her parents were born and describes her childhood. She says that as a child, she played with all the neighborhood children, including several games that they invented. She then talks about how she helped her mother at her store by working in the afternoons while going to school in the mornings. At seventeen years of age, Pastrana emigrated to the United States so her baby could be an American citizen. Pastrana talks about how difficult it was at first because she left her husband in Mexico (he joined her later) and everything was new to her. She explains that thanks to family members who lived in Canby, Oregon, things were better than if she had been alone. She continues on by talking about where she works, where her husband works, and how the adjustment to life in Canby was in the early years. She shares that she studied for her GED and driver’s license, both of which provided her the ability to move more freely around the town. Pastrana then talks about the Latino community in Canby and how it has changed through the years. She explains that there are more bilingual programs for the Latino community and those who speak Spanish now in Canby. She also talks about people in the community who are not Latino, but try to help the Latino community. As she continues to talk about the community in Canby and discrimination, she mentions that she has never felt discriminated against. Pastrana also talks about the difference between living in Canby compared with life in Mexico. She says in the United States she has had opportunities to get ahead, and describes life in the United States is good and beautiful. Pastrana shares more about the town where she was born, talks about events and celebrations that occur there in September, and also shares several of the customs in that part of Mexico. She says that these types of events are more and more common in Canby because many people bring their culture to the United States with them and celebrating in Oregon make is feel like home for them. Pastrana then talks about how important it is to speak English in order to adapt to life in the United States. She says that speaking two languages is important and believes it is a good thing that schools are bilingual in Canby because it helps the whole community. In sharing more information about job opportunities, Pastrana compares the work in Canby with opportunities in Mexico. She says that in Mexico there are not many job opportunities and that in the United States there is a greater variety of jobs so you can get ahead more easily. Pastrana also talks about home remedies and shares some sayings that are used within her family. Her favorite is the one her mom tells her when she going out of the house hurried and on her way to work, “better late than never.” Pastrana then shares more information about her hometown’s celebrations and culture. She talks about Spanish radio stations and sports; she explains that she is not a very big sports fan but her children and husband really like soccer. Pastrana talks a little about religion as well as myths and legends that she heard when she was young. In conclusion, Pastrana shares her values, especially the value of respect, as well as her plans for the future, and she shares another story of her life in Mexico. She says her mother had a store and a mill, and she shares her experiences helping her and how together they helped the community.

Extent: 00:56:58 (audio)
Language: español / Spanish
Item 3: Sabino Arrendondo, Parte 1 / Part 1, el 12 de mayo del 2016 / May 12, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (video) está disponible en el internet / is avaiable online.

Description: Sabino Arredondo begins the interview by introducing himself and his parents, and he talks about the village where he was raised. Arredondo explains that he grew up in a small farming village lacking any utility services, and as a result he grew accustomed to living without electricity. His childhood was spent moving from village to village every time his father sought work. He says that he and his friends would often come up with games to play. Arredondo then talks about when his father left for the United States and how his family came to live in Oregon. He explains that his uncle on his mom’s side of the family had come to the United States in 1948, disappeared and then reappeared in Salem, Oregon, and more uncles came in the 1970s and his father came in 1979. Arredondo shares that the absence of his father when he left to the United States was a big sacrifice for the whole family. He goes on to explain how he and his family immigrated to the United States; he explains how they jumped over a fence and ran towards a Safeway only to be caught and sent back to try again. Arredondo comments that he has no idea how his mother was able to make it over. He explains that crossing the border was a scary experience and that getting accustomed to life in the United States took time, especially since he did not have any friends at school and did not know how to speak English. However, he had family members who were American citizens who helped his family adjust to life in Oregon. He especially recalls being reunited with his father and how happy everyone was to see him again. Arredondo continues on by sharing his experience of his first day at school and becoming accustomed to school in the United States. He says that his family was the only Mexican family in Canby so that made him and his siblings the only Spanish speaking students in the entire school. He mentions that the programs that exist to help Spanish speakers in the present day did not exist during his childhood so it was very difficult at first. However, once he understood what he had to do, he felt better. Arredondo goes on to share that he had to interpret for his parents both during teacher conferences and when his parents went to the clinic. He goes on to talk about how the first years in the United States were difficult in terms of cultural adjustment, but he believes that thanks to the closeness of his family, they were able to overcome their challenges. He says that they faced many hardships and that he had doubts whether he could accomplish something with his life, but he and his family knew that education was the means to more employment opportunities. Arredondo continues on by discussing how he went about going to college and explains how he was required to do everything on his own because his parents did not speak English. He talks about attending college in Indiana, getting married, and returning to Canby where he worked as an accountant until he opened his own firm. Arredondo also talks about the community in Canby and how it has evolved over the years from being mostly white to having a growing Latino population. He mentions being part of community organizations and being the only Latino member. Arredondo expresses his thoughts about the Spanish language and how it has changed over the generations, going from only speaking Spanish to now having family members who are bilingual as well as how the younger generations are starting to lose their Spanish.  He then discusses his love of music and sports. He says he likes ‘banda’ music and talks a bit about some traditions his family and he have. He loves to watch soccer during the World Cup but grew up watching baseball. He has been a Dodgers fan from a very young age; he loved watching Fernando Valenzuela play. Arredondo also talks about folk tales and legends like “La Llorona” and “El Cucuy” and various sayings. He continues on to talk about his values. He says that caring for his family is a big part of who he is; he wants his kids to think about family – family comes first and it is important to always have time for one’s family. He also believes in honesty and the value of work and doing whatever you want to do, and to accomplish what you want to accomplish, not limiting yourself. He concludes the interview by talking about why he thinks education is so important and about his plans for the future. In looking ahead, Arredondo shares that he wants to leave a legacy and help Latinos in the community of Canby to reach their goals, go to college, and to accomplish great things. He ends the interview with some words of encouragement, “Sí se puede.”

Descripción: Sabino Arredondo comienza la entrevista hablando de sí mismo y de sus padres; también habla del pueblo en donde se crió. Arredondo explica que se crió en un pequeño pueblo agrícola sin cualquier servicio de utilidad, y como resultado se acostumbró a vivir sin electricidad. Durante su niñez su familia se mudó de pueblo en pueblo cada vez que su padre buscaba trabajo. Él dice que él y sus amigos a menudo se inventaban juegos para jugar. Arredondo entonces habla de cuando su padre se fue a los Estados Unidos y cómo su familia entonces llegó a vivir en Oregón. Explica que su tío por parte de madre había llegado a los Estados Unidos en 1948, desapareció, y luego reapareció en Salem, Oregón. Luego más tíos se mudaron a Oregón en los años 1970s entonces su padre vino en el 1979. Arredondo comparte que la ausencia de su padre cuando se fue a los Estados Unidos fue un gran sacrificio para toda la familia. Él explica cómo él y su familia inmigraron a los Estados Unidos. Explica la forma en que saltaron por encima de una valla y corrieron hacia un ‘Safeway’ sólo para ser capturados y enviados de vuelta, pero después volvieron a intentar cruzar la frontera. Arredondo comenta que no tiene idea de cómo su madre fue capaz de hacerlo de nuevo. Explica que cruzar la frontera fue una experiencia aterradora y que acostumbrarse a la vida en los Estados Unidos le tomó tiempo, sobre todo porque él no tenía amigos en la escuela y no sabía cómo hablar inglés. Sin embargo, tenía familia que eran ciudadanos americanos que ayudaron a su familia a adaptarse a la vida en Oregón. Recuerda la reunión con su padre y lo feliz que toda su familia estaba a volver a verlo. Arredondo continúa compartiendo la experiencia de su primer día en la escuela y como comenzó acostumbrarse a la escuela en los Estados Unidos. Comenta que su familia era la única familia mexicana en Canby y que él y sus hermanos eran los únicos estudiantes que hablaban español en toda la escuela. Menciona que no existían los programas que existen ahora para ayudar a los hispanos parlantes, así que fue muy difícil al principio. Sin embargo, una vez que él entendió lo que tenía que hacer, se sintió mejor. Arredondo entonces comparte que tenía que interpretar para sus padres, tanto durante las conferencias con sus maestros y cuando sus padres iban a la clínica. Él habla de cómo los primeros años en los Estados Unidos fueron difíciles en términos de adaptación cultural, pero él cree que, gracias a la cercanía de su familia, fueron capaces de superar sus dificultades. Dice que, aunque enfrentaron muchas dificultades, no tenía dudas de que podía lograr algo con su vida, porque él y su familia sabían que la educación era el medio a más oportunidades de empleo. Arredondo sigue la entrevista discutiendo sobre cómo llegó a ir a la universidad y explica la forma en que estaba obligado a hacer todo por su cuenta debido a que sus padres no hablan inglés. Habla de asistir a la universidad en Indiana, de casarse, y de volver a Canby dónde trabajó como contador público hasta que abrió su propia firma. Arredondo también habla de la comunidad en Canby y cómo ha cambiado a través de los años. Antes, la comunidad era mayormente anglo, pero la población latina ha crecido mucho. Menciona que él es parte de varias organizaciones comunitarias y de ser el único miembro latino. Arredondo expresa sus pensamientos sobre el español como idioma y cómo ha cambiado a lo largo de las generaciones. Nota que antes miembros de la familia sólo hablaban español y ahora tienen miembros de la familia que son bilingües, pero que especialmente las generaciones más jóvenes están empezando a perder el español. A continuación, habla de su amor por la música y los deportes. Dice que le gusta la música de banda y habla un poco acerca de algunas de las tradiciones que su familia y él tienen. Le encanta ver partidos de fútbol durante la Copa del Mundo, pero creció viendo béisbol. Ha sido un fanático de los ‘Dodgers’ desde pequeño; le gustaba ver a Fernando Valenzuela jugar. Arredondo también habla de cuentos populares y leyendas como “La Llorona” y “El Cucuy” y varios dichos. Él continúa compartiendo sus valores. Dice que el cuidado de su familia es una gran parte de lo que él es; él quiere que sus niños siempre piensen sobre de la familia y que la familia sea una prioridad para ellos. Para él, es importante siempre tener tiempo para la familia de uno. También cree en la honestidad y el valor del trabajo y hacer lo que uno quiere hacer. Y para lograr lo que quiere lograr, no limitándose a sí mismo. Concluye la entrevista hablando de por qué cree que la educación es tan importante y sobre sus planes para el futuro. Al mirar hacia adelante, Arredondo comparte que quiere dejar un legado y de ayudar a los latinos en la comunidad de Canby para alcanzar sus objetivos, ir a la universidad, y lograr grandes cosas en la vida. Concluye la entrevista con unas palabras de aliento, “Sí se puede.”

Extent: 01:20:31 (video)
Language: English / inglés
Item 4: Sabino Arredondo, Parte 2 / Part 2, el 12 de mayo del 2016 / May 12, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (video) está disponible en el internet / is avaiable online.

Descripción: Sabino Arredondo comienza la entrevista hablando de sí mismo y de sus padres; también habla del pueblo en donde se crió. Durante su niñez su familia se mudó de pueblo en pueblo cada vez que su padre buscaba trabajo, pero que siempre tenían familia extendida en todos los pueblos. Durante su niñez jugaba mucho, aunque no tienen juguetes ni electricidad. También habla de su experiencia en la escuela en México. Arredondo entonces habla de las experiencias de su padre cuando venía a los Estados Unidos, porque venía, y como eso afectaba a su madre y la familia. Él explica que su familia escogió mudarse a Oregón porque un tío por parte de madre ya vivía en el estado; y ellos vinieron en el año 1980. Él explica cómo su familia y él  inmigraron a los Estados Unidos y aunque los encontró la migra, volvieron a intentar cruzar la frontera y lo lograron. Un familiar los manejó por carretera desde la frontera hasta Oregón. Explica que cruzar la frontera a los diez años fue una experiencia de miedo, pero también de alegría por la oportunidad de ver a su padre. Él explica cómo le fue la adaptación a la vida en los Estados Unidos y que él empezó a trabajar en el campo casi inmediatamente. Arredondo continúa la entrevista compartiendo la experiencia de su primer día en la escuela con sus hermanos menores y como comenzó acostumbrarse a la escuela en los Estados Unidos. Dice que su familia era la única familia mexicana en Canby y que sus hermanos y él eran los únicos estudiantes que hablaban español en toda la escuela. Menciona que no existían los programas que existen ahora para ayudar a los hispanos parlantes, así que fue muy difícil al principio. Él habla de cómo los primeros años en los Estados Unidos fueron difíciles en términos de adaptación cultural, pero él cree que, gracias a la cercanía de su familia, que fueron capaces de superar sus dificultades. Dice que, aunque enfrentaron muchas dificultades, no tenía dudas de que podía lograr algo con su vida, porque su familia y él sabían que la educación era el medio a más oportunidades. Arredondo sigue la entrevista discutiendo sobre cómo llevó a ir a la universidad y explica la forma en que estaba obligado a hacer todo por su cuenta debido a que sus padres no hablaban inglés. Habla de asistir a la universidad en Indiana, de casarse, y de volver a Canby dónde trabajó como contador público con varias firmas hasta que abrió su propia firma, Wilcox-Arrendondo. Arredondo también habla de la comunidad en Canby y cómo ha cambiado a través de los años desde el 1981. Antes, la comunidad era mayormente anglo, pero la población latina ha crecido mucho. Recuerda que él tenía que interpretar para sus padres, tanto durante las conferencias con sus maestros y cuando sus padres iban a la clínica; pero que ahora hay traductores y más servicios para la comunidad latina. Arredondo entonces comparte sus opiniones sobres las relaciones entre la comunidad latina y la comunidad anglo, y de los comentarios racistas que ha escuchado. Él entonces habla de sus viajes regresando a México para estar con su familia extendida y que comparte esa experiencia con sus hijos. Arredondo expresa sus pensamientos sobre la importancia del español como idioma y cómo ha cambiado a lo largo de las generaciones. Nota que antes miembros de la familia sólo hablaban español y ahora tienen miembros de la familia que son bilingües, pero que especialmente las generaciones más jóvenes están empezando a perder el español. A continuación, habla sobre las oportunidades de trabajo para la comunidad latina en Canby y como han cambiado. También habla sobre la política local y como apoya o no apoya a la comunidad latina. Entonces habla de remedios caseros y dichos de su familia, y luego de celebraciones culturales que recuerda, especialmente el día de las madres. También habla de su gusto por los deportes. Le encanta ver partidos de fútbol durante la Copa del Mundo con su familia y le gusta mucho el béisbol, especialmente el equipo de los ‘Dodgers.’ Luego habla de la región católica y de sus experiencias religiosas. Arredondo también habla de cuentos populares y leyendas como “La Llorona” y “El Cucuy.” Entonces habla de que aspectos de su vida él comparte con sus hijos. Él continúa con compartir sus valores como el trabajo, la familia, y la honestidad. Arredondo comparte sus opiniones entre las vidas de las generaciones en su familia y de cómo sus vidas han cambiado. Concluye la entrevista hablando sobre sus planes para el futuro. Al mirar hacia adelante, Arredondo dice que se quiere quedar viviendo en Canby. Él quiere usar su sabiduría y experiencia para inspirar a sus hijos y la comunidad latina en general; él dice, “Sí se puede.” Arredondo entonces explica porque el decidió completar las entrevistas de este proyecto oral en español y en inglés.

Description: Sabino Arredondo begins the interview talking about himself and his parents and the town where he grew up. Throughout his childhood his family moved from town to town every time his father looked for work, but they always had extended family in every village. During his childhood he played games, and reflects on not have many toys or electricity. He also talks about his school experiences in Mexico. Arredondo then shares the experiences of his father when he came to the United States and how his absence affected his mother and family. He explains that his family chose to move to Oregon because an uncle on his mother’s side had lived in the state and they as a family came in 1980. He explains how he and his family immigrated to the United States and although they were initially sent back to Mexico, they tried again to cross the border and succeeded. He recalls that crossing the border at ten years of age was a scary experience, but also full joy due to the opportunity to see his father. He explains how he began adapting to life in the United States and that he almost immediately began working in the fields with his family. Arredondo continues the interview by sharing the experience of his first day at school with his younger siblings and how they began getting accustomed to school in the United States. He says his family was the only Mexican family in Canby and that he and his siblings were the only students who spoke Spanish in the school. He mentioned that there were no programs as there are now available to help Spanish speakers, so it was very difficult at first. He talks about how during the early years of his family’s time in the United States, they were difficult in terms of cultural adaptation, but he believes that, thanks to the closeness of his family, were able to overcome their difficulties. He says that although they faced many difficulties, had no doubt he could achieve more with his life because he and his family knew that obtaining an education was the means to more opportunities. Arredondo then shares how in order to go to college he had to do everything on their own because his parents did not speak English. He talks about attending college in Indiana, marrying, and returning to Canby to work as an accountant with several firms before opening his own firm, Wilcox-Arredondo. Arredondo also speaks of the community in Canby and how it has changed over the years since 1981. Before the community was mostly Anglos, but the Latino population has grown a lot. He remembers needing to translate for his parents, both during conferences with teachers and when they went to the clinic, but there are now translators and more services available for the Latino community. Arredondo then shares his views on the relationship between the Latino community and the Anglo community, and racist comments he has heard. He then speaks of his trips back to Mexico to be with his extended family and how he shares those experiences with his children. Arredondo expresses his thoughts about the importance of Spanish as a language and how it has changed over the generations. He notes that before, family members spoke only Spanish and now he has family members who are bilingual, but that the younger generations are beginning to lose their Spanish. He then talks about job opportunities for the Latino community in Canby and how they have changed. He also talks about local politics and how they support or do not support the Latino community. Then he talks about his family’s home remedies and cultural celebrations, especially Mother’s Day. He also talks about his love of sports. He loves to watch soccer during the World Cup with his family and loves baseball, especially the Dodgers. He then shares his experiences with the Catholic faith and his other religious experiences. Arredondo also speaks of folktales and legends such as “La Llorona” and “El Cucuy.” He then talks about the aspects of his life he shares with his children. He continues on by sharing his values such as work, family, and honesty. Arredondo also shares his views on the differences between the lives of the many generations in his family and how their lives have changed. He concludes the interview by talking about his plans for the future. Arredondo says he wants to continue living in Canby, it is his new home. He says he wants to use his wisdom and experience to inspire his children and the Latino community in general; he says, “Sí se puede.” Arredondo then explains why he decided to complete two oral interviews for this project, one in Spanish and one in English.

Extent: 01:09:20 (video)
Language: español / Spanish
Item 5: Charlie Gingerich, el 25 de mayo del 2016 / May 25, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (audio) está disponible en el internet / is avaiable online.

Description: Gingerich begins the interview by describing his childhood growing up in rural Oregon on a family farm. He describes farm life, the school he attended, and the smallness of his town. He specifically notes how homogenous the community was and that he could recall non-Anglo families within his community with specificity. Gingerich explains that his family and the community in general made sure that newcomers felt included and welcome. He continues on to describe his extended family who live in the Canby area as well as his educational experiences. Almost all of his siblings attended college, a private Mennonite school in Kansas, Indiana. He studied music education and taught music in Canby, Oregon, upon his return. He describes the professions of many of his siblings and stresses the importance of education within his family. To pay for his education, Gingerich explains that he was a brick layer. He only taught music for one year and then began his own construction business which his has managed since that time, almost forty years. He shares that although he does not professionally continue to use his musical talents, he participates in the musical program at the Mennonite church to which he belongs. Gingerich then begins to share his observations of how the Canby community has changed over time, especially the growth of the Latino population. He notes the change in the labor force, specifically in agricultural professions. He expresses the reservations of some members of the community regarding the changes occurring and notes the prejudice he has observed. He goes on to share his work with the organization now called Bridging Cultures Canby. Since the year 2000, through Bridging Cultures, Gingerich works with the Latino community and is better able to understand their perspective and assist them as needed. He shares how the organization began as a volunteer program “Pack a Sack” to make sandwiches once a week for community members in need such as the homeless and later, the Latino community. He notes that the program was not so much about the food, but the need to connect with the Latino community to ensure that it felt welcomed. The program also assisted the community by organizing immigration assistance and education programs. Gingerich recalls that in 2006, he began to organize weekly picnics during the summer to encourage the community to come together. The picnics began with just a few dozen people but grew to a few hundred, a mix of both the Latino and Anglo community. And, now, the program’s board also has representatives from both communities. Notably, the majority of the funding for the program comes from Mennonite community and people who volunteer their time to the program. Gingerich explains that the program grew through door-to-door relationship building. He also shares some of the other services and events the program provides such as: trips to the beach, an annual Thanksgiving meal, and various classes requested by community members. He notes the importance of food to help in fostering community bonding. Gingerich then describes a typical day of a community picnic from his perspective as an organizer as well as how the picnic has begun to incorporate traditional Latino foods. He then shares an experience he holds dear when one year the community organized a surprise birthday party for him on one of the picnic days. He expresses how generous the Canby Latino community is. Gingerich then shares his challenges and lessons learned regarding community relationships building, especially when he first began the “Pack a Sack” program. He discusses the need for the program to be committed and consistent, notes that his lack of being able to speak Spanish was not a barrier, and explains the program’s successful collaboration with local schools. Gingerich discusses local politics, issues with police department, as well as many plans for the future of Bridging Cultures to expand its programs and services. He concludes the interview with a story of an Anglo family whose members were prejudice toward the Latino community, but changed their opinions through a shared experience that Gingerich facilitated. He says he has many examples like the one he shared. Gingerich then shares his hopes and dreams for the future of the Canby community, describes the significance of Latino community members taking on leadership roles within Bridging Cultures, and need for the Canby community to work together and truly connect.

Descripción: Gingerich comienza la entrevista con la descripción de su infancia en Oregón en la granja de su familia. Él describe su vida en granja, la escuela que asistió, y la pequeñez de su pueblo. Él nota específicamente que casi toda la comunidad era anglo y que podía acordarse específicamente de las familias que no eran anglo. Gingerich explica que su familia, y la comunidad en general, se aseguraban de que los recién llegados se sintieran incluidos y bienvenidos. Él continúa con la descripción de su familia extendida que vive en el área de Canby, así como sus experiencias educativas. Casi todos sus hermanos asistieron a la universidad, una escuela privada menonita en Kansas, Indiana. Él estudió educación musical y enseñó música en Canby, Oregón, cuando regresó al estado. También describe las profesiones de muchos de sus hermanos y nota la importancia de la educación para su familia. Para pagar por su educación, Gingerich explica que era un albañil. Sólo enseñó música por un año y luego comenzó su propio negocio de construcción, que ha logrado a administrar desde entonces, casi cuarenta años. Él comparte que, aunque él no continúa profesionalmente utilizando su talento musical, él participa en el programa musical en la iglesia menonita a la que pertenece. Gingerich entonces comienza a compartir sus observaciones de cómo la comunidad en Canby ha cambiado a través de los años, especialmente el crecimiento de la población latina. Observa el cambio en la población laboral especialmente en las profesiones agrícolas. Él expresa las reservas de algunos miembros de la comunidad con respecto a los cambios que se producen y señala el prejuicio que ha observado. Él entonces comparte información su trabajo con la organización que ahora se llama ‘Bridging Cultures Canby.’ Desde el año 2000, a través de ‘Bridging Cultures,’ Gingerich trabaja con la comunidad latina. Nota que ahora es más capaz de entender el punto de vista de la comunidad latina y de ayudar cuando sea necesario. Él comparte la forma en que la organización comenzó. Empezó como un programa de voluntarios ‘Pack a Sack’ para hacer sándwiches, una vez a la semana para los miembros de la comunidad que lo necesitaban; como las personas sin hogar y luego, la comunidad latina. Observa que el programa tenía éxito no tanto por la comida, sino por la necesidad de tener una relación con la comunidad latina para asegurar que se sintieran aceptados. El programa también ayudó a la comunidad con la organización de programas de asistencia a la inmigración y a la educación. Gingerich recuerda que, en el 2006, comenzó a organizar días de pasadías semanales durante el verano para alentar a la comunidad a unirse. Los días de pasadías comenzaron con sólo unas pocas docenas de personas, pero creció hasta doscientas y trecientas personas, una mezcla de ambos, la comunidad latina y la anglo. Y, ahora, la junta del programa también tiene representantes de ambas comunidades. Notablemente, la mayoría de los fondos para el programa y las personas que ofrecen su tiempo voluntario al programa son de la comunidad menonita. Gingerich explica que el programa creció a través de los esfuerzos de ellos de crear relaciones con la comunidad de puerta a puerta. También comparte algunos de los otros servicios y eventos que ofrece el programa, tales como: viajes a la playa, la comida del día de acción de gracias, y varias clases solicitadas por los miembros de la comunidad. Él nota la importancia de la comida para ayudar en la promoción para una mejor relación entre las comunidades. Gingerich entonces describe un día típico de un pasadía desde su perspectiva como un organizador, y también relata que los pasadías comenzaron a incorporar comidas latinas tradicionales. A continuación, comparte una experiencia que está muy cerca de su corazón. Recuerda el día en que la comunidad le organizó una fiesta de cumpleaños de sorpresa en uno de los pasadías. Él expresa la generosidad de la comunidad latina en Canby. Gingerich luego comparte sus desafíos y lecciones aprendidas al respecto comenzado una relación con la comunidad, sobre todo cuando empezó el programa ‘Pack a Sack.’ Él entonces nota la necesidad de que el programa se ha comprometido y la consistencia. Toma nota de su falta de no poder hablar español no fue una barrera, y explica la colaboración exitosa del programa con las escuelas locales. Gingerich también habla sobre la política local, problemas con el departamento de policía, así como muchos planes para el futuro de ‘Bridging Cultures’ para expandir sus programas y servicios. Concluye la entrevista con un cuento de una familia anglo, cuyos miembros eran prejuiciados hacia la comunidad latina, pero que cambiaron sus opiniones a través de una experiencia compartida que facilitó Gingerich. Dice que tiene muchos ejemplos los cuales compartió. Gingerich luego comparte sus esperanzas y sueños para el futuro de la comunidad de Canby, describe la importancia de los miembros de la comunidad latina que tienen responsabilidades de liderazgo en ‘Bridging Cultures,’ y la necesidad de la comunidad de Canby para trabajar juntos y verdaderamente conectarse unos a los otros.

Extent: 01:02:19 (audio)
Language: inglés / English
Item 6: Margarita Cruz, el 25 de mayo del 2016 / May 25, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (audio) está disponible en el internet / is avaiable online.

Descripción: Margarita Cruz empieza la entrevista hablando de sí misma y de sus padres. Ella entonces comparte los detalles de su niñez, la cual describe como muy bonita, y la compara con la niñez de sus hijos quienes viven en los Estados Unidos. También habla sobre las expectativas diferentes entre los niños y las niñas en su familia. Cruz comparte los juegos y como jugaba de niña, las celebraciones de su pueblo, su comunidad, su familia extendida, sus seis hermanos y hermanas, su experiencia en la escuela, y sus sueños cuando era joven para su futuro de ser secretaria o maestra. Ella recuerda el apoyo que siempre le dio su madre para continuar con su educación para completar la secundaria. Cruz comparte que está tomando clases de inglés. Ella entonces describe en detalle la historia de su inmigración a los Estados Unidos a los diecinueve años, a Madera, California, para trabajar en el campo. Relata que allí conoció a su esposo y habla sobre sus experiencias trabajando en el campo y sus dificultades, especialmente su experiencia como mujer. Explica su situación financiera y que le mandaba dinero a su mamá a México por los dos años que vivió en California. Ella y su esposo se mudaron a Portland, Oregón, pero luego regresaron a México porque su esposo estaba enfermo. Cruz entonces explica que en el 2008 se mudaron de nuevo a los Estados Unidos, específicamente a Canby, Oregón. Su hermana vive en Canby; su mama vive en Oceanside, Oregón. Cruz habla sobre las vidas de varios miembros de su familia, sus historias de su inmigración, y en dónde viven. También habla de sus tres hijos quienes nacieron en el 2002, 2005, y 2008; dos niñas y un niño. Cruz continúa la entrevista compartiendo lo que le gusta de la vida en Canby, Oregón, especialmente el clima y la naturaleza. También habla de lo que ha sufrido en Canby por no saber hablar el inglés, y comparte sus experiencias religiosas católicas en su parroquia de San Patricio. Luego comparte sus experiencias en la biblioteca pública y lo que ha aprendido por leer muchos libros. Ella nota que en Canby no hay pandillas y habla sobre la importancia de la policía local. También comenta sobre sus observaciones de la relación entre la comunidad latina y la comunidad anglo en Canby y como ha cambiado a través de los años. Ella habla sobre los servicios, los recursos, y las organizaciones locales que apoyan la comunidad latina. Como, por ejemplo: los programas bilingües en las escuelas, un centro que ayuda a los latinos, la biblioteca, y varias tiendas con productos latinos. Cruz nota que la comunidad latina tiene mucho que compartir y ofrecerle a la comunidad anglo. Ella entonces relata dos experiencias en cuando sufrió prejuicio en contra de ella y sus hijos. Una fue de parte de una vecina mayor de edad y la otra en la escuela con un miembro de la comunidad. Ella comparte que quisiera poder hablar el inglés mejor para defenderse, pero que, en la experiencia en la escuela, por lo menos se sintió apoyada por los administradores de la escuela. Cruz continúa la entrevista hablando de México. Dice que, aunque no ha regresado a su pueblo en muchos años, quisiera visitarlo para poder compartirlo con sus hijos. La entrevista entonces continúa con Cruz expresando su opinión sobre varios temas y tradiciones. Ella habla sobre: la importancia del español, de aprender el inglés para sus hijos, de las clases que está tomando, de sus actividades en la iglesia, de la vida de su esposo, de la política local y nacional, del sistema de educación en los Estados Unidos, de sus deseos educativos para sus hijos, de remedidos caseros de su familia, de celebraciones en su pueblo en México en comparación con las de Canby, de la música que le gusta, de las comidas que cocina, de celebraciones tradicionales como las quinceañeras, de los deportes que les gustan, de pasatiempos en la naturaleza, de la importancia de la religión en su vida, de los valores de su familia, de su filosofía como mamá criando sus hijos, de las diferencias entre las generaciones, de su identidad personal, y de sus prioridades y como han cambiado a través de los años. Para concluir la entrevista, Cruz comparte sus planes y sueños para el futuro, cuyos incluyen: poder hablar mejor el inglés, tener la oportunidad de trabajar para el gobierno para ayudar a su comunidad, y de también tener la oportunidad ayudar a la comunidad latina tener éxito en el sistema educativo. Comenta que ella desea la felicidad para sus tres hijos. En conclusión, relata lo que le gustaría para los niños latinos: que tengan una infancia bonita y alegre.

Description: Margarita Cruz begins the interview talking about herself and her parents. She then shares the details of her childhood, which she describes as lovely, and compares it with the childhood of her children who live in the United States. She also talks about the different expectations between the boys and girls within her family. Cruz shares what games she played, the local celebrations, what her community was like, her extended family, her six brothers and sisters, her experience in school, and her dreams when she was young which included becoming a secretary or a teacher. She remembers the support that her mother gave her to continue their education to complete her high school education. Cruz then shares that she is taking English classes. She then describes in detail her immigration story and how she came to the United States at age nineteen to Madera, California to work in the fields. She recalls that she met her husband in Madera and talks about her experiences working in the field and the difficulties she endured, especially as a woman. She explains her financial situation and how she sent money to her mother in Mexico for the two years when she lived in California. She says that she and her husband moved to Portland, Oregon, but then returned to Mexico because her husband was ill. Cruz then explains that in 2008 they moved back to the United States, specifically Canby, Oregon. Her sister lives in Canby; her mother lives in Oceanside, Oregon. Cruz talks about the lives of several members of her family, the stories of their immigration, and where they live. She also talks about her three children who were born in 2002, 2005 and 2008; two girls and a boy. Cruz continues the interview by sharing what she likes about living in Canby, Oregon, especially the climate and the natural beauty of the area.  She also discusses how she has suffered in Canby for not knowing how to speak English, and she shares her religious experiences in her Catholic parish, Saint Patrick. She then shares her experiences using the public library and what she has learned by reading many books. She notes that in Canby there are no gangs and talks about the importance of the local police. She also comments on her observations of the relationship between the Latino community and the Anglo community in Canby and how it has changed over the years. She talks about the services, resources, and local organizations that support the Latino community; examples given include: bilingual programs in schools, a center that helps the Latino community, the public library, and various stores with Latino products. Cruz notes that the Latino community has a lot to share and offer the Anglo community. She then recounts two experiences when she suffered prejudice against her and her children. One was by an elderly neighbor and the other at her children’s school with a member of the community. She shares that if she were to speak English better, she could have defended herself. However, she notes that in the school experience, she felt supported by school administrators. Cruz continues the interview by talking about Mexico. She says that although she has not returned to her hometown in many years, she would like to visit to share it with her children. The interview then continues with Cruz expressing her opinions on various topics and traditions. She talks about: the importance of the Spanish language and for her children to be bilingual, classes she is  taking, her activities with her church, her husband’s life, issues within local and national politics, problems within the education system in the United States, her educational desires for her children, her family’s home remedies, her hometown’s celebrations compared to those in Canby, the music she likes, the meals she cooks, traditional celebrations such as ‘quinceañeras,’ sports she enjoys, her love of practicing various outdoor hobbies, the importance of religion in her life, her family’s values, her philosophy as a mom raising her children, the differences between the generations, her sense of personal identity, and her priorities and how they have changed over the years. To conclude the interview, Cruz shares her plans and dreams for the future, which include: being able to speak English better, having the opportunity to work for the government to help the Latino community succeed in the education system, and she says she wants happiness for her three children. In conclusion, she says what she would like for all Latino children: that they experience a lovely and happy childhood.

Extent: 01:45:31 (audio)
Language: español / Spanish
Item 7: Gudelia Villán Ramos, el 26 de mayo del 2016 / May 26, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (audio) está disponible en el internet / is avaiable online.

Descripción: Villán Ramos comienza la entrevista hablando sobre su niñez y el sufrimiento que vivió desde que su papá falleció cuando ella era pequeña. Dice que su mamá no trabajaba porque se encargaba de cuidarla a ella y sus hermanos. Relata que no tenían suficiente dinero para comprar comida y tenían que comer cosas como hierbas y hongos. Ella explica que se casó a los dieciséis años; su esposo trabajaba en el campo. Dice que continuó sufriendo porque a veces no había comida. Ella trabajaba con su esposo cuando podía, pero fue ama de casa por mucha parte de su vida. Villán Ramos habla sobre su decisión de emigrar a los Estados Unidos. Dice que se cansó del sufrimiento y quería buscar oportunidades de trabajo y una mejor vida. Ella relata como cruzó la frontera y de lo peligroso que fue. También habla un poco de uno de su nieto y como él fue a la ‘high school’ pero no pudo seguir estudiando porque no tenía papeles de residencia, entonces se regresó a México. Cuando ella llegó a los Estados Unidos, vino hasta Oregón porque tenía una hija que vivía en el estado. Dice que hizo amistades en la iglesia católica y explica que la comunidad latina en ese tiempo era muy pequeña, pero que ha crecido desde entonces. Continúa la entrevista hablando sobre la vida en Oregón en comparación con la vida en México. Ella cree que la vida es mejor aquí que allá. Villán Ramos también habla sobre un día normal en su vida. Dice que sale los sábados o los domingos, va de tiendas, comparte con sus nietos, o a veces va a actividades en la iglesia o en la biblioteca. Villán Ramos es parte del programa Nuestros Abuelos en la biblioteca pública de Canby y tuvo la oportunidad de ver documentales sobre la historia de Latinoamérica. Ella cambia de tema para hablar sobre lo difícil que es el no poder hablar inglés en los Estados Unidos. Habla de los trabajos que su familia hace: sus hijas trabajan en una fábrica de plásticos, y sus hijos y esposo, en el campo. Villán Ramos también habla sobre lo que le gusta hacer en su tiempo libre; dice que ve novelas y que casi no sale de Canby. Habla de nuevo de la vida en Canby; ella dice que es mejor aquí, y que le gusta ir a los parques. Comparte un poco sobre el día de las madres y algunas de las actividades que ocurren en su iglesia. Villán Ramos dice que le gusta divertirse en el baile, y que ama la música. Cuando hay bodas o bautizos, ella y su familia van a estas celebraciones. En conclusión, Villán Ramos habla sobre el vivir tranquilo y dar mucho amor a la familia. Dice que en el futuro quiere aprender inglés y que quiere un mejor futuro para sus nietos y para la comunidad latina. Ella quiere ver que toda la comunidad latina salga adelante. Al final, relata sus opiniones sobre algunas de las diferencias entre abuelos, padres, e hijos, es que ahora hay menos sufrimiento que había antes. Ella cree que es porque en los Estados Unidos han tenido más oportunidades y eso es algo que ha ayudado a toda la familia, especialmente las generaciones jóvenes.

Description: Villán Ramos begins the interview talking about her childhood and the suffering she endured due to her father’s death at a young age. She explains that mother did not work because she was in charge of caring for her and her siblings. She shares that her family did not have enough money for food and had to eat things like herbs and mushrooms. She married at sixteen years of age; her husband worked in the fields. She explains that she continued to suffer because they were poor and had little food. She worked with her husband when she could, but was housewife for much of her life. Villán Ramos talks about her decision to immigrate to the United States. She says she was tired of suffering and wanted to seek job opportunities and a better life. She shares her journey crossing the border and how dangerous it was. She also speaks of one of her grandchildren who attended high school but could not continue his education because he had no residency papers so he returned to Mexico. When Villán Ramos came to the United States, she came to Oregon because she had a daughter who lived in the state. She says she made friends through the Catholic church and explains that the Latino community at that time was very small, but has grown since. Continuing the interview, she talks about life in Oregon compared with life in Mexico. She believes that life is better in the United States than in Mexico. Villán Ramos also talks about a typical day in her life. She shares that on Saturdays or Sundays she usually goes out; she goes shopping, spends time with her grandchildren or sometimes participates in activities at her church or library. Villán Ramos is part of the program ‘Nuestros Abuelos’ at the Canby Public Library. There, she had the opportunity to view documentaries on Latin American history. She changes the subject to talk about how difficult it is not to speak English in the United States. She talks about the work that her family does: her daughters work in a plastics factory, and her sons and husband in the fields. Villán Ramos also talks about what she likes to do in her spare time; she says she watches soap operas and almost never leaves Canby. She speaks again of life in Canby; she says it is better here, and that she likes to go to the local parks. She shares a little about what she does on Mother’s Day and some of the activities that occur in her church. Villán Ramos likes to attend dances and loves music. When there are weddings or christenings, she and her family attend the festivities. To conclude, Villán Ramos talks about the living her life in peace and spending time with her family. She says that in the future, she wants to learn English and hopes for a better future for her grandchildren and the Latino community in general. She wants to see the entire Latino community succeed. Finally, she shares her views on some of the differences between grandparents, parents, children, and that there is now less suffering now than as she experienced before. She believes it is because they have had more opportunities in the United States and that is something that has helped the entire family, especially the younger generations.

Extent: 00:53:30 (audio)
Language: español / Spanish
Item 8: Jorge Paz, el 26 de mayo del 2016 / May 26, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (audio) está disponible en el internet / is avaiable online.

Descripción: Jorge Paz empieza la entrevista hablando sobre dónde él y sus padres nacieron. Paz nació en Guatemala en un pueblo pequeño. El relata cómo tuvo que empezar a trabajar desde muy pequeño, pero explica que no sufrió, sino que él estaba contento porque tenía a sus padres y ellos lo apoyaban. Continúa con compartiendo sobre dónde trabajó y que fue lo que lo causó a inmigrar a los Estados Unidos. Habla un poco sobre sus primeras experiencias en los Estados Unidos, específicamente en la ciudad de Los Ángeles, California. Dice que al principio fue difícil y describe una ocasión en donde tuvo que quedarse sin hogar y vivió en la calle. En unos días pudo encontrar una familia mexicana que le dio un cuarto en dónde quedarse. Se quedó con esta familia por un tiempo y empezó a adaptarse a la vida en los Estados Unidos. Paz continúa hablando sobre los lugares donde trabajó los primeros años que vivió en los Estados Unidos. Dice que se quedaba en los Estados Unidos por un tiempo y regresaba a Guatemala para visitar a sus hijos. Después de regresar a California, explica que trabajó en agricultura alrededor del estado hasta mudarse a Oregón. En Oregón, Paz explica que trabajaba en el área alrededor de Forest Grove y Cornelius. Continuó trabajando en la agricultura, cual lo ayudó a recibir una visa para el trabajo. Esto le facilitó la ida y venida a Guatemala, y su residencia permanente en los Estados Unidos. Paz habla sobre la vida en Canby, Oregón, y la comunidad latina. Él dice que la comunidad es muy tranquila, no hay problemas en la comunidad latina o entre otras comunidades. Paz piensa que la comunidad anglo está consciente de la comunidad latina y que ha tratado de traer cambios positivos que ayuden a las dos comunidades. También habla sobre la comida y como a través de los años ha habido más y más tiendas mexicanas que venden productos similares a los que comía en Guatemala o México. Paz regresa al tema del trabajo hablando sobre cómo los jefes tratan a los trabajadores inmigrantes. Él dice que hay unos que son malos y muy exigentes con uno, entonces hacen el trabajo muy difícil y pesado. En el caso de Paz, explica que el patrón con quien él trabajaba era muy amable y hasta lo ayudó a sacar su visa de trabajo y residencia. Menciona que uno viene a los Estados Unidos a trabajar y que, si hay algo que lo impide a uno de hacer su trabajo, uno se va de ese trabajo. Paz entonces comparte algunas de las cosas que hace para divertirse. Recuerda que siempre le gustaba nadar de joven, por eso siempre que tenía tiempo libre, iba a Tillamook, Oregón, con sus amigos a nadar en el mar. Hablando de su tiempo libre, Paz dice que siempre trabajaba doce horas al día y que a veces el trabajo nomás le dejaba el domingo en la tarde libre. Explica que es mucho reír y sufrir cuando uno viene a trabajar a los Estados Unidos. Y, porque el trabajo es duro, uno se tiene que ver en la cara y preguntarse si está listo para hacer este tipo de trabajo y por cuánto tiempo. Paz cambia de tema para hablar sobre lo que le gusta aprender. Comparte algunos de los libros que le gusta leer, muchas revistas de ‘National Geographic.’ Paz entonces hablar sobre la religión y la idea de evolución. Habla sobre diferentes interpretaciones de la biblia y lo que creen unos y otros y de varios temas de la religión cristiana. Continuando la entrevista, Paz le da gracias a Dios. Dice que todos los años que ha pasado trabajando en los Estados Unidos lo han ayudado a ayudar a su familia en Guatemala quienes tienen una mejor vida en parte por sus esfuerzos. También explica que no ha visitado a su familia en muchos años pero que se mantiene en comunicación con ellos por teléfono e internet. Hablando sobre la familia, Paz relata lo que sus padres le enseñaron e inculcaron en él ser una persona buena, trabajadora, y capaz de sobrevivir en esta vida. También menciona otros valores como respetar a los demás y lo importante que es el respeto. Cuando le preguntan que son sus planes para el futuro, él dice que va a continuar viviendo en Oregón y no tiene planes de regresar a su tierra natal. Explica que sus hijos ya no lo necesitan, pero que está contento que pudo ayudarlos como sus padres lo ayudaron a él. En conclusión, Paz habla sobre porque piensa que este es un proyecto bueno que va ayudar a otros latinos a ver que si hay cosas bonitas en los Estados Unidos y que, aunque uno sufra, uno puede lograr sus metas y disfrutar su vida. Termina dándole que le da gracias Dios por todo lo que ha logrado.

Description: Jorge Paz begins the interview talking about where he and his parents were born. Paz was born in Guatemala in a small town. He explains that he had to begin working at a very young age, but did not suffer and instead was happy because he had his parents and they supported him. He then shares where he worked and what caused him to immigrate to the United States. He talks a little about his first experiences in the United States, specifically in the city of Los Angeles, California. He says that at first it was difficult and describes an occasion where he was homeless for a few days until he found a Mexican family that gave one room in which to stay. He lived with this family for a while and began to adapt to life in the United States. Paz continues to talk about where he worked during the first few years he lived in the United States. He says that he stayed in the United States for a while and returned to Guatemala to visit his children. After returning to California, he explains that worked in agriculture throughout the state before moving to Oregon. In Oregon, Paz explains that worked in the areas around Forest Grove and Cornelius. He continued to work in agriculture, which helped him get a visa for work. This provided him with the ability to come and go to Guatemala, and then reside permanently in the United States. Paz talks about life in Canby, Oregon, and the area’s Latino community. He says the community is very quiet, and there are no issues within the Latino community or among other communities. Paz thinks the Anglo community is aware of the Latino community and has tried to bring positive changes to help the two communities come together. He also talks about food and how through the years there have been more and more Mexican stores selling similar products that he ate in Guatemala and Mexico. Paz returns to the theme of work talking about how bosses treat migrant workers. He says that there are some who are bad and very demanding and make the work very difficult. In his case, however, Paz explains that the employer with whom he worked was very friendly and even helped him get his work visa and residency. He mentions that when one comes to the United States to work, if something prevents one from doing their job, they need to leave that job. Paz then shares some of the things he does for fun. He recalls that he enjoyed swimming as a child, so whenever he had free time as an adult, he would go to Tillamook, Oregon, with his friends to swim in the sea. Speaking of his free time, Paz says that he would often work twelve hours a day and sometimes work left him only Sunday afternoons free. He explains that it is much laughter and suffering when you come to work in the United States. And, because the work is hard, you have to ask yourself if you are ready to do this kind of work and for how long. Paz then changes the subject to talk about what he likes to learn. He shares some of the books he likes to read as well as magazines such as National Geographic. Paz then discusses religion and the idea of evolution. He talks about different interpretations of the Bible and several issues of the Christian religion. Continuing on with the interview, Paz gives thanks to God. He says that all the years spent working in the United States have helped his family in Guatemala who have a better life, in part due to his efforts. He also explains that he has not visited his family in years but remains in communication with them by phone and the internet. In speaking about his family, Paz recalls what his parents taught him and that they instilled in him to be a good person, hardworking, and able to survive in this life. He also mentions other values such as respecting others and how important respect is. When asked what his plans are for the future, he says he will continue to live in Oregon and has no plans to return to his homeland. He explains that his children no longer need him, but he is glad he could help them as his parents helped him. In concluding the interview, Paz talks about the interview project itself and that he thinks it is a good project that will help other Latinos to learn about life in the United States. Also, that even if one suffers, one can achieve their goals and enjoy your life. He concludes with giving thanks to God for everything he has achieved.

Extent: 01:32:27 (audio)
Language: español / Spanish
Series 4: Yamhill County / Serie 4: Condado de Yamhill, 2016 Add to Shelf

13 entrevistas (una de tres partes); la condada de Yamhill

El Proyecto: La comunidad latina en el condado de Yamhill tiene una historia profunda y diversa, y su contribución en la comunidad local es significante. Nuestras Voces y Herencia es un proyecto dedicado a la recolección y preservación de las historias personales de la comunidad Latina del condado.

Las entrevistas del condado de Yamhill están disponible en el internet.

13 interviews (one with 3 parts); Yamhill County

The Project: The Latino community in Yamhill County has a rich and diverse history and has contributed greatly to the county's identity. Nuestras Voces y Herencia is a project dedicated to gathering and preserving the life stories of Yamhill County's Latino community.

The Yamhill County interviews are available online.

Item 1: María Vigil, el 9 de abril del 2016 y el 20 de mayo del 2016 / April 9, 2016 & May 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (audio) está disponible en el internet / is avaiable online.

Description: María Vigil gave two interviews that were combined into one. In the first, shorter interview (about 13 minutes), Vigil begins by sharing information about her family, her childhood experiences as a part of a migrant worker family, as well as her family's settlement in Oregon. She then talks about her professional work and education. Vigil explains that she worked as a nursery aide La Casa Nursery, as a school volunteer in McMinnville, and teacher's aide at Wascher Elementary School in Lafayette. She discusses how she earned her GED and later her teacher's certificate. She also shares the challenges she overcame as the first in her family to go to college, the support received from her family, and her pride in her accomplishments. She notes that although retired, she still volunteers. In the second interview, Vigil again begins by sharing her family history - her father was a migrant farmworker and her mother, once they settled in Oregon, worked for many years for Diane's Foods in McMinnville. Vigil then shares her immigration story from Mexico to Texas, and that her family lived temporarily in Idaho, in Arizona, and Oregon, before settling permanently in Oregon in the 1950s. Vigil then talks about what she did for fun when she was young, her siblings, and her work experiences as a child - Vigil worked in the fields with her father and managed her siblings' work in the fields. She explains that she only completed a third grade education in Texas, and that when her family moved to Oregon, her father insisted that she only work and assist him with translations. Vigil worked picking cotton in Arizona, harvesting beets in Idaho with the short hoe, picking cherries in Washington, and picking a variety of fruits, vegetables, and nuts in Oregon. Vigil goes on by talking about her jobs as adult - being a cleaning person at McMinnville Hospital, an aide at a nursery in Newburg, and as a teacher's aide in Lafayette - as well as at the same time continuing her education with a GED and an associate's degree from Chemeketa Community College. She specifically notes that she graduated from college at the same time her oldest son graduated from high school. Vigil explains that she later quit her job so she could pursue a degree full time at Western Oregon University from which she received her teaching license. She then worked for over 20 years at various schools in Dayton and Sheridan; her specialty is in ESL. Although retired, Vigil notes that she continues to teach. Vigil then begins to share information about her immediate family. She says that the main challenge she overcame during her immigration and adaptation to the United States was learning English in Texas. She recalls that it was difficult as the teachers were unhelpful and that she would be reprimanded for speaking Spanish at school. She reflects that it was during her time working in the fields, translating for her father, that she learned English. Vigil then recalls her family's permanent settlement to Dayton, Oregon, but that they still traveled elsewhere for seasonal work. She then expresses her first impressions of Oregon, specifically noting the state's climate and natural beauty. Vigil then shares the specifics of her family's move to Oregon; about how they traveled by truck from Texas with several other Latino families - those other families settled in Woodburn, in Independence, and in Corvallis. Vigil's family was the sixth or seventh Latino family to settle in Dayton. She recalls few other Latino families in Yamhill County but notes that they all knew each other from working together in the fields and would get together on the weekends for potlucks. Vigil reflects upon how the Latino community has grown a lot in Yamhill County and that she used to know all the families but she no longer does. She then shares examples of her experiences facing discrimination while living in Yamhill County due to her Latina identity and for speaking in Spanish. However, she says that she has observed there is now less discrimination overall though it does still occur. Vigil then shares her involvement with the Catholic Church San Martín de Porres in Dayton; she participates in bible study and volunteers in the kitchen. She also talks about various holidays she celebrates with her family involving a lot of food, music, and enjoyment with each other - her mother and siblings all live relatively close geographically. Vigil then reflects on the differences between the generations - she recalls how strict her parents were, that her parenting style was more relaxed, and that her children's style differs from her own. Vigil concludes with sharing her plans for the future which include being active, healthy, and happy, as well as spending time with and supporting her family.

Descripción: María Vigil dio dos entrevistas que se combinaron en una. En la primera entrevista, la más corta es de unos 13 minutos. Vigil comienza compartiendo información sobre su familia, sus experiencias de cuando era joven y siendo parte de una familia trabajadora migrante. También habla sobre la decisión de su familia vivir en Oregón. A continuación, habla de su trabajo profesional y su educación. Vigil explica que trabajó como ayudante de guardería en 'La Casa Nursery,' era voluntaria en una escuela en McMinnville, y era asistente de maestra en 'Wascher Elementary School' en Lafayette. Ella explica cómo obtuvo su GED (certificado de escuela secundaria) y luego su certificado de maestra. Ella también comparte las dificultades que superó como la primera en su familia que asistió a la universidad, el apoyo que recibió de su familia, y su orgullo de sus logros. Explica que, aunque esta retirada, ella todavía hace trabajo voluntario. En la segunda entrevista, Vigil comienza de nuevo compartiendo la historia de su familia - su padre era un trabajador agrícola migrante y su madre, después que se quedaron a Oregón, trabajó durante muchos años para 'Diane's Foods' en McMinnville. Vigil entonces comparte su historia de inmigración de México a Texas. Comenta que su familia vivió temporeramente en Idaho, en Arizona, y en Oregón, antes de establecerse permanentemente en Oregón en la década del 1950. A continuación, Vigil habla de lo que hacía para divertirse cuando era joven, de sus hermanos, y de sus experiencias de trabajo de su niñez - Vigil trabajaba en el campo con su padre y coordinaba el trabajo de sus hermanos en el campo. Ella explica que ella sólo terminó una educación de tercer grado en Texas, y que cuando su familia se trasladó a Oregón, su padre insistió en que sólo trabajara y le ayudara como traductora para él. Vigil y su familia trabajaron recogiendo algodón en Arizona, en la cosecha de remolacha en Idaho usando la azada corta, recogiendo cerezas en Washington, y recogiendo una gran variedad de frutas, verduras, y nueces en Oregón. Vigil continúa hablando de sus puestos de trabajo cuando era adulta - trabajó como ayudante de limpieza en el hospital de McMinnville, una ayudante en la guardería 'La Casa Nursery,' y como ayudante de maestra en Lafayette - así como, durante el mismo tiempo, continuó estudiando para su GED y un título asociado de 'Chemeketa Community College.' Ella nota específicamente que se graduó de la universidad al mismo tiempo que su hijo mayor se graduó de la escuela secundaria. Vigil explica que ella renunció a su trabajo para poder continuar su educación en 'Western Washington University' de la cual recibió su licencia de pedagogía. Luego trabajó durante más de 20 años en varias escuelas en Dayton y Sheridan; su especialidad es en ESL. Aunque retirada, Vigil explica que continúa enseñando como voluntaria. Vigil comienza entonces a compartir información acerca de su familia inmediata. Ella dice que el reto más difícil que superó durante su inmigración y la adaptación a los Estados Unidos fue en aprender el inglés en Texas. Ella recuerda que fue difícil porque los maestros no la apoyaban y que fue regañada por hablar español en la escuela. Ella reflexiona que fue durante su tiempo trabajando en los campos en las traducciones para su padre que aprendió el inglés. Vigil entonces recuerda cuando su familia se estableció permanentemente en Dayton, Oregón, pero que todavía viajaban a otros estados para el trabajo de temporada en el campo. A continuación, expresa sus primeras impresiones de Oregón, observando en particular el clima y la belleza natural. Vigil comparte las características específicas de la decisión de su familia de moverse a Oregón. Habla sobre la manera en que viajaron en camión desde Texas a Oregón con varias otras familias latinas - esas otras familias se establecieron en Woodburn, en Independence, y en Corvallis. La familia Vigil fue la sexta o séptima en establecerse en Oregón. Ella recuerda algunas otras familias latinas en el condado de Yamhill, y dice que todos se conocían entre sí debido a que todos trabajaban juntos en el campo y se reunían los fines de semana para comidas informales. Vigil reflexiona sobre cómo la comunidad latina ha crecido mucho en el condado de Yamhill y que antes conocía a todas las familias, pero ya no las conoce a todas porque hay demasiadas familias. A continuación, comparte ejemplos de sus experiencias en las cuales sufrió discriminación viviendo en el condado de Yamhill debido a su identidad latina y por hablar en español. Sin embargo, ella dice que ha observado que hoy en día hay menos discriminación en general a pesar de que todavía se presenta. Vigil entonces comparte su participación en la iglesia católica de San Martín de Porres en Dayton; ella participa en estudios bíblicos y es voluntaria en la cocina. Ella también habla de varios días de fiesta que celebra con su familia que involucran una gran cantidad de comida, música, y tiempo para compartir - su madre y sus hermanos todos viven relativamente cerca geográficamente. A continuación, Vigil refleja en las diferencias entre las generaciones - recuerda lo estricto que eran sus padres, que su estilo de crianza fue más relajado, y que el estilo de crianza de sus hijos es hasta más diferente que la suya. Vigil concluye compartiendo sus planes para el futuro, los cuales incluyen la actividad física, ser saludable y feliz, y apoyar y amar a su familia.

Extent: 00:53:49 (audio)
Language: inglés / English
Item 2: Brother Martín Gonzales, Parte 1 / Part 1, el 24 de mayo del 2016 / May 24, 2016 Add to Shelf

La entrevista / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.

Brother Martín Augustine Gonzales was born on February 22, 1925 in La Mesa, California; a suburb of San Diego, California; where his family lived for eleven years. Brother Martín and his family lived in housing designated for railroad laborers. His father, who worked as a trackwalker for the railroad. His mother worked cleaning houses for two families who, Brother Martín shared, treated her well. When the families she worked for disposed of clothes, Brother Martín’s mother often patched them up using her Singer sewing machine so that he and his siblings might wear them. Most of the families in this neighborhood had Mexican heritage, the parents came from Mexico while their children were born in the states. Brother Martín’s father was born during the 1880s while his mother was born just before the turn of the century. Growing up during the Great Depression, most families had little money. Brother Martín’s first playmates were the children who also lived in the railroad housing; it was not until grammar school that he began to socialize with children of different backgrounds. Brother Martín fondly recalls that he and his friends often played “cowboys” together and made their own toys including: rubber guns, bean shooters, walk out in the woods, swim in the creek and play house with little girls. Most of the socialization and play took place outside, building treehouses and swimming in the creek. The children also entertained themselves watching the trains pass by, living so close to the railroad. As a child, Brother Martín’s brother worked for surrounding farms, primarily owned by Japanese families prior to World War II. He recalls the ice cream cart coming to his town and buying popsicles for five cents during the summers. The family owned chickens who roamed the front yard of the house. As a respected member of the railroad labor force, Brother Martín’s father was permitted the ownership of a cow, which helped the family to survive the depression. The cow provided them with milk, which they also used to make cheese, though the butter did not taste well. He recalls that the family and the neighboring farms also grew their own tealeaves and other crops including: like radishes, avocados. They had relatives, the family of Tomás Gonzales in Lakeside where they grew watermelons, and corn. With this family, they sometimes went to visit and had picnic and get-togethers. Despite of the proximity to the ocean, Brother Martín recalls that the family only visited the beach two or three times a year. Twice a month, the family traveled to San Diego to attend mass at the Catholic Church of Guadalupe. From the city dump, his family also collected rags, copper, metal to sell to make money. Many times with this money they went to the movie theater where cowboys were as the heroes of many films. He remembers Tom Dix and Buck Jones.  During this time, only one neighboring family owned a radio, which the neighborhood would gather round to listen to each night programs such as Eddie Cantor, Lone Ranger, etc. At the age of nine, Brother Martín began to play baseball in school-his coach was Japanese. He also played marbles, competitive sports, including softball (pitcher) and basketball, while his brothers Joe and Manuel were boxers, a sport Brother Martín and his friends idolized. He also recalls assembling a bicycle from scavenged parts with his friends, a bicycle he says probably lacked brakes, but on which he and his friends had fun nonetheless. They walked to school a quarter of a mile. Of being Mexican, Brother Martín does not recall feeling ashamed, he knew he was different. He does remember that his and other Mexican families did not have the resources to be able to travel to the mountains, or to the World Fair when it came to San Diego during the 1930s. His family entertained themselves in other ways. After skipping a grade in school, Brother Martín graduated high school at the age of seventeen. During his high school years, he remembers artwork and drawing and he recalls playing American Football as a quarterback. Of Christmas traditions, Brother Martín recalls that the family could not afford a Christmas tree, though they decorated a spruce tree given to his mother as a gift. The children hung socks on Christmas Eve and would receive coins within and a shirt as their gift. The family Christmas celebrations did not center on gifts, rather the traditional Mexican foods served at Christmas, including ‘buñuelos’ (crepes) and ‘tamales’, and time spent with family. Brother Martín remembers that during his time in school, he got into a few fights, saying that he probably got beat up. He usually tried to engage in fights with boys bigger than him. Here, his brothers’ love of boxing came in handy, as Brother Martín enlisted the help of his elder brother Manuel, eight years his senior. Brother Martín grew up with his older brothers Joe and Manuel. He recalls that he had younger twin brothers who both died in their early childhood, the deaths he attributes to illness and lack of treatment. Brother Martín also believes that he may have had a sister who passed away as well, though he isn’t certain. He is the youngest of his siblings to live to adulthood. Brother Martín learned, when he was eighteen and when his brothers were recruited, that Joe and Manuel had a different father than he did. Their last name was Barrón. They were born to his mother before she married Brother Martín’s father. At this eighteen, Brother Martín was drafted into World War II, followed later by his two older brothers. He remembers watching a professional football game in a stadium when the announcers paused and announced the Japanese bombing of Pearl Harbor in 1941. At first, Brother Martín and his friends did not concern themselves much with these events, not being familiar with Pearl Harbor or even Hawai’i in general. As families did not regularly have television, radios, or easy access to newspapers in the countryside. He recalls that the newspaper put out an “Extra” with news about the attack. The war seemed very far off indeed, until the draft began.

Fray Martín Augustine Gonzales nació el 22 de febrero del 1925 en La Mesa, California, un suburbio de San Diego donde vivió con su familia por once años. Fray Martín y su familia vivían en un alojamiento designado para los trabajadores ferroviarios; su padre trabajaba como un caminante de la vía del ferrocarril. Su madre limpiaba dos casas de unas familias quienes eran muy simpáticas y la trataban bien. Cuando estas familias desechaban su ropa vieja, su madre las arreglaba, en su máquina de coser Singer, para que Fray Martín y sus hermanos las pudieran usar. La mayoría de las familias en el barrio eran descendientes de mexicanos. Sus padres vinieron a los Estados Unidos de México y sus hijos nacieron aquí. Su padre nació durante los años del 1880 mientras que su madre nació antes del 1900. Él creció durante la era de la Gran Depresión. La mayoría de las familias en esa época tenían poco dinero. Los primeros amigos de Fray Martín eran los niños de su barrio; no platicaba con niños afuera de su barrio hasta que asistió la escuela primaria. Fray Martín recuerda con cariño que, con sus amigos, jugaban a los vaqueros; y que ellos hacían sus propios juguetes, incluyendo a las pistolas de goma, y las cerbatanas. Casi toda su socialización tomó lugar afuera, construyó casas en los árboles y el nadaba en el arroyo. Pasaron el tiempo mirando a los trenes porque vivían cerca de los ferrocarriles. De niños, sus hermanos trabajaban para unos rancheros para unas familias que vivían cerca de ellos. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de estas fincas eran propiedad de unas familias japonesas. Él recuerda que había un carrito de mantecados donde podía comprar una paleta por cinco centavos durante los veranos. Su familia tenía unas gallinas quienes andaban en frente de la casa. Como un empleado respetado de mano de obra de los ferrocarriles, a su padre se le permitió tener en su propiedad una vaca. Esta vaca ayudó a la familia a sobrevivir la Gran Depresión. La familia utilizó la leche para beber; también hacían queso y mantequilla. Sin embargo, el comenta que la mantequilla nunca supo bien. Fray Martín recuerda que su familia y las otras familias del barrio crecían sus propias hojas de té, rábanos y otros cultivos. Su familia tenía un familiar Tomás Gonzales, que vivía en Lakeside.  Él cultivaba sandías, y maíz. A veces, ellos compartían en fiestas y en pasadías. A pesar a la proximidad al mar, según Fray Martín, su familia no visitaba a la playa nada más que dos o tres veces al año. Sólo dos veces al mes, su familia viajaba a San Diego para asistir a misa en la iglesia católica de Guadalupe. Además, su familia recolectaba a unos trozos de tela, cobre, y otros metales para vender y tener más dinero.  A veces utilizaban este dinero para ir al cine. En estos tiempos, los vaqueros eran los héroes de muchas películas. Él recuerda Tom Dix y a Buck Jones. En aquel tiempo, había solamente una familia en su barrio que tenía un radio, y todos se reunían para escuchar cada noche algunos programas como los de Eddie Cantor y el Llanero Solitario. Cuando tenía nueve años, Fray Martín empezó a jugar béisbol y su entrenador era japonés. Él también comenzó a jugar ‘softball’ y básquetbol mientras sus hermanos eran boxeadores. Fray Martín y sus amigos idolatraban a Joe y a Manuel. Además, recuerda que el construyó una bicicleta con piezas que encontró. La bicicleta no tenía frenos, pero tenía la diversión. Hablando de su herencia mexicana, Fray Martín no recuerda haber sentido vergüenza por ser mexicano; sólo sabía que él era diferente. Su familia y las familias de sus vecinos no tenían los recursos financieros para viajar a las montañas, ni para ir a la Feria Mundial cuando vino a San Diego en los años 1930. Después de adelantar un grado en la escuela, Fray Martín se graduó de la escuela secundaria a la edad de diecisiete años. Durante sus años en la escuela secundaria, recuerda que jugaba el fútbol americano como un ‘quarterback’. Hablando de las tradiciones de navidad durante su niñez, Fray Martín recuerda que su familia no podía comprar un árbol de navidad. Un año le regalaron a su madre un árbol de abeto. Al árbol de abeto lo decoraron con calcetines en la Víspera de navidad y recibieron las monedas dentro de los calcetines y una camisa de regalo. Las celebraciones de navidad de su familia no se encentraban en regalos, en lugar, sino se enfocaban en los alimentos tradicionales de México servidos durante la Navidad, estos incluían los buñuelos y los tamales, y pasar el tiempo con su familia. Fray Martín recuerda que, durante su tiempo en las escuelas primaria y secundaria, tuvo algunas peleas, con el argumento de que probablemente le dieron una paliza como usualmente intentó pelearse con los niños más grandes que él. Aquí, el amor del boxeo de sus hermanos fue muy útil, porque Fray Martín pidió la ayuda de su hermano mayor Manuel, ocho años mayor que él. Fray Martín creció con sus hermanos mayores, Joe y Manuel. Recuerda que tenía hermanos menores que eran gemelos, pero que ellos murieron en su niñez a causa de enfermedad y por falta de tratamiento. Además, Fray Martín cree haber tenido una hermana menor que se murió también, pero que no está seguro. Él es el más joven de sus hermanos que ha vivido hasta la edad adulta. Cuando tenía dieciocho años, aprendió cuando los reclutaron en el ejercito que sus hermanos mayores, Joe y Manuel, tenían un padre diferente que el suyo. El apellido de ellos era Barrón. Su madre los tuvo con otro esposo y luego ella se casó con el padre de Fray Martín. Él fue a quien primero reclutaron para pelear en Segunda Guerra Mundial, y después, fueron reclutados Joe y Manuel también. Él recuerda se encontraba en un estadio viendo un partido profesional de fútbol americano cuando los locutores detuvieron el juego y anunciaron el bombardeo de Pearl Harbor en el 1941. Al principio, Fray Martín y sus amigos no se preocuparon mucho con este evento, porque no estaban familiarizados con Pearl Harbor o Hawái en general. Él recuera que el periódico publicó un ‘Extra” tres horas después del que supieron del ataque con todos los detalles. A medida que las familias no tenían un televisor, ni radio, o acceso a los periódicos en el campo, la guerra les parecía muy lejos, de hecho, hasta que la implementación del reclutamiento.

Extent: 00:22:38 (video)
Language: inglés / English
Item 3: Brother Martín Gonzales, Parte 2 / Part 2, el 7 de junio del 2016 / June 7, 2016 Add to Shelf

La entrevista (audio) / the interview (audio) y entrevista (video) / interview (video) están disponible en el internet / are available online.

Note: The video syncs with the audio track at 04:30. The video continues for 25:38, matching the audio. However, after the video ends, the audio continues for 1:14:08 in length.

Description: Reiterating his earlier interview, Brother Martín begins with a small recap. He is 91 years of age, having been born in February 22, 1925 in La Mesa, a suburb of San Diego, California. Growing up, he spoke Spanish at home but conversed in both English and Spanish outside the home with his friends. Brother Martín recalls that he was very sociable in his childhood, with many friends. Similar interests in sports united the children. Of his childhood home, Brother Martín remembers that there were three rooms, one of which, the kitchen, housed a wood stove. Another room belonged to his parents and the last to himself and his brothers. As the children played mostly outside, Brother Martín says that the family was comfortable in spite of the close quarters. Showers and laundry took place in communal areas open to the housing complex. From La Mesa, California, the family moved to San Diego, California when Brother Martín’s father was transferred for his job as a trackwalker for the railroad. Here, the family encountered cultural diversity, living amongst the African American population in San Diego. Brother Martín’s father continued his position while his brothers entered the labor force as well. He recalls that very few Mexican Americans held “professional” positions at this point in time, most held labor positions. Brother Martín remembers that racial integration was somewhat uncommon. Each group had different districts in which they attended school: Mexicans, Blacks, Greeks, Italians, and Chinese all had separate education designations. He tells us that integration was not common back then. He remembers that each group had their stores like the Italians and the Jews. Brother Martín attended Catholic school until the ninth grade in San Diego. Then he attended to public school in the tenth grade. For his junior and senior years he attended catholic school because the Knights of Columbus established a scholarship in Brother Martín’s parish during his adolescence, which he received after two older boys left. With this scholarship, he attended St. Augustine. In desperate need of athletes, Brother Martín lettered athletically in six different areas in only two years while at St. Augustine. Brother Martín joined the monastery and came to Oregon in 1952 at 27 years of age. He served as a soldier in World War II and then attended Loyola University from 1946-1947, after which he attended San Diego State University for a semester before joining the monastery in May of 1952. At first, only three monks within the monastery in California came from Mexican backgrounds, two from New Mexico and Brother Martín himself. Of his early years in the monastery. Brother Martín recalls a class difference between the monks. He contends that the Spanish perceived themselves as smarter than their Mexican brothers and that churchgoers received different treatment according to their backgrounds as well. Brother Martín attributes his self-confidence to his participation in sports and his sociability. Brother Martín fondly recalls the bond between Chicanos early in his monastic career. With some of his close friends, they founded a church club called the ‘Caballeros de Guadalupe’, or the Knights of Guadalupe. Both religion and sports have played large roles in Brother Martín’s life. Sports provided him with discipline and humility, lessons he utilizes today within the monastery. He shared that his coach Bancock taught and encouraged the team to pray. During his time as an athlete, Brother Martín carried a rosary with him at all times. He also recalls praying for himself and his team to win, something he had no problem with, as he liked to win. As a child, Brother Martín recalls that few families had telephone or television. Visitors were welcomed rather than dreaded. The arrival of guests signaled the preparation of a meal and fiesta to follow. After dinner, Brother Martín remembers the men telling each other stories in Spanish. These stories stand out more vividly in his mind than any television program he had the opportunity to watch. Upon coming to Oregon, Brother Martín had to learn to communicate in Spanish again. Though he took classes in high school and could communicate in Spanish as a child, Brother Martín never considered himself fluent in the language. Though the monastery restricted interaction with those outside of the order, Brother Martín encountered a family from Mexico through his work. The parents spoke little to no English and the father asked for work in order to provide for his family. This was Brother Martín’s first foray into communicating and working with Spanish-speaking families. At this time, very few Mexican families resided in Oregon, let alone in McMinnville, though now, he says that there are many. Little by little, Brother Martín’s order allowed for more interaction with both the public and with other orders. In the 1960s, the order worked in Eola Village, a camp for seasonal migrant workers. As the only Spanish-speaking member of his monastery, Brother Martín communicated extensively with children and families within the camp. Priests from Mexico, sisters from the Dominican order, and Benedictines from Minnesota also came to work in the camp. Brother Martín recalls handing out candy to the children in the camp, some of whom are grandparents today. Though he believes his Spanish speaking abilities are still not perfect, he does say that it is easier now than before. The Benedictine order does not typically work within parishes, though the rules were relaxed in this instance in order to provide mass in Spanish and help to the migrant workers living in Eola community. Brother Martín noticed that some families began to plant roots in the community, enrolling their children in local schools and choosing to remain in the area. Around this time, the Claretians came to Dayton, Oregon and with two skilled members of the community, Sean de La Rosa and Eugene Swaggart and the congregation built the Church, St. Martín’s, where the theatre was. This church is still used today, and with a primarily Hispanic congregation. The Claretians dispatched their missionary teams to surrounding towns, including: Independence, Jefferson, Salem, and Dayton in order to build their congregation. Brother Martín speaks in depth of the race relations between Hispanics and Whites during his time in the monastery, primarily between the 1960s-1980s. Being well traveled, Brother Martín says that he has witnessed racial divides in each place he has served, he believes that things are slowly getting better. At the age of 91 (2016), Brother Martín says that he is now starting to appreciate his Mexican culture, the language, and the customs; something he didn’t do at a young age. However, his 64 years in the monastery have enabled him to reflect on these aspects of his life and to realize what has been most important. Today, Brother Martín embraces the celebration of culture rather than the ritual of his profession. The growing population of Hispanic families, he believes, has been beneficial to the Church. Embracing both cultures has produced beautiful bilingual services and more attendance from the congregation. Brother Martín emphasizes the need to respect all different cultures. Growing up he learned a lot about Vietnamese, Korean, Filipino, and Japanese cultures. During his time with the order, he has learned more about South and Central American cultures. Of joining the monastery in 1952, Brother Martín says he did so as a present to his mother. After selling all of his possessions, he joined the Trappist monastery in New Mexico. A tenant of the Benedictine order states that members must make their living by farm work. This was difficult to do given the rocky land the monastery had to work. At this time, the Catholic Church urged all cloistered communities to support themselves; this, coupled with the increased cost of living led the Trappist monastery in New Mexico to relocate to Oregon. Brother Martín recalls that his first impression of Oregon was the number of trees. Since his family could not afford Christmas trees during his childhood, he enjoyed seeing them everywhere. Of his jobs in the order, Brother Martín says that he has had many. He first raised chickens. Later he became the “Master of Brothers”, teaching new brothers the customs of the order, and guiding rather than disciplining them; though it was against the rules to talk spiritually with them at this point. After becoming an honorary sub-prior, Brother Martín also served as a welder, a gardener, and a party planner. Believing that alcohol was necessary to enjoy a party, Brother Martín frequently ordered it for parties. He was later relieved of these duties, saying that he “had to join the non-drinkers about 21 years ago,” an outcome he now sees as a blessing. Since then, Brother Martín has also worked in the guesthouse of the monastery and as a cook. Asked how he found the community when he came to Yamhill County, Brother Martín notes that the community members were initially critical of Mexican immigrants. He found the racial divides similar to those he experienced when he attended school in San Diego. Though he notes that things have gotten better, Brother Martín adds that there is always room for improvement. Speaking as to whether he experienced prejudice or racism himself when he came to Yamhill County, Brother Martín responds that he first felt out of place in the cathedral in Portland, but he adds that it takes time to connect with one another and realize people have different customs. While he felt ashamed of being Mexican upon first coming to Oregon, he says he does not feel this way now. Asked to share what valuable lessons he has learned during his time, Brother Martín talks of the blessing that is Alcoholic Anonymous in his life (AA), though he didn’t view it in this way at first, he firmly believes it now. Brother Martín also mentions the power of prayer and the importance of asking for help when needed. He shares that God says: “Dedicate your life to me and I will give you a hundred fold” Lastly, he urges people to ask help from God.

Descripción: Como en su primera entrevista, Fray Martín comienza con un resumen. Tiene 91 años (2016), nació el 22 de febrero de 1925 en La Mesa, California, un suburbio de San Diego. En su hogar de la niñez, hablaban español, pero platicaba en español e inglés afuera de la casa con sus amigos. Fray Martín recuerda que era un niño muy sociable, que tenía muchos amigos y que todos gozaban de los deportes atléticos. De su casa, recuerda que había tres cuartos, uno de estos cuartos, la cocina tenía una cocina de leña. Un cuarto para sus padres, y el último para él y sus hermanos. Como niños, jugaban afuera de la casa la mayoría del tiempo, así que estaban muy cómodos en una casa tan pequeña. Las duchas y la lavandería estaban en una zona común en el complejo de alojamiento.  De La Mesa, su familia se mudó a San Diego, California, porque el trabajo de su padre fue trasladado. Allí, la familia encontró mucha diversidad cultural porque vivieron con la población afroamericana en San Diego. Durante su tiempo en San Diego, sus hermanos también comenzaron a trabajar. Fray Martín recuerda que había pocos mexicoamericanos con puestos profesionales en ese tiempo; la mayoría de ellos tenían trabajos laborales. Asimismo, recuerda que la integración racial era algo fuera de lo común. Cuenta que cada grupo tenía sus tiendas, como los italianos y los judíos. Cada grupo estaban en diferentes distritos en donde ellos asistían a la escuela: los mexicanos, los negros, los griegos, los italianos, los chinos; todos tenían las designaciones de educación separadas. Fray Martín asistió a la escuela católica hasta el noveno grado. En el décimo grado fue a la escuela pública. En el undécimo grado fue al colegio católico otra vez porque los Caballeros de Colón establecieron una beca en su parroquia durante su adolescencia, que él recibió después de que dos chicos mayores se fueron. Con esta beca, asistió a San Agustín. La escuela, con una necesidad desesperada de los atletas, Fray Martín ganó letras atléticas en seis áreas diferentes en sólo dos años. Él se unió al monasterio y llegó a Oregón en 1952 cuando tenía 27 años de edad. Sirvió como soldado en la Segunda Guerra Mundial y luego asistió a la Universidad de Loyola a partir de 1946-1947, después de que lo cual asistió a la Universidad Estatal de San Diego por un semestre antes de unirse al monasterio en mayo del 1952. Inicialmente, había sólo tres monjes en el monasterio tenían decencias mexicanas, dos de Nuevo México y Fray Martín. De sus primeros años con el monasterio, él recuerda una diferencia de clase social entre los monjes. Sostiene que los monjes españoles se percibían como más inteligentes que sus hermanos mexicanos. Él relata que los feligreses recibían un tratamiento diferente según sus descendencias. Fray Martín atribuye su confianza en sí mismo a su participación en los deportes y en su sociabilidad. Recuerda con cariño el lazo entre los chicanos al principio de su carrera monástica. Con algunos de sus amigos, fundaron un club de la iglesia llamado los “Caballeros de Guadalupe”. Tanto la religión y el deporte han sido papeles grandes en su vida. Los deportes, él cree, le proporcionaron la disciplina y la humildad; lecciones que utiliza hoy en día en el monasterio. El entrenador Bancock los enseñó y los alientó, al equipo, a rezar. Durante su tiempo como atleta, Fray Martín llevaba un rosario consigo cada minuto. Recuerda también que oró frecuentemente para ganar, algo con que él no tenía problema porque siempre quería ganar. Como niño, Fray Martín recuerda que había pocas familias que tenían teléfono o televisión. Las familias les daban la bienvenida a los visitantes y no se sentían abrumados por la visita.  La llegada de los huéspedes señaló la preparación de una comida y fiesta. Después de la cena, Fray Martín recuerda que los hombres se contaban historias en español. Estas historias se destacan más claramente en su mente que cualquier programa de televisión que tuvo la oportunidad de ver. Al llegar a Oregón, Fray Martín tuvo que aprender a comunicarse en español de nuevo. A pesar de que tomó clases en la escuela secundaria y podía comunicarse en español como niño, nunca consideró que tenía con fluidez con el idioma. Aunque el monasterio limita la interacción con la sociedad fuera de la Orden, Fray Martín se encontró una familia de México a través de su trabajo. Los padres no hablaban inglés, y el padre le pide para trabajo con el fin de mantener a su familia. Esta fue la primera incursión de Fray Martín tuvo entre la comunicación y el trabajo con las familias que hablaban español. En ese momento, pocas familias mexicanas residían en Oregón, y mucho menos en McMinnville; aunque ahora, dice que hay muchos. Poco a poco, su Orden permitió más interacción con el público y con otras órdenes también. En los años 1960, la Orden trabajaba en la comunidad de Eola que era un campamento para los campesinos estacionales. Como él era el único miembro de su monasterio que podía hablar español, Fray Martín platicaba frecuentemente con niños y familias en el campo. Sacerdotes de México, monjas de la Orden de las Dominicas y Benedictinos de Minnesota, también fueron a trabajar en el campo. Fray Martín recuerda dándoles dulces a los niños del campamento; algunos de los cuales son abuelos ellos mismos hoy en día. Aunque él cree que su habilidad para hablar español todavía no es perfecta, comenta que ahora se le hace más fácil que antes. La Orden Benedictina normalmente no funciona dentro de las parroquias, aunque se relajaron las reglas en este caso con el fin de dar la misa en español y para ayudar los trabajadores estacionales que vivían en el campamento en Eola. Fray Martín se dio cuenta de que algunas familias comenzaron a establecer raíces en la comunidad, inscribiendo a sus hijos en las escuelas locales y eligiendo permanecer aquí en Oregón. En ese tiempo, los Claretianos llegaron a Dayton, Oregón y con dos miembros habilidosos de la comunidad, Sean de La Rosa y Eugene Swaggart, y la congregación construyeron una iglesia donde antes había un cine. Esta es la Iglesia de San Martín, que todavía se utiliza hoy en día, y tiene con una congregación principalmente hispana. Los Claretianos enviaron sus misioneros a las ciudades cercanas incluyendo a: Independence, Jefferson, Salem, y a Dayton con el fin de construir congregaciones. Fray Martín habla con detalle y a profundidad de sus vivencias entre las relaciones raciales entre los hispanos y los blancos durante su tiempo en el monasterio, principalmente entre las décadas de 1960 y 1980. Como él ha viajado mucho, Fray Martín dice que ha sido testigo de las divisiones raciales en cada lugar que ha servido, y que cree que las cosas están mejorando poco a poco. A la edad de noventa y un años (2016), Fray Martín comparte que ahora está empezando a apreciar su cultura mexicana, su lenguaje y las costumbres; algo que no apreció en una edad temprana. Sin embargo, sesenta y cuatro años en el monasterio, le han permitido reflexionar sobre estos aspectos de su vida y darse cuenta de lo que ha sido más importante. Hoy en día, Fray Martín recibe con los brazos abiertos la celebración de la cultura más que el ritual de su profesión. Cree que la integración de familias hispanas en la iglesia ha sido beneficiosa. Acogiéndose las dos culturas ha producido misas hermosas bilingües y más concurrencia de la congregación. Fray Martín enfatiza la necesidad de respetar todas las culturas diferentes. Durante su niñez, aprendió mucho acerca de las culturas vietnamitas, coreanas, filipinas, y chinas. Durante su tiempo en la Orden, aprendió más de las culturas de América Central y de Sudamérica. Hablando de unir el monasterio en 1952, Fray Martín comparte que lo hizo como un regalo a su madre. Después de vender todas sus posesiones, se unió a la Trapa (Orden Monástica) de Nuevo México. Una doctrina de la Orden Benedictina establece que los miembros deben de ganarse la vida mediante el trabajo agrícola. Esto fue difícil ya que el terreno del monasterio era rocoso. En ese tiempo, la iglesia católica insistía que todas las comunidades ermitañas se financiaran a sí mismos. Esta regla y junto con el aumento del costo de vida hizo que el monasterio se trasladara de Nuevo México a Oregón. Fray Martín recuerda que su primera impresión de Oregón fue el número de árboles. Ya que su familia no podía costear árboles de Navidad durante su infancia. Él disfrutaba de verlos en todas partes. De sus trabajos con la Orden, Fray Martín dice que ha ocupado muchos. Al principio, criaba pollos. Más tarde se convirtió en el "Maestro de Hermanos", enseñando a los hermanos novatos las costumbres de la Orden. Él los guiaba en vez de disciplinarlos; a pesar de que estaba en contra de las reglas hablar espiritualmente con ellos en este momento. Después de convertirse en un Honorario Superior, Fray Martín también sirvió en la Orden en los siguientes trabajos: soldador,  jardinero y organizador de fiestas. Él creía que era necesario tener alcohol en las fiestas para así disfrutarlas. Fray Martín con frecuencia ordenaba alcohol para las fiestas. Más tarde fue relevado de sus funciones. Le informaron que tenía que asistir a Alcohólicos, Anónimos. Esto fue hace veinte-un año. El resultado es que ahora lo ve como una bendición. Desde entonces, Fray Martín ha trabajado en la Casa de Huéspedes del monasterio y como cocinero. Al preguntarle cómo recuerda la comunidad cuando llegó al condado de Yamhill. Fray Martín recuerda que, al principio, los miembros de la comunidad eran críticos de los inmigrantes mexicanos. Encontró las divisiones raciales similares a las que experimentó cuando asistió a la escuela en San Diego. Mientras cree que las cosas han mejorado, Fray Martín piensa que hay un margen de mejora. Acerca del prejuicio y/o racismo, comenta que cuando llegó al condado de Yamhill, Fray Martín lo sintió por primera vez; que se sintió fuera de lugar en la Catedral en Portland. Él dice que se necesitó tiempo para poder conectar unos con otros y que la realidad es que las personas tienen diferentes costumbres. Aunque se sintió avergonzado de ser mexicano cuando llegó a Oregón inicialmente, dice que no se siente así hoy en día. De las lecciones valiosas que ha aprendido durante su tiempo con la Orden, Fray Martín comparte la bendición de Alcohólicos Anónimos en su vida (AA), aunque él no lo veía de esta manera al principio, ahora cree enfáticamente que es una bendición muy importante. Además, Fray Martín habla de la importancia de pedir ayuda. Comenta que Dios dice, “Dedica tu vida a mí y te daré céntuplo”. Por último, é alienta a las personas a pedirle ayuda a Dios.

Extent: 01:14:08 (audio) y 00:25:38 (video)
Language: inglés / English
Item 4: Brother Martín Gonzales, Parte 3 / Part 3, el 20 de junio del 2016 / June 20, 2016 Add to Shelf

La entrevista (audio) / the interview y entrevista (video) / interview (video) están disponible en el internet / are available online.

Note: The video syncs with the audio track at approx. 0:40. The video then picks up from the same place and continues for 25:38, matching the audio. However, once the video ends, the audio continues to a total of 51:23 minutes in length.

Description: Brother Martin begins this portion of his interview with a small recap. The interview takes place at the Trappist monastery in Lafayette, Oregon as part of the Benedictine Order. Brother Martin joined the monastery in 1952 at the age of twenty-seven, after three years in New Mexico, the monastery settled in Lafayette in March 3, 1955. Oregon. Initially, contact between the Order and the Latino community was limited owing to the strict regulations of the Order. The first major contact with the Hispanic community took place around 1960, Brother Martin recalls. At this time, there were few Hispanic families residing in Yamhill County, most families came for seasonal work in the fields before moving on. As Brother Martin’s monastery is called ‘Our Lady of Guadalupe’, many families initially believed them to be a community of Spanish-speaking monks. On the contrary, Brother Martin is the only Mexican-American in his abbey. At first, the monastery only served to let these families know where they might go for the help they needed. Soon thereafter, Brother Martin encountered a poor family living near the monastery. He asked permission to be able to help the family by bringing them some food. In spite of his poor Spanish-speaking abilities at this point, Brother Martin learned that the husband was in need of work and so the Order hired him to perform odd jobs around the religious community. The Perales family, Juan and Elena, from Texas, experienced difficulty finding both work and services to alleviate their difficult situation. Juan, the father and husband, worked some time for the Order before moving on to different work; the family remained close friends with the monastery until Juan passed away years later. This first encounter with a Hispanic family initiated contact with other families and eventually with workers in Eola Village. The Order assisted in performing mass in Spanish once a month, though this served as their only involvement at first. The Order assisted only indirectly as their vows dictate that their life is meant to be lived within the walls of the monastery. As the number of Latino families within Yamhill County grew, Brother Martin recalls that parents and children alike began integrating into other realms of work and school in the community outside of farm work. Of his own heritage, Brother Martin says that everyone should appreciate whatever culture they come from and believes that bilingual services and abilities have benefitted the spirit of the order. Asked who influenced Brother Martin within the community at large and how they did so, he believes that he has learned by example from the Latino community. He has learned from their work ethic and from their sense of community, strong family traditions, observing that they often stay together to help others during times of hardship. Brother Martin observes that the Church has grown in recent years as the faith often unites many of the Hispanic families in the area today. In fact, over half of the diocese in Portland are Spanish-speaking today. Brother Martin believes that the Church has also progressed in other areas. The Order has relaxed some of its restrictions on working alongside women and other denominations. Brother Martin is optimistic about discrimination within the Church. Though he says he has not felt discriminated against within the monastery, he believes that the new Pope, Francis, has helped with the issue of discrimination within the Church. Brother Martin prays for continued improvement. As a proponent of the spiritual nature of nature, Brother Martin credits his upbringing with this philosophy. As a child, most time apart from eating, sleeping, and chores was spent outside, thus he came to love nature. As a Trappist monk, he took well to the constitutional rule that the brothers must earn their living through farm work. This “perfect balance” enabled him to work outside, gaining physical exercise, and to pray in nature at the same time. Brother Martin enjoyed his work farming as he got to witness the growing of crops this reaffirmed his faith. In 1972, Brother Martin attended a workshop for creation-centered spirituality which emphasized the importance of slowing down to watch and appreciate the spirituality and reverence of nature. Brother Martin shares that it does not matter which is your religious beliefs God speaks through nature. As a soldier in WWII, Brother Martin remembers dreaming of the end of the war, of his future, and his enjoyment of nature. His sixty-four years in the monastery, he says, have been a fulfillment of these dreams.

  Descripción: Fray Martín comienza la última parte de su entrevista con un resumen. La entrevista tiene lugar en el monasterio trapense en Lafayette, Oregón, parte de la Orden Benedictina. Fray Martín se unió a la Orden en 1952 cuando tenía veintisiete años. Después de él haber estado tres años en Nuevo México, el monasterio se trasladó a Lafayette, Oregón el 3 de marzo del 1955. Inicialmente, no había mucha interacción entre la Orden y la comunidad latina porque las reglas de la Orden eran muy estrictas. Fray Martín recuerda que el primer contacto importante con la comunidad hispánica tuvo lugar cerca del 1960. En aquel tiempo, había pocas familias hispanas que vivían en el condado de Yamhill. La mayoría de estas familias vinieron por el trabajo estacional en los campos para la cosecha. Como el monasterio se llama ‘Nuestra Señora de Guadalupe’, muchas familias creyeron inicialmente que era una comunidad de monjes que hablaban español. Al contrario, Fray Martín es el único mexicoamericano en su monasterio.  Al principio, el monasterio sólo ayudaba a que estas familias supieran dónde pudieran ir para la ayuda que necesitaban. Poco después, Fray Martín encontró una familia pobre que vivía cerca del monasterio. Él pidió aprobación para poder ayudar a la familia llevándoles alguna comida. A pesar de su deficiencia en no poder hablar bien el español, Fray Martín aprendió que el hombre de la familia estaba buscando trabajo. Así fue que la Orden lo contrató para hacer trabajos diversos (changas) en el monasterio de la comunidad religiosa. La familia Perales, Juan y Elena, vino de Texas y encontraron dificultad buscando trabajo y servicios para mejorar su situación económica. Juan, el padre y esposo, trabajó por un tiempo para la Orden antes de encontrar otro trabajo. La familia mantuvo una amistad con el monasterio hasta que Juan murió años después. Este primer encuentro con una familia hispana inició el contacto con otras familias, y eventualmente con los trabajadores de Eola Village. La Orden contribuía al dar misa en español una vez al mes, aunque esto sirvió como su única participación en este tiempo. La Orden ayudaba indirectamente como sus votos dictan que su vida es para ser vivida dentro de las paredes del monasterio. A medida que el número de familias latinas en el condado de Yamhill creció, Fray Martín recuerda que los padres y los niños empezaron a integrarse en otros ámbitos de trabajo y la escuela en la comunidad fuera del trabajo en los campos. De su propia herencia, Fray Martín dice que todos deben agradecer la cultura de donde vienen y cree que las habilidades y los servicios bilingües han beneficiado al espíritu de la Orden. Cuando se le preguntó quién influyó a Fray Martín dentro de la comunidad en general y como lo hacían, él cree que ha aprendido del ejemplo de la comunidad latina. Ha aprendido de su ética de trabajo, sus fuertes enlaces familiares, y de su sentido de comunitario. Él ha observado que se mantienen unidos en los tiempos buenos y en los malos. Fray Martín observa que la iglesia ha crecido durante los recientes años porque la fé es algo que une a muchas familias hoy en día. De hecho, más de la mitad de las diócesis en Portland son hispanohablantes hoy en día. Fray Martín cree que la iglesia ha avanzado en otras maneras también. La Orden ha relajado unas de sus restricciones; como, por ejemplo: ahora trabajan con las mujeres y con otras denominaciones. Fray Martín es optimista acerca de la discriminación dentro de la iglesia. Aunque dice que él no ha sentido la discriminación dentro del monasterio, él cree que el nuevo Papa, Francisco, ha ayudado con el tema de la discriminación dentro de la iglesia. Fray Martín ora para la mejora continua. Como proponente de la vida espiritual inspirada en la naturaleza, Fray Martín acredita su crianza con esta filosofía. Como niño, la mayoría del tiempo, aparte de comer, dormir, y los quehaceres, se pasaba afuera en la naturaleza, así que llegó a amarla. Como monje trapense, tomó bien a la regla constitucional que los hermanos tienen que ganarse la vida a través del trabajo agrícola. Este "equilibrio perfecto" le permitió trabajar fuera, hacer el ejercicio físico, y para orar en la naturaleza al mismo tiempo. Fray Martín disfrutó de su trabajo de agricultor porque podía ver el crecimiento de los cultivos y este reafirmó su fé. En 1972, Fray Martín asistió a un taller de espiritualidad centrada en la creación, que enfatizó la importancia de desacelerar la vida cotidiana para así ver y apreciar la espiritualidad y la reverencia de la naturaleza. Fray Martin comenta que no importa cuales son las creencias religiosas personales pero que Dios habla a través de la naturaleza. Como soldado en la Segunda Guerra Mundial, Fray Martín recuerda que soñó con el fin de la guerra, con su futuro, y con el placer de poder disfrutar la naturaleza. De sus sesenta y cuatro años en el monasterio, dice, que sus sueños han sido realizados.

Extent: 00:51:23 (audio) y 00:29:08 (video)
Language: inglés / English
Item 5: Lee Vásquez, el 9 de julio del 2016 / July 9, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.

Description: Lee Vásquez begins the interview by sharing information about himself, including his hometown, a small community south of Alamo, Texas, close to the Rio Grande. He then recounts the story of his birth as well as the histories of his parents and grandparents' backgrounds. His parents were farm laborers in south Texas; they worked for a German farmer but had their own land as well. Vásquez explains that he began working at the age of 12 or 13; he describes the balance of working and attending school as well as how much he was paid for working in the fields. Vásquez then talks about his K-12 educational experiences; his perspective on his family's lack of wealth; his memories of Christmas celebrations; and his experience learning English in school and from television programs. He continues on with the story of being drafted to join the army in October 1965 - he reported to San Antonio, Texas, attended basic training in Louisiana, and was assigned to North Carolina. Vásquez describes his experience traveling by bus for several days through the southern United States to reach North Carolina and experiencing racism towards African-Americans for the first time. He reflects upon how he did and did not fit in as a Latino and also recalls an experience of racism he endured in South Texas when he was a child at a bank with his grandfather. Vásquez continues on by explaining why his parents chose to come to Oregon. In the mid-1960s they "followed the crops" as there were fewer and fewer job opportunities in south Texas. His family first moved to North Plains, Oregon, in May 1966; they moved to Scholls, a town south of Hillsboro the next year where they lived in a small house on the farm where they worked. Vásquez notes that after serving in Vietnam for a year, in 1967 he moved to Oregon to be with his family in their new home in Scholls. He then says that in July of 1968, he moved to Yamhill county where his brother had connections with the organization the Valley Migrant League as well as with the sheriff's department. Vásquez shares the story of how, as well as why, he received a job as deputy sheriff. He acknowledges Rubén Contreras of the Centro Cultural for advocating for the need for Latinos in law enforcement in order to better represent and serve the community. Vásquez describes the details of his career and his many promotions, including his election as county sheriff in 1988. Vásquez reflects upon the significance of being the first Latino county sheriff in the state of Oregon, and he notes the only other Latino sheriff was elected in 1996 in Marion County. He then shares his many accomplishments during his tenure as sheriff - including the expansion of the prison and the creation of a juvenile detention center. Vásquez recalls some of his first experiences, training, and stories on the job as deputy sheriff, as well as the story a very memorable job-related incident in which he had to use his weapon in the summer of 1972. He talks about his experiences being discriminated against and how he thought it was "normal" during his childhood and time in the army, but that he experienced it less during his professional career. Vásquez explains his professional outlook and shares a story regarding how he disciplined a group of high school students who vandalized a local bean field. Vásquez then reflects on his experiences as a whole living in Yamhill County and his desire to give back to the community. He shares the ways in which he has done so: he and his wife established a scholarship program though Chemeketa Community College for Yamhill County high school graduates; he established a partnership and program to ensure that Latinos were able to attain drivers' licenses and insurance; and he gives presentations at local schools to support and inspire youth, especially with regards to the Latino identity. He concludes the interview with the importance of being proud of his Latino heritage. In the last four minutes of the interview, Vásquez shares memories of his grandmother, who he calls the matriarch of the Vásquez family. As an example of her power, he tells the story of an argument she had with the family's Catholic priest and that the next week the family began attending a Lutheran church.

Descripción: Lee Vásquez comienza la entrevista compartiendo información acerca de sí mismo, incluyendo su ciudad natal, una pequeña comunidad al sur de Álamo, Texas, cerca del Río Grande. A continuación, relata la historia de su nacimiento, así como las historias de sus padres y abuelos. Sus padres eran trabajadores agrícolas en el sur de Texas; trabajaban para un ranchero alemán, pero tenían su propia tierra también. Vásquez explica que él empezó a trabajar a los 12 ó 13 años; él describe su experiencia balanceando su trabajando y asistiendo a la escuela, así como la cantidad que le pagaban por su trabajo en el campo. Vásquez luego habla de sus experiencias educativas en la escuela primaria y secundaria; su perspectiva de la falta de dinero en su familia; sus recuerdos de las celebraciones de navidad con su familia; y su experiencia aprendiendo el inglés en la escuela y de los programas de televisión. Continúa su historia con el cuento de ser reclutado por el ejército en octubre del 1965 - se presentó en San Antonio, Texas, tuvo el entrenamiento básico en Luisiana, y fue asignado a Carolina del Norte. Vásquez describe su experiencia de viajar en autobús durante varios días a través del sur de los Estados Unidos hasta llegar a Carolina del Norte. Él describe cuales fueron sus primeras experiencias que tuvo con el racismo hacia los afroamericanos. Reflexiona sobre la forma en que él en sí y no se sentía parte de la comunidad como latino. También recuerda una experiencia de racismo que sufrió en el sur de Texas en un banco con su abuelo cuando era un niño. Vásquez continúa con el por qué sus padres eligieron venir a Oregón. A mediados de la década del 1960 ellos "siguieron las cosechas," porque había cada año menos oportunidades de trabajo en el sur de Texas. Su familia se movió primero a North Plains, Oregón en mayo del 1966. Después se movieron a Scholl, una ciudad al sur de Hillsboro, el próximo año. Allí vivían en una pequeña casa en la finca en la que trabajaban. Vásquez entonces comparte que después de ser soldado en Vietnam por un año, en el 1967 se movió a Oregón para estar con su familia en su nuevo hogar en Scholls. Luego comenta que en julio del 1968, se movió al condado de Yamhill donde su hermano tenía conexiones con la organización 'Valley Migrant League' y también con la oficina del alguacil. Vásquez comparte la historia de cómo, así como el por qué, recibió un trabajo como ayudante del alguacil. Reconoce que Rubén Contreras, del Centro Cultural, fue él el que sugirió la necesidad de que los latinos tuvieran representación en el departamento de la policía para mejor servir a la comunidad. Vásquez describe los detalles de su carrera y de sus varias promociones, incluyendo su elección como aguacil del condado en el 1988. Vásquez reflexiona sobre el significado de ser el primer alguacil latino del condado en el estado de Oregón. También menciona el único otro alguacil latino que este fue elegido en el 1996 en el condado de Marion. A continuación, Vásquez comparte sus muchos logros durante su carrera como alguacil - incluyendo la expansión de la prisión y la creación de un centro de detención juvenil. Vásquez recuerda algunas de sus primeras experiencias, su entrenamiento, y varias otras historias durante su trabajo como ayudante del alguacil. Específicamente cuenta una historia de un incidente relacionado con el trabajo muy memorable en la que tuvo que usar su arma en el verano del 1972. Él habla de sus experiencias siendo discriminado y cómo él pensaba que era algo "normal" durante su infancia y durante su tiempo en el ejército. Él comparte que tuvo menos experiencias de discriminación durante su carrera profesional. Vásquez explica su punto de vista profesional y comparte una historia con respecto a cómo él disciplinó a un grupo de estudiantes de la secundaria que destrozaron un campo de frijol local. Vásquez reflexiona sobre sus experiencias de su vida en el condado de Yamhill y su deseo de apoyar a la comunidad. Él comparte las formas en que ha apoyado la comunidad: él y su esposa establecieron un programa de becas en 'Chemeketa Community College' para los graduados de la escuela secundaria del condado de Yamhill; él estableció una colaboración y un programa para asegurar que los latinos fueran capaces de obtener licencias y seguro de conducir; y finalmente, él dice que da presentaciones en escuelas locales para apoyar e inspirar a los jóvenes, especialmente sobre la identidad latina. Concluye la entrevista hablando sobre importancia de sentirse orgulloso de su herencia latina. En los últimos cuatro minutos de la entrevista, Vásquez comparte recuerdos de su abuela - él dice que ella era la matriarca de la familia Vásquez. Él da un ejemplo del poder de su abuela: cuenta una historia de una discusión que su abuela tuvo con el sacerdote católico de la familia y que la próxima semana la familia comenzó a asistir una iglesia luterana.

Extent: 00:51:45 (video)
Language: inglés / English
Item 6: José Ruelas Pintor, el 12 de julio del 2016 / July 12, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview está disponible en el internet / is availble online.

Description: José Ruelas Pintor was born in a small town called Rio Verde in San Luis Potosí on October 22, 1952. His father worked as a telegraph manager for the railroad in México, for a company belonging to the government. His mother trained cooks at home because his father’s company had many employees without wives to cook for them, owing to their jobs with the railroad which caused them to travel often. His mother was very famous for her cooking and his family had a large house with a long patio on which his mother could both cook and train the cooks for the railroad employees. The employees without wives often came to eat with José and his family, sometimes there were more than one hundred employees in attendance. José was the oldest of his siblings and thus helped his mother often in the kitchen. He has two younger sisters and one younger brother. José contends that his career as a cook began with his own mother’s training. Though he claims a median education, José argues that he had excellent teachers who paid great attention to their students. He began his English education in Mexico when he was sixteen years old and continued this education for three years. José claims this education was sufficient to understand the basic elements of the language, if not the correct pronunciations. In Mexico, he had the opportunity to finish primary and secondary school and his college preparatory study science and humanities, as well. He studied sciences and humanities during his time in the preparatory. After that, José had the good luck to attend the University of San Luis Potosí, saying that his father always wanted his children to study and prepare themselves for life. José completed two years of study in philosophy and writing. He did not finish his university education as he was eager to come to the United States. José’s family had many relatives in Laredo, Texas and he wanted to meet and socialize with someone from the U.S. When he crossed the border, José began to use his English. He learned to order a hamburger and a soda and to converse with his relatives. Soon, José travelled to Chicago, Illinois with his cousins for work. He recalls with gratitude that he continued to study English at night. When he saw the experiences of Asian and Latin American immigrants, he understood the importance of continuing his education and obtaining his GED here in the U.S. Initially, when he came to the United States, José recalls that he looked almost exactly like one of his first cousins, and they had the identification cards to be able to cross the border without issue. José used one of these identifications to travel between Laredo, Mexico and Laredo, Texas. According to José, on one journey between Laredo, Texas and Chicago, almost halfway along in Kansas City, he and his companions ran out of money and had no train tickets to continue onward. They decided to remain in Kansas City in order to earn enough money to finish their journey to Chicago. José asked a passing stranger he identified as Hispanic to borrow his guitar. He then began to play and sing in the train station while American passersby gave him money as he performed. Fortunately, upon returning to Chicago, José met a woman with a daughter from China and together they attended English classes for minorities and foreign visitors. Little by little, José self-taught himself and he was then able to speak, read, and understand English with more self-confidence. Eventually, in 1975 (give or take), José came to Oregon with a band called ‘The Sons of the Sun’, playing guitar and singing. The band began playing in McMinnville, Oregon, and José came to love the state. He thought Oregon was beautiful with so much green flora and friendly people. After McMinnville, José went to Salem after falling ill and losing his voice. He went to the hospital in search of treatment for his throat. There, José met an amiable girl who would later become his wife. She was from Texas and knew little Spanish. At this time, she lived with her family in Silverton, but José never forgot her city nor her phone number. In time, José would return to Silverton for the young woman. However, first he went to San Francisco, California for three months with some of his relatives from his hometown who had established themselves there. José returned to Oregon in 1977 with a man called Emilio Gutierrez. The two decided to start a Mexican restaurant in Salem. Luckily, they quickly found a suitable place on Market Street with a cactus in front of the building. José secured five thousand dollars from a Texan man called Juan Ruiz as an investment in his new business venture. As business partners, José, Emilio, and Juan decided to have entertainment such as; a bar, music and dancing in their new business. In 1977, their restaurant opened for business in Salem and there they remained. There were many people from Chemeketa Community College there. José remembered fondly his studies in English and enjoyed practicing his skills while conversing with customers and playing both guitar and harmonica as entertainment. He recalls that the customers were very amiable with him and his business partners. According to José, they were the first Mexican kitchen in Salem. During the years that followed, José had the opportunity to get to know many people and to continue practicing his English. At last, he reconnected with the same young woman whom he met at the hospital in Salem a few years previously and the two married. She had two children, one eight and one nine years of age. Together they formed their family and soon their son Daniel was born in 1980. José continued his pursuit of learning English with her help, though he contends that he often had to study on his own as his wife did not understand the importance of him formally studying English. José credits his books and his career as a restauranteur for his speaking abilities today. José and his family came to McMinnville in Yamhill County in search of opportunities as business owners. He had a bit of money saved and with his wife started their own restaurant called ‘The Heart of Mexico’. José was unable to continue playing and singing with frequency in this new business venture as he took charge of the kitchen and his wife of the employees. At this time a young man from Mexico City came to work for José and as a dishwasher but he sang day in and day out. He also started signing in the Catholic church in the Spanish choir and met another man who also sang. With this man and another acquaintance, José later started a band and together they played and sang at different venues throughout Salem and Portland, a hobby which José relished as he had always enjoyed music. José talks about drinking and its congruity with playing music. He shares that he preferred to sing in family venues than in bars for this reason. Turning to the practices and superstitions of his family during his childhood, José says that his father always claimed to dislike superstitions, though José believed his father said this because he was a very superstitious man. For example, his parents regularly said that it would be bad luck to walk beneath a ladder if someone were painting a house. Likewise, if someone riding their bike witnessed a black cat cross the street, that would be bad luck as well. There were many home remedies used in José’s family, including: herbs, oils, teas, and foods, all used by his mother in place of western medicinal remedies. José recalls that his pueblo contained many orange groves and each house had three to four trees of its own. As children, José and his companions would collect the orange blossoms and use them to make a perfume in which they bathed. José is the only member of his family who went to Chicago and then to Oregon. The other members of his family remained in Texas and today live in Dallas. In reference to the significance of his name, José recalls that the name ‘Pintor’ comes from his maternal grandfather, a name which came from Sicily in Italy. These ancestors came to Mexico from Italy and opened an Italian restaurant there called, ‘Rafaelo’s’; a tradition which José continued here in the United States. His grandfather spoke half Italian and half Spanish, though his Spanish was rather poorly spoken. José recounts that when he was three months old, his family traveled to Italy in order to acquire more wine for his grandfather’s restaurant, having consumed their stock early. The family went in search of a ship to commission for the voyage and return shipment of a specific red wine. It was on this trip that José’s parents decided that he would attend a Catholic school for his education because his mother had great admiration for the Catholic schools in Italy. José’s mother wanted him to learn some Italian and some Latin at the seminary of San Dominico in Italy, but instead José attended the seminary where the family lived in San Luis Potosi. It was there that José began his education in music as well. He taught the nuns o play the guitar. José’s father’s family came to San Luis Potosi from Texas because they all worked for the railroad, holding different posts within the industrial sector. José recalls that during his time studying at the University in San Luis Potosi, he came across a university founder who shared his last name: Francisco Ruelas. After further investigation, José learned that Francisco was, in fact, an ancestor, an uncle whom his father had never mentioned to him prior. Francisco Ruelas started as a member of the army and eventually became a doctor, and later helped be the founder the university; Universidad de San Luis Potosí. José’s family on his father side are from Texas. José’s paternal grandfather was born in Edinburgh, Texas. His grandfather was sent to Mexico by an American railroad company to run the trains in Mexico.  His paternal grandfather showed all his children the Morse Code.  On Jose’s mother side, his great grandfather was from Sicily, Italy. José’s family has deep roots in both Europe, the United States, and in Mexico; and illustrates a long history of both students and pioneers. José urges people to study.

Descripción: José Ruelas Pintor nació en un pueblito, que se llama Río Verde, en el estado de San Luis Potosí el 22 de octubre de 1952. Su padre era entrenador de telegrafistas de ferrocarriles en México, para una compañía del gobierno. Su madre entrenaba cocineros en la casa porque la compañía en la cual que su padre tenía muchos empleados quienes no tenían sus mujeres con ellos para cocinar, a causa de sus trabajos con los ferrocarriles. Su madre era muy famosa por su comida. Su familia tenía una casa grande con un patio muy largo para que su madre pudiera cocinar para ellos y luego comenzó entrenar a los cocineros. Los empleados solteros vinieron a comer con José y su familia, a veces habían más de cien empleados. José fue el hijo mayor de su familia, así que él ayudaba a su madre en la cocina. José tiene dos hermanas y un hermano menores que él. Él dice que empezó su carrera como cocinero con su propia madre. José cree que tiene una educación mediana pero buena con muy buenos quienes ponían mucha atención a los estudiantes. Comenzó su educación de inglés en México cuando tenía dieciséis años y continuó esa educación por tres años. José comenta que esta educación era suficiente para aprender los elementos básicos del idioma, pero que la pronunciación no era la correcta. En México, tuvo la oportunidad de terminar la escuela primaria, secundaria, y la preparatoria. José estudió las ciencias y las humanidades durante su tiempo en la preparatoria. Después, José “tuvo la suerte” de asistir la Universidad de San Luis Potosí, dice que su padre siempre quiso que sus hijos estudiaran y que se prepararan. José estudiaba a la carrera de filosofía y letras por dos años completos. No terminó su educación universitaria porque su familia quería venir a los Estados Unidos (EEUU). Su familia tenía muchas familiares en Laredo, Texas, y José deseaba conocer y platicar con alguien de los EEUU. Cuando cruzó la frontera, comenzó a practicar el inglés. Aprendió pedir a una hamburguesa y un refresco y conversaba con sus familiares. Después viajó a Chicago, Illinois con sus primos hermanos para trabajar. José dice que, por suerte, siguió estudiando. Conoció a una persona que trabajaba en un restaurante chino y ella lo alentó a estudiar. Cuando vio a las experiencias de los emigrantes asiáticos y latinoamericanos, entendió la importancia de continuar su educación y obtener su GED. José comenta que el había estudiado en un seminario para sacerdotes en México por un tiempo y ahí aprendió el latín. Inicialmente, cuando vino a los EEUU, José dice que parecía casi exactamente como uno de sus primos hermanos, y ellos tuvieron sus tarjetas para poder cruzar a la frontera sin problema. José se usó una de estas tarjetas para viajar entre Laredo, México y Laredo, Texas. Según José, una vez cuando viajaba entre Laredo, Texas y Chicago, casi en el medio del camino, en Kansas City; a ellos se acabaron de dinero y el boleto para seguir y decidieron quedarse unos días en esa ciudad. Para ganar tanto dinero para seguir más adelante, José pidió prestado una guitarra de unos viajeros hispanos y empezó a tocar y cantar en la estación del tren mientras los americanos le daban dinero cuando pasaban. Por suerte, conocía a una mujer de china con una hija y juntos, ellas iban a clases para las minorías y los extranjeros para mejorar el inglés. Poco a poco, José podía hablar, leer, y entender el inglés con más confianza en sí mismo. También el saber latín le ayudó mucho a aprender el inglés.  Eventualmente, en el 1975, más o menos, vino a Oregón con una banda bien organizada se llamaban ‘Los Hijos del Sol’, tocando la guitarra y cantando. Comenzaron tocando en McMinnville, Oregón y José le gustaba mucho al estado de Oregón. Pensaba que el estado era muy bonito con muchas flores, muy verde, y que las gentes eran muy amable y amistosos. Después de McMinnville, José conoció a Salem, donde se enfermó de la garganta y no podía cantar como antes. Cuando fue al hospital para buscar una medicina para su garganta, José conoció a una chica muy amable quien, con tiempo, llegó a ser su esposa. Ella era de Texas pero sabía poco español. En este tiempo, ella vivía con su familia en Silverton, pero José nunca se le olvidó ni su ciudad, ni su número de teléfono. Con tiempo, José regresó a Silverton por esta chica. Sin embargo, primeramente, fue a San Francisco, California por tres meses con unos tíos suyos de su pueblo en México, quienes se habían establecidos allí. Regresó a Oregón en 1977 con un hombre que se llama Emilio Gutiérrez. Ellos decidieron empezar a un restaurante mexicano en Salem, Oregón. Por suerte, según José, ellos encontraron a un lugar en la calle de ‘Market’ con un nopal afuera del edificio. Era un restaurante llamado ‘El Acapulco’. El dueño del lugar le ofreció a Juan Ruiz ser socio y le pidió $5,000.00. Juan Ruiz le pidió a José que lo ayudara para trabajar en su nuevo emprendimiento. Como socios, José, Emilio, y Juan decidieron tener entretenimiento con música y baile en su nuevo negocio. En 1977, su restaurante abrió las puertas en Salem, Oregón y allí se quedaron. Había mucha gente que eran estudiantes de ‘Chemeketa Community College’ allí. Le daba bastante gusto a José porque recordaba sus estudios en la escuela y le gustaba platicar con mucha gente diferente, practicando su inglés y tocando la guitarra y la armónica también. Dice que toda la gente y los clientes de su restaurante eran muy amables con ellos. Según José, eran los primeros cocineros mexicanos de verdad en Salem. Durante los siguientes años, tuvo la oportunidad de conocer más gente y aprender más el inglés. Por fin, reconectó con la misma chica quien conoció en el hospital en Salem, y ellos se casaron. Ella tenía dos hijos, uno de ocho años y el otro de nueve años, juntos hacían una familia y después nació su hijo Daniel en 1980. José dice que ella lo ayudo a corregirle el inglés. Sin embargo, ella no le dio importancia y no lo alentó a estudiar formalmente el inglés. Por esta razón, José estudiaba por su cuenta. Aprendió más de sus libros y en su carrera como mesero. José y su familia vinieron al condado de Yamhill a buscar oportunidades como comerciantes. Tenía un poco dinero ahorrado y José comenzó un restaurante, llamado ‘El Corazón de México’, con su esposa. Él no pudo cantar ni tocar en este restaurante porque se encargaba de la cocina y su esposa encargada de los trabajadores. En este tiempo, había un hombre buscando trabajo de la Ciudad de México y él cantaba todo el día. En la iglesia católica de McMinnville comenzó a cantar en el coro de las misas en español. Con este hombre del coro de la iglesia y empleado, José comenzó en una banda; ellos tocaban y cantaban en restaurantes diferentes entre Salem y Portland, esto le daba bastante gusto a José porque siempre gozaba de la música. José comentó que él prefería tocar en eventos familiares puesto que en los bares usualmente hay  alcohol. El todavía sigue siendo parte del coro en la iglesia.  Hablando de las prácticas y las supersticiones de su familia durante su niñez, José dice que su papá siempre dijo que no le gustaba las supersticiones, pero de niño, José pensaba que sí él era muy supersticioso. Por ejemplo, si alguien estaba pintando una casa, que era mala suerte caminar por debajo de la escalera. Asimismo, si alguien estaba andando en bicicleta, era mala suerte ver un gato negro cruzando a la calle. Habían muchos remedios caseros como: hierbas, aceites, tés, y comidas usadas por su madre en lugar de medicinas occidentales. José viene de un pueblo, que le llamaban ‘Naranjopolis’, pues tenía muchas huertas de naranjas. Cualquier casa tenía sus tres ó cuatro árboles de naranjo cuyas flores olían muy bien. Como niños, recogían estas flores y hacían un perfume de naranjo para bañarse. José es el único miembro de su familia que fue a Chicago, y después a Oregón. Los otros miembros se quedaron en Texas y hoy en día viven en Dallas.  Hablando del significado de su nombre, José dice que el nombre ‘Pintor’ viene de su abuelo materno, el nombre original era ‘Pintori’; su bisabuelo vino de Sicilia, Italia a México. Sin embargo, sus ancestros vinieron a México de Italia y empezaron un restaurante italiano allí, se llamaba ‘Rafaelos’; ‘manggiare bene en Rafaelos’. Una tradición que José continuó aquí en los Estados Unidos. Su abuelito hablaba la mitad italiano y la mitad español, pero su español era muy mal hablado. Cuando era muy chiquito de edad, como tres meses de nacido, José fue a Italia con su familia porque su abuelito había usado todo el vino para su restaurante. La familia fue en busca de un barco para viajar a Sicilia y regresar con un vino rojo particular. En este viaje, los padres de José decidieron que él iba a asistir a una escuela católica para su educación, porque su madre le encantó las escuelas católicas de Italia. Su mamá quería que José aprender a hablar un poco de italiano y latín en el seminario de San Dominico allí en Italia, pero José fue al seminario donde ellos vivieron en San Luis Potosí. El comenzó a darle clases de guitarra a las monjas. Aquí, José empezó su educación de música también. La familia de su papá fue a San Luis Potosí de Texas porque todos trabajaban con los ferrocarriles, todos ellos tuvieron puestos diferentes en este sector. Cuando estudiaba en la Universidad de San Luis Potosí, José de dio cuenta, después de una investigación pequeña, que uno de sus antepasados fue el fundador de la Universidad de San Luis Potosí, este pariente fue Francisco Ruelas; el tío de José. Este era un hecho que su padre nunca le había dicho.  José aprendió que este antepasado, Francisco Ruelas, empezó como miembro del ejército americano y llegó a ser doctor. La familia de Texas se fue a México a correr los ferrocarriles para una compañía americana.  Su abuelo les enseñó a todos sus hijos el sistema ‘Morse’. Por parte de su padre, su abuelo era de Edinburgh, Texas, y por parte de su madre sus antepasados eran de Sicilia, Italia.  José tiene una historia muy rica que muestra una familia de estudiantes y vanguardistas.  José urge a todas las personas a estudiar.

Extent: 00:46:16 (video)
Language: español / Spanish
Item 7: Manuel Flores, el 31 de julio del 2016 / July 31, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview está disponible en el internet / is availble online.

Description: Manuel Garza Flores (Manny) was born in Eagle Pass, Texas on July 25th, 1952, the sixth of twelve children. Shortly thereafter, his family moved to a town called Levelland, Texas. Manny grew up with his mother, Juanita Garza. Though he never knew his biological father, Manny recalls that his name was Luis Erruzeres Flores. Juanita married Luis’s stepfather, Gregorio Nava, whom Manny regarded as his father since Gregorio helped to raise him. Both Juanita and Gregorio worked as farm laborers, though Gregorio had skills as a mechanic as well. Manny recalls that he began his education in the first grade in Levelland, Texas. Of living in Levelland, Manny recalls many tornadoes, windstorms, and snow. The sound of the tornado siren stands out in Manny’s memory as it rang day or night to warn the residents of Levelland. Whenever they heard the tornado sirens, Manny and his family took refuge in a cellar away from the main house. In 1959, Manny moved north with his family after a particularly large tornado wiped out a ranch too close to the family home for comfort. The family first stopped in Idaho where Gregorio, Juanita, Manny, and his eight brothers and three sisters worked picking peas by the bushel. Manny remembers that from there, his family moved to California where they continued to work in the fields picking: prunes, walnuts, apricots, peaches, and tomatoes. Manny continued his education, entering the second grade in Colusa, California, though he recalls that he had to repeat the second grade due to his family relocating often. Manny’s first language is Spanish, he learned to speak English in school, beginning in Levelland, Texas. Manny progressed through high school and earned his diploma, followed by two years of continued education at Yuba College in California. Two of Manny’s brothers served in the armed forces, one in Vietnam and another stationed in Germany. Unfortunately, both of these brothers passed away prior to their sixtieth birthdays; both at 59 ½ years old. Two of Manny’s sisters have worked as registered nurses throughout their adult lives, while the other ran a restaurant with her husband until their retirement. Manny himself worked for a number of years at Smith Pies in McMinnville, Oregon, running the mixer to make pumpkin pies, coconut pies, and other varieties of custard pie. Manny also recalls working in a trailer factory, and as a cashier at the Thriftway grocery store throughout its various owners. For the last 37 years, Manny has worked as a cashier; the last 16 of which have been at Roth’s grocery store. In his own immediate family, Manny is the father of seven children of his own, five girls and two boys; the oldest of whom, a son was born in 1975. Manny’s son and stepson both attended Linfield College where they earned multiple degrees, while one of his daughters attends the college today, studying education. Manny’s youngest daughter splits her time working at both Victoria’s Secret and at a retirement center in Sheridan, Oregon. Another of Manny’s daughter lives in Indiana with her family, including three children; another lives in Las Vegas, Nevada with her own family, also including three children; another daughter lives in Salem; while another daughter lives in Dayton, Oregon with her family, including one child. Manny also mentions that he has one son living in Tualitin, Oregon and another son is living in Portland, Oregon. Asked when he came to Oregon, Manny remembers that he first came to this area in 1968 in search of seasonal crop work. His family stayed in a camp called Eola Village. The family worked in the fields picking strawberries, green beans, cucumbers, and blueberries. Manny recounts that working the fields was physically demanding, the back often starting to ache quickly owing to the hunched positions required for picking crops. Because of this, Manny stresses the importance of education. Both he and a number of his siblings pursued their own educations in the hopes that they would no longer have to work in the fields. Manny has no plans to retire anytime soon though, arguing that his daughter first needs to be finished with her college degree, again stressing the importance of education. Retiring now would affect both scholarships and medical insurance for his children, something Manny refuses to do. In addition to his steady jobs over the years, Manny also taught both Spanish and English to groups of professionals and children alike. He proudly recalls that his students sometimes come back years later and thank him for taking the time to improve their language skills. Manny continues to do private tutoring today. In his daily job as a cashier, Manny likes to converse with the customers, saying that they enjoy the interaction, they’re not just a number when they come through his checkout line. Each day, Manny’s goal is to make his customers smile. Speaking of the Latinos in his community, Manny says that they take care of their own and are very caring people with whom he has a good rapport, often conversing with them in Spanish. When asked home remedies growing up, Manny recalls that his mother had remedies for earaches, cuts, and even hiccups. For earaches, the remedy requires olive oil, a paper funnel, and a flame. For cuts, she often used sugar to cover the wounds.

Descripción: Manuel Garza Flores (Manny) nació en Eagle Pass, Texas en el 25 de julio del 1952, el sexto de doce hijos. Poco después, su familia se mudó a una ciudad que se llama Levelland, Texas. Manny creció con su madre, Juanita Garza. Mientras nunca conoció a su padre, Manny dice que su nombre era Luis Erruzeres Flores. Juanita se casó con el padrastro de Luis, este se llamaba Gregorio Nava, quien Manny considera como su padre. Juanita y Gregorio trabajaban como campesinos, pero Gregorio tenía habilidades mecánicas también. Manny recuerda que empezó su educación en el primer grado en Levelland, Texas. Hablando de su tiempo en Levelland, Manny recuerda muchos tornados, tormentas de vientos y nieve. Para Manny, el sonido de la sirena de los tornados, destaca en su memoria, porque sonaba día o de noche para avisar a los residentes de Levelland. Cada vez que oían las sirenas, Manny y su familia se refugiaban en un sótano lejos de la casa. En el 1959, Manny y su familia se mudaron al norte después de que un tornado muy fuerte destrozó el rancho cerca de la casa de sus padres. La familia fue a Idaho, donde Gregorio, Juanita, Manny, y sus ocho hermanos trabajaban recogiendo chícharos por el bushel. Manny recuerda que poco después, su familia se mudó a California donde continuaron trabajando en el campo recogiendo: ciruelas, nueces, chabacanos (albaricoques), duraznos, y tomates. Manny continuó su educación del segundo grado en Colusa, California, aunque tuvo que repetir el segundo grado porque su familia se había trasladado muchas veces. Su primer idioma es el español, y aprendió a hablar el inglés en la escuela, en el primer grado en Levelland, Texas. Manny cursó la escuela secundaria, donde obtuvo su diploma. Después de esto, estudió dos años en ‘Yuba College’ en California. Manny tenía dos hermanos quienes sirvieron en el ejército, uno en Vietnam, y el otro estaba estacionado en Alemania. Desafortunadamente, ambos murieron antes de cumplir los sesenta años; ambos murieron a los 59 ½ años.  Manny tiene dos hermanas quienes han trabajado como enfermeras todas sus vidas adultas, y otra hermana quien con su esposo eran los dueños de un restaurante y trabajaron allí hasta que se retiraron. Él mismo, Manny trabajó por unos años en ‘Smith Pies’, una compañía en McMinnville, Oregón, operando la batidora para hacer tartas de calabaza, de coco, y de otras variedades de tortas natillas. Además, Manny recuerda que trabajaba en una compañía donde fabricaban remolques, y como cajero en ‘Thriftway’, un supermercado. Hace 37 años, Manny ha trabajado como cajero, los últimos dieciséis años en ‘Roth’s’, otro supermercado. En su familia inmediata, Manny tiene siete hijos propios, cinco hijas y dos hijos; el mayor de sus hijos nació en el 1975. Su hijo mayor y su hijastro ganaron sus títulos de ‘Linfield College’, además, una de sus hijas asiste a esta universidad hoy en día, estudiando educación. La hija más joven trabaja en ambos lugares; en ‘Victoria’s Secret’ y en un hogar de ancianos en Sheridan, Oregón. Otra hija vive in Indiana con su familia, incluyendo a tres niños; otra hija vive en Las Vegas, Nevada con su propia familia, también incluyendo a tres niños; otra hija que vive en Salem, y otra hija que vive en Dayton, Oregón con su familia, que incluye a un niño. Manny dice además que tiene un hijo que vive en Tualitín, Oregón, y otro que vive en Portland, Oregón. Él recuerda que vino a Oregón en 1968 en busca de trabajo de cosechas de estaciones. Su familia vivía en un campamento se llamaba Villa Eola. La familia trabajaba en los campos recogiendo fresas, ejotes, pepinos, y zarzamoras moradas.  Este tipo de trabajo era exigente físicamente, le dolía la espalda rápidamente debido a la posición encorvada requerida para recoger la cosecha. Manny enfatiza la importancia de la educación. Ambos él y unos de sus hermanos continuaron su propia educación con la esperanza de que ya no tendrían que trabajar en los campos. Manny no tiene planes para retirarse en el futuro inmediato, él dice que primero su hija tiene que terminar con su título. Si Manny se retira, esto afectaría tanto las becas y el seguro médico; algo que Manny se niega a hacer. Además de su trabajo como cajero, Manny también enseña español e inglés a diferentes grupos de profesionales y a niños. Manny se siente orgulloso cuando un estudiante regresa unos años más tarde para agradecerle su inversión hacia su educación. Hoy en día, Manny todavía trabaja como tutor privado. En su trabajo cotidiano, Manny disfruta la interacción con los clientes del supermercado cuando pasan por su línea para pagar. Para Manny los clientes son más que un número, son amigos. Manny tiene un meta cada día, él dice desea hacerlos sonreír. Hablando de los latinos en su comunidad, Manny dice que ellos cuidan de uno de los otros, que son muy cariñosos, y que tiene buena relación con ellos; él frecuentemente platica con ellos en español. Preguntándole de los remedios caseros durante su niñez, Manny recuerda que su madre tenía remedios para el dolor de los oídos, para las cortadas y para los ataques de hipo. Para los dolores de los oídos, el remedio requiere aceite de oliva, un embudo de papel, y una llama de fuego. Para las cortadas, su mamá usaba azúcar para cubrir la herida.

Extent: 00:18:44 (video)
Language: inglés / English
Item 8: Evangelina Gaspar, el 2 de agosto del 2016 / August 2, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.

Description: Evangelina Gaspar’s interview took place on August 2, 2016 in McMinnville, Oregon. Evangelina was born January 1, 1953 in Michoacán, Mexico. Her father worked for himself, he had his lands, his houses, his animals, etc. Unfortunately, Evangelina never knew father because he died only eight days after her birth. At that point, her brother went to live with their paternal grandparents and Evangelina remained with her mother who later remarried. Evangelina’s step-father was a temperamental man, very violent. He often hit Evangelina’s mother and treated Evangelina differently than his own children. Evangelina worked helping these people and in return they gave her food, which she took to her mother who, in turn, gave the food to her husband. This made Evangelina angry, though she never said anything to her step-father as she did not want to cause problems. However, Evangelina told her mother that she’d brought the food specifically for her, not for her step-father. Evangelina’s mother said nothing in response. Asked if she had half siblings, Evangelina says that she did and they were called: Theodore, Peter, Christina, Theresa; Cristina passed away. Asked if she could share some of her experiences of her childhood, Evangelina returns to the subject of her step-father. She says that her step-father hit her and when Evangelina went to run away from home, he told her that she’d never amount to anything as she had no father and now no longer had a mother. Evangelina felt terrible. Evangelina remembers an instance where she told her mother a lie. Evangelina told this story hoping that she would not have to return to live with her mother and step-father. She met a lady while gathering water that knew her grandfather and she told her mother that her grandfather was very ill and needed her mother to go see him. Her mother went with her but she was not allowed to take the other children. Her grandfather knew about the situation and he offered shelter to Evangelina and her mother. Evangelina stayed with her grandfather. Evangelina’s mother, Lola, returned home, though she allowed Evangelina to remain with her grandfather. Before coming to the United States, Evangelina married a young man she thought would be a good husband. After eight days of marriage, he announced that they would go to find work in the fruit orchards. She went with him and he hit her for the first time. Evangelina says that this is something that happens in some marriages, butso soon after they were married? Time passed and Evangelina’s husband went to the United States and returned a number of times until Evangelina decided that she wanted to accompany him on the next trip as she did not want to remain in Mexico alone. At first, he responded that she could not go, but ultimately he relented. Evangelina got money from him in order to purchase the tickets to Tijuana, one for her girls and one for herself. When the time came to leave for the U.S., her husband chose not to accompany them on their trip and did not give them money for the journey. Evangelina traveled only her girls and her sister-in-law. On the way to the U.S., Evangelina asked her sister-in-law, “What are we going to do? What is going to happen to us? I know nothing.” Evangelina suffered physical and emotional violence at the hands of her spouse due to his alcoholism. Upon arriving in Oregon, she worked picking ‘chiles’, tomatoes, and other crops in order to provide for her girls. After all, her husband had given them nothing to help. Speaking of her education, or lack of education, Evangelina says that she did not attend school, she has only the knowledge she gained at home. She remembers that a teacher came to her house once and suggested that Evangelina should go to school. Unfortunately, every time Evangelina left the house, her step-father would hit her mother, and so she never could leave on account that she wanted to protect her mother. She says that she wanted to be something, that she wanted to learn to read, but that she loved her mother too. When she came to Oregon, Evangelina began working with a teacher at Columbus School to learn her alphabet, to read, to write a bit, etc. Today, Evangelina can read a bit of the bible but nothing more. However, she is grateful that she was able to learn something. Reflecting on her childhood, Evangelina remembers that she once asked her step-father why he hit her mother. In response, he asked if Evangelina would prefer that he hit her instead. She responded that she would prefer this, knowing that she could flee her step-father while her mother could not. Asked about her jobs upon coming to Oregon, Evangelina responds that at first, she worked picking grapes- pinot. After that, she met an elderly couple and began to work with the old man at the butcher’s in Dayton. From there, she worked as a gardener in Monroe, Oregon; but in reality, she worked doing a little bit of everything.  A while later, Evangelina met Juan Gaspar and following their friendship, the two married in both civil and religious ceremonies. Evangelina says that Juan is a good man because he has never hit her and has protected her from her ex-husband. Together they have one daughter, Marisa. Asked if she was able to drive when she arrived in Oregon, Evangelina responds that at first, she did not learn how. She always had to find a ride in order to go grocery shopping, to go to wash the clothes, to go to the doctor, to take one of her children to the doctor, she had to find a mode of transport for everything. However, today, Evangelina knows how to drive and has a license to do so. She also shared that she passed her tests and that she is an American citizen. Speaking of home remedies used during her childhood, Evangelina recalls that her mother used a remedy of orange blossoms, in tea form, for stress relief. The interviewer asks whether Evangelina has ever experienced discrimination during her time in Yamhill County. Evangelina says that she has never felt discriminated against and that her family has a few Mexican friends and a few American friends alike. Speaking of her family home, Evangelina says that her family received their house from Habitat for Humanity. This happened when her daughter came home from school one day and gave Evangelina a form to apply for the program. After three or four months, the organization accepted the application to build Evangelina’s family a home. When she received the news, Evangelina claims she was excited but in a state of shock as well. Before their home from Habitat for Humanity, Evangelina and her children lived in a basement with water leaking from above, all of which fell over her daughter’s bedroom. There was also a leak over the kitchen and the family all slept in Evangelina’s room as it was the only space where there was no water damage. Therefore, when she received the news of her new home from Habitat, Evangelina felt such relief. All of her family and friends helped to build their home together.

Descripción: La entrevista de Evangelina Gaspar tuvo lugar el 02 de agosto de 2016 en McMinnville, Oregón. Evangelina nació en Ataclán, Michoacán, México el día primero de enero de 1953. Su papá trabajaba por sí mismo, tenía sus tierras, sus casas, sus animales, etc. Desafortunadamente, Evangelina nunca conoció a su padre porque él se murió a los ocho días después de su nacimiento. Su hermano se criaba con los padres de su papá y Evangelina con su mamá. Su mamá se casó otra vez con su padrastro, pero él era muy enojón, muy violento. Él le pegaba a su madre y no le gustaba que Evangelina no era su hija propia. Ella hacia trabajo en ostra casas y le pagaban con comida. Cuando ella les ayudaba, ellos le daban comida, y Evangelina se la llevaba a su mamá, luego su mamá le daba a su padrastro y Evangelina se enojaba. Ella no le decía nada a su padrastro porque no quería crear problemas, pero le dijo a su mamá que ella le babia traído la comida para ella, no era para su padrastro, su mamá no le contestaba nada. Preguntado si tenía medio hermanos, Evangelina dice que tuvo medio hermanos y se llaman: Teodoro, Pedro, Cristina, Teresa, y una niña llamada Cristina que se murió.  Le pregunté si podía compartir algunas de sus experiencias de su niñez. Evangelina compartió que su padrastro le pagaba. Una vez la iba a correr de la casa y él dijo que no granjeaba nada, que ella no tenía papá y no más tenía su mamá; Evangelina compartió que se sintió muy mal. Evangelina recuerda que fue a carrear agua una vez y que ahí conoció a una señora que conocía a su abuelo. Ella inventó la mentira de decirle a su mamá que su abuelo estaba bien enfermo y que él necesitaba que su mamá lo fuera a ver. Evangelina le dijo esta mentira con el pensamiento de no regresar con su mamá y su padrastro. Su mamá fue solamente con ella pues su padrastro no le dejo llevar a los demás niños. Ahí fue cuando Evangelina se quedó viviendo con su abuelo que la recibió con brazos abiertos pues él sabia de la situación con el esposo de la mamá de Evangelina. Su mamá sí se fue a vivir con su esposo y sus niños.  Antes de venir a los Estados Unidos (EEUU), Evangelina se casó con un muchacho porque pensaba que era buena gente y que iba a ser un buen matrimonio. Después de ocho días de matrimonio, él le dijo que fueran a cortar fruta al cerro para un trabajo. Ella se fue con él y la golpeó; no dio la razón. Evangelina dice que esto es algo que ocurre con algunos matrimonios, ¿pero tan pronto después de estar recién casados? Pasó el tiempo, y su esposo se fue a los EEUU solo y después, regresó. Cuando él decidió ir a los Estados Unidos otra vez, Evangelina dijo que no se quiso quedar sola en México, así que ella iba a irse con él. Al principio, su esposo dijo “No,” pero últimamente, accedió. Evangelina consiguió dinero de su esposo para los boletos a Tijuana, uno para las niñas (Estela y Alicia) y otro para sí su misma. Cuando llegó el momento de salir para EEUU, su esposo no las acompañó en el camino, ni les dio dinero para la comida. Evangelina sólo tuvo el apoyo de su cuñada. Cuando estaban en el camino, Evangelina le preguntó a su cuñada, “¿Qué vamos a hacer, que va a pasar? No sé nada.” Evangelina sufrió violencia física y emocional en las manos de su esposo debido al alcoholismo. Ella trabajaba cortando chiles, tomates, y otras cosechas para mantener a sus niñas. Después de todo, su esposo no había dado ningún dinero para mantenerlas. Hablando de su educación o su falta de educación, Evangelina dice que no fue a la escuela, solamente las cosas que aprendía en la casa.  Ella recuerda una vez que una maestra vino a su casa y ella le dijo a su mamá y a su padrastro que Evangelina debería a la escuela. Evangelina dijo que cada vez que salía a la escuela, su padrastro le pegaba a su mamá, entonces, Evangelina no pudo seguir yendo a la escuela en parte para proteger a su mamá de los golpes de su padrastro. Ella nos dice que quería ser algo, quería aprender leer, pero quería a su mamá también. Cuando llegó a Oregón, Evangelina empezó a trabajar con un maestro en la Escuela Colón para aprender el abecedario, a leer, a escribir un poco, etc. Hoy en día puede leer un poco de la biblia, pero nada más. Sin embargo, Evangelina da gracias de que sabe algo. Pensando en su niñez, Evangelina recuerda que una vez, le preguntó a su padrastro porque él golpeaba a su mamá. Como respuesta, su padrastro le preguntó si Evangelina preferiría que él pegara a ella. Evangelina dijo que “Sí,”, pues ella preferiría esto puesto que ella podía huir de él mientras que su mamá no podía. Preguntado de sus trabajos a su llegada en Oregón, Evangelina comenta que al principio, trabajaba cortando a los ‘pinots’, (las uvas),  por una semana. Después, fue con una pareja de viejitos y junto con el viejito, trabajaba en la carnicería de Dayton. Después de su trabajo en Dayton, Evangelina trabajaba como jardinera en Monroe, Oregón; pero en realidad, trabajaba haciendo un poco de todas cosas. Poco después, Evangelina conoció a Juan Gaspar. Después de una amistad, ellos se casaron por civil y por la iglesia. Evangelina afirma que Juan es buen hombre porque nunca la ha golpeado y la ha protegido de su ex marido. Juntos, tienen una hija, se llama Marisa. Preguntado si pudo manejar cuando llegó a Oregón, Evangelina responde que inicialmente, no aprendió a manejar. Siempre tuvo que buscar un aventón para ir de compras, para ir al mercado, para ir al lavar, al médico. Sin embargo, hoy en día, Evangelina sabe manejar y tiene su licencia de manejar. Ella comenta que pasó sus exámenes y es ciudadana americana.  De los remedios caseros durante su niñez, Evangelina menciona un remedio para el estrés. Dice que su mamá se usó un remedio de té de siete azahares, una clase de té, para el estrés. La entrevistadora pregunta a Evangelina si ha sufrido discriminación en el condado de Yamhill. Evangelina responde que nunca ha sufrido discriminación durante su tiempo allí y que su familia tiene poquitos amigos mexicanos y poquitos americanos también. Evangelina afirma que su familia recibió una casa de Hábitat para la Humanidad. Esto pasó cuando su hija, Lola, regresó a la casa de la escuela y le dio a Evangelina una hoja de papel para llenar y enviar una solicitud. Después de tres ó cuatro meses, la organización aceptó la solicitud para la casa. Cuando se enteró de la noticia, estaba emocionada, pero estaba en estado de emoción. Antes de la casa de Hábitat, Evangelina y sus hijos vivían en un sótano con fugas de agua desde arriba, y el agua caía en el cuarto de sus hijas. Había una gotera de agua sobre la cocina también, así que todos dormían en el cuarto de Evangelina, porque fue el único espacio dónde no había daños causados por el agua. Entonces, cuando recibió la noticia de su casa de Hábitat, se sintió muy aliviada. Toda su familia y sus amigos ayudaron a construir a la casa.

Extent: 00:30:00 (video)
Language: español / Spanish
Item 9: Tomás Juan Gaspar, el 2 de agosto del 2016 / August 2, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.

Description: Tomás Juan Gaspar Castañeda was born on June 6th, 1955 in the municipality of San Pedro Soloma, in the Department of Huehuetenango, in Guatemala (Central America). He is one of eleven children; he believes there were five sisters and six brothers in total. His mother was a homemaker while his father was a farmer and tradesman. His father traded goods between Guatemala and Mexico during his seasons free from farming. Gaspar attended six years of school; he says that his experience was good, but that there were some problems with some of the boys in his class. After his time at school, Gaspar went to help his father with his businesses. There were no opportunities to continue his education for lack of money. Gaspar would have liked to continue his schooling, but his father needed help. Speaking of his childhood, Gaspar recalls that his family was poor, but all of the families living around them were poor as well. Gaspar did not experience violence during his childhood as his wife, Evangelina did. When he was eighteen years old, Gaspar enlisted in the military. He enjoyed his time in the military, serving his country for two and a half years. After the military, Gaspar joined the National Police for a year and a half until he came to the United States when he was twenty-three years old (approximately 1978). Initially, Gaspar went to California to work in the fields with his brother. He soon found steady work and worked thirty-three years with Carton Plants. While there, Gaspar did different jobs like: landscaping, excavation, contracting, planting, cleaning plants, etc. Gaspar contends that he liked this job and that he enjoyed his time with this company. Originally, Gaspar had a brother here in the United States when he arrived, but unfortunately, he died of cancer about two years ago. The rest of his siblings still live in Guatemala, save for one sister who lives in Miami. Gaspar and his wife married on August 11, 2007, but they have been together roughly for twenty-six years. Speaking of the house he and his family received from Habitat for Humanity, Gaspar says that he did a lot of work to assist in building the house, including: siding, hammering wood, sweeping, nailing, cleaning, painting, etc. Today, the family has paid off the whole of their mortgage. They had to pay $335/month and they paid regularly until the house was paid off. Gaspar is very grateful that his family has a house, they have a place to sleep, he has work, they all have their health, and he thanks God for all of this every day.

Descripción: Tomás Juan Gaspar Castañeda nació el 6 de junio del 1955 en el municipio de San Pedro Soloma, en el departamento de Huehuetenango en Guatemala (América Central). Gaspar es uno de once hijos, él piensa que son cinco hermanas y seis hermanos en total. Su mamá era ama de casa mientras su papá era comerciante y agricultor. Su papá comerciaba entre Guatemala y México durante su tiempo libre de la agricultura. Gaspar cursó seis años de escuela, su tiempo en la escuela fue bien, pero había a unos problemas con otros niños de la clase. Después de su tiempo en la escuela, Gaspar se fue a ayudar a su papá con la agricultura y el comercio. No había oportunidades de continuar su educación por falta de dinero, Gaspar tenía deseos de continuar estudiando, pero tuvo que ayudar a su papá. Hablando de su niñez, Gaspar comenta que eran pobres, pero todas las familias alrededor de ellos eran pobres también. Gaspar no experimentó violencia durante su niñez como su esposa, Evangelina. Cuando tenía dieciocho años, Gaspar enlistó en el ejército. Él comenta que le gustó su tiempo en el ejército, sirvió a su patria por dos años y medio. Después del ejército, Gaspar se fue aceptado en la policía nacional y sirvió por un año y medio hasta que vino a los Estados Unidos (EEUU) cuando tenía veinte y tres años (aproximadamente en el 1978). Inicialmente, Gaspar se fue a California para trabajar en los campos con su hermano. Poco después, Gaspar encontró trabajo estable.  Él trabajó treinta y tres años en ‘Carton Plants’. Gaspar realizó muchas clases de trabajo durante su tiempo allí como: paisajismo, excavación, contratante, sembradío, limpiando plantas, etc. Gaspar dice que era buen trabajo y que le gustó su tiempo con esta compañía. Originalmente, Gaspar tenía un hermano aquí en los EEUU cuando llegó, pero desafortunadamente, él falleció de cáncer hace dos años. Los demás de sus hermanos todavía están en Guatemala, no más una hermana está en Miami. Gaspar se casó con su esposa, Evangelina, el 11 de agosto del 2007, pero ellos tienen como veinte y seis años juntos. De su casa de Hábitat para la Humanidad, Gaspar comenta que realizó mucho trabajo estos incluyen: revestimiento, clavando madera, barriendo, levantando clavos, limpiando, pintando. Hoy, ellos ya han pagado toda la hipoteca. Tuvieron que pagar $335 por mes y ellos pagaron regularmente hasta que lo pagaron todo. Gaspar está muy agradecido porque su familia tiene casa, tiene un lugar donde dormir, él está trabajando, tiene su salud, y él le da gracias a Dios cada día.

Extent: 00:10:09 (video)
Language: español / Spanish
Item 10: Juan Gómez, el 5 de agosto del 2016 / August 5, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.

Description: Juan Manuel Gómez Topete was born April 4, 1944 in Atenguillo, Jalisco, Mexico. In describing his town, Gómez remembers a small place, isolated in the mountains, located in between the cities of Guadalajara and Puerto Vallarta. During the rainy season it was only accessible via foot or by horse. It was a farming town, the majority of people worked in the fields, in stores, trading, etc. There was a sugar mill but when Gómez was a child, there was no electricity or running water. There were no paved roads. Today, much has changed. Of his parents, Gómez remembers that his father worked in the fields, the family had land that they cultivated, two properties: one which they inherited from his maternal grandmother and the other that his parents had purchased. The family lived in a small hamlet of 25 to 30 homes. His father’s main job was in the purchase and sale of cattle.  He went around to ranches buying cattle, he then brought them to his land, after fattening them on his land, Gómez’s father then took them to Guadalajara to sell. The rest of the time, he worked cultivating crops, including: corn, beans, wheat, and peas. Gómez’s mother died when he was not yet five years old. Gómez always refers to her as his “mother” as is the custom. He doesn’t have many memories of her except for the day on which she died, which is the most vivid. One year after the death of Gómez’s mother, his father married again for the third time. His father’s first wife died and also his mother (his second wife). Gómez is one of nine children (of the same mother and father) who have survived to adulthood. His father married 3 times and had 5 children with the first woman. After the death of his first wife, he married the second wife (Gomez’ mother) and together they had 13 children (this was Gómez’s mother). After that, Gómez’s father married his third wife. Gómez says that he is the “lucky number 13” of his mother’s children, because she was forty-four years old when he was born. In total, Gómez says that there were twenty-seven children born to his father and his three different wives. Of all his siblings and half-siblings, Gómez has one brother, four years his senior and with both the same parents, who lives here in the United States, the others still reside in Mexico or have died there. Of his half-siblings, eight have come and established their lives in the US, two of whom have died, the rest remain in Mexico. Asked about the festivals in his town, Gómez responds that there was a patron saint of Atenguilllo: Saint Michael Archangel, who is celebrated on September 29th. This is an annual festival with all types of religious and civil ceremonies, there is a castle of fireworks as part of the tradition. Everyone has firecrackers, and of all of these, Gómez’s favorite was called the “jumping jack” because everyone had to jump to avoid them. Asked whether he has studied his family’s history, Gómez responds that he has searched for his ancestors in part because his wife has a Mormon father (originally, though he later converted) and he wanted to learn his genealogy for her. With the help of ancestry.com, Gómez was able to find a chain traced from the present back to 1663 on his mother’s side, and from the present back to 1731 on his father’s side, all with supporting documents. Gómez has the names of the family even prior to these times, though he could not find supporting documents. His family comes from Tequila, Jalisco, Mexico, the rest are indigenous to the region and married into the Topete Family, his maternal last name. Speaking of his childhood, Gómez said that it is difficult, because it involves his relationship with his step-mother. As he mentioned, Gómez’s father married with this much younger woman, his third wife, one year after the death of Gómez’s mother. She was twenty-one or twenty-two years of age, while Gómez’s father was sixty-something years old—old enough for her to be his daughter or grand-daughter. As the oldest of the remaining children at home, Gómez often had to remain at home to watch his half-siblings and his step-mother did not treat him well. In fact, because of this treatment, when Gómez was twelve years old, he went to visit his aunt (his mother’s sister) and she saw his physical condition in which Gómez was. So his aunt asked permission from Gómez’s father for Juan to come and live with her. His father agreed that Juan might live with his aunt for three months, but these three months became three years. Gómez returned to his father’s home during summer vacations, but he never returned to live with his father. And so, because of the relationship with his step-mother Gómez left home when he was twelve years old. Asked about other aspects of his childhood, Gómez said that he worked. In addition to watching his half-siblings, Gómez helped with the sowing and seeding which began at the end of April, planting seeds, etc. Afterward, he helped to clean the plants and with all that he could on his family’s ranch. He also helped with milking the cows, this was Gómez and his little brother’s responsibility, and his step-mother made cheese, cottage cheese, and ‘cocoquí’. Gómez recalls that he always helped when there was the need. His family did not own a tractor, they used a yoke and oxen to cultivate their crops. In fact, Gómez never saw a tractor during his childhood. Of his travels to the US, Gómez recalls that after he finished primary school (he had to repeat the third grade three times because his family moved back to the ranch to cultivate, and so he was 15 when he finished primary school). At fifteen, Gómez didn’t know what he wanted to do. His first cousin (who was a priest) asked him and Gómez responded that he had no idea. In turn, his first cousin asked whether Gómez would like to go to seminary, to which Gómez replied, “Okay.” The family lived in Sinaloa at this time, in a town which belonged to the dioceses of Mazatlán, so Gómez went to a town near Mazatlán. He spent five years there, and after finishing his study of the humanities, the bishop wanted Gómez to study with other seminary students. He sent them to Moctezuma ‘College’ in New Mexico. There they studied philosophy and theology. This is how Gómez came to the US. He believes that it is interesting because during the last years of the 1920s, there was s religious conflict in Mexico because the government was anti-clerical and they closed all of the seminaries in Mexico, the priests could not officiate Mass, there were no open seminaries, the Church was not a legal entity; so the bishop of the US helped the Mexican bishop to establish a seminary for Mexican students in New Mexico. After seminaries were permitted in Mexico once more, the New Mexican seminary was reserved for a select group of students who were permitted to study there. Gómez came to be one of these students. It was a seminary run by Jesuit priests where Gómez studied for five years: two years of theology and three years for ordination. Because of the relationship with his step-mother, Gómez had problems with insecurity, he was shy, very timid, and he realized that when he had to speak in public, he suffered. So when it came time to decide whether he should be ordained; Gómez gave it much thought, prayer, and soul-searching, but ultimately decided that this profession was not for him. He thought of returning to Mexico, but because of the aforementioned conflict which began in 1917, the church (all of them but the Catholic church in particular) had no legal organization, and so all of the studies which Gómez had completed in the seminary would not be accepted anywhere in Mexico. So the only manner in which Gómez could continue with his studies was to remain in the US. Gómez made this decision with the help of a woman. She was a foreign language teacher (ESL) and helped him to find a job and to be admitted into university to become a teacher. This is another instance in which Gómez did not know what he wanted to do, someone recommended an option, and he said, “Okay, that’s fine.” Fortunately, Gómez is happy with these decisions. After receiving his BA in Spanish and in Latin, he was accepted to University of Oregon to study teaching, and this is how he came to Oregon in 1972. In 1974, he met his future wife. They married the same year, after six years of knowing one another and are still married today for more than forty years. Gómez continued onto his doctorate in Renaissance Studies of Spain and Italy, and so has a PhD in Romance Languages. He finished his dissertation in the same year that he began teaching part-time at Linfield College, because of the interviewer’s spouse. When he was teaching part-time at Willamette University, he met this man in 1979, and in 1981 received a call from him regarding the job at Linfield College, and the rest is history. Gómez taught for three years part-time and then for thirty years as a professor of Spanish. Gómez and his wife have two daughters, one is forty years old and is married with two children; she is a teacher, the other works for a non-profit organization in Astoria. His daughters speak Spanish, the younger speaks it better because she is not as shy as the elder. The younger daughter and Gómez always speak in Spanish, the elder only speaks Spanish over the phone and English in person to be polite to other family members who do not speak Spanish. It has been two years (2016) since Gómez retired for his position at Linfield College. During his sabbatical time there, Gómez took various trips to Spain, in part because his studies were of Spain and its literature, and in part because he decided to study Islamic culture in the south of Spain.  Gómez decided to return to Spain with groups of students to teach classes. Today he has taught five different classes in Spain. In 2005, after his class ended and the students returned to the US, Gómez remained and walked from Seville to Santiago de Compostela, (Galicia). The Christian Hispanic Walk, “The Mozárabe Way” (also known as El Camino de Santiago or The French Way), roughly 1000 kilometers (624.37 miles). Gómez made the trip in 41 or 42 days. He spent two days in Salamanca, two days in Zamora, and the rest of the time walking. The majority of the time he walked alone. On two occasions he walked once with a young man from Switzerland, who was a world traveler and spoke Spanish; and once with a girl from Germany. The young man was taller than Gómez and walked faster than him as well, and so he went on and arrived to Santiago de Compostela first. However, Gómez had a plan for his journey with places that he wanted to spend the night, etc. With the young woman, the two met in Salamanca and walked a week and a half, more or less. The last few days, Gómez walked alone. Asked about the significance of his pilgrimage, Gómez responds that it was double: religious and cultural. Gómez wanted to make this pilgrimage as a Catholic, but says also that this is a trip that many have walked for hundreds of years, it is a cultural exchange between the rest of Europe and Christian Spain. There are other cultural aspects as well: architecture, painting, the Catholic faith, Islamic history, etc. Gómez speaks of the fight for control of the Spanish lands between the Christians and Muslims: The Conquest and the ‘Reconquista’. This walk of pilgrimage between Seville and Santiago de Compostela is called the Christian Hispanic Walk. Gómez wanted to know this walk, this connection between the two cultures—cultures which combined while they fought for the control of these lands. The interviewer next asks about expressions that Gómez recalls from his childhood. Gómez responds that there were some, like: “No matter how early you get up, you can’t make the sun rise any sooner,” or “God helps those who help themselves.” In addition, for example, if someone is arrogant, one might say: “He/she thinks themselves a divine being,” or “He/she thinks highly of him/herself.” Of his fluid culture, Gómez says that he came to the US with his own culture and then adapted some customs of US culture, at the same time, he lost some aspects of his initial culture. It came to be a mix of the two cultures, combining some aspects and rejecting others, because they are not relevant in all cultural contexts. At the same time, the cultures are truncated and they are enriched. “One loses but one also gains.”

Descripción: Juan Manuel Gómez Topete nació el 4 de abril de 1944 en Atenguillo, Jalisco, México. Hablando de su pueblo, Gómez describe un lugar pequeño, aislado en las montañas, localizado entre las ciudades de Guadalajara y Puerto Vallarta. Especialmente durante el tiempo de “las aguas” (de lluvia), sólo se llegaba a pie o a caballo. Era un pueblo agrícola, la mayoría de la gente trabajaba en el campo, en negocios, en tiendas, en el curtido de las pieles, etc. También había un molino de azúcar. Cuando era niño no había electricidad ni agua corriente. No había carreteras con asfalto. Hoy en día, ha cambiado muchísimo. De sus padres, Gómez recuerda que su padre trabajaba en el campo, la familia tenía terrenos que cultivaban, dos propiedades: uno que habían heredado de su abuelo materno y otro que lo habían comprado sus padres. La familia vivía en un caserío  de veinticinco a veintiséis  casas. Su padre trabajaba en la compra  y venta de ganado. Él viajaba por otras rancherías comprando ganado. El  llevaba al ganado a su campo, y después de engordarlos, los llevaba a Guadalajara para venderlos. El resto de su tiempo, trabajaba en el cultivo, incluyendo: el maíz, los frijoles, los chicharros, el trigo, etc. Su madre murió cuando Gómez aún no había cumplido los cinco años. Gómez siempre usa la palabra “madre” como era la costumbre. Él no tiene muchas memorias de ella, excepto el día en que murió. Este día  es el más vívido en su memoria. Un año después de la muerte de su madre, su papá se volvió a casar por tercera vez. La primera esposa de su padre murió; al igual que su segunda esposa (la madre de Gómez).  Gómez es uno de nueve hijos (de madre y padre) que han vivido hasta llegar a ser adultos. Su padre se casó 3 veces y tuvo cinco hijos con la primera mujer. Después de la muerte de su primera mujer, se casó con la segunda y ellos tuvieron 13 hijos (ella era la madre de Gómez). Y después, se casó por tercera vez. Gómez dice que él es el “afortunado número 13” de los hijos de su madre, porque ella tenía 44 años cuando Gómez nació. En total, Gómez dice que hubo veintisiete hijos de su padre y entre las tres esposas. De todos sus hermanos y medios hermanos, Gómez tiene un hermano, cuatro años mayor, de madre y padre aquí en los Estados Unidos (EEUU), los otros todavía están en México o han muerto en México. De sus medios hermanos, ocho vinieron y establecieron en los EEUU; dos de ellos han muerto, y el resto están en México. Sobre los festivales en su pueblo, Gómez dice que había un santo patrón de Atenguillo: San Miguel Arcángel cuya festividad se celebra el 29 de septiembre. Esta es una festividad anual con todo tipo de actividades religiosas y civiles, hay un castillo de fuegos artificiales como parte de la tradición. Todos tienen cohetes, y de estos, el favorito de Gómez es llamado “el buscapiés” porque que la gente tiene que saltar para evadirlo. De la pregunta si ha estudiado mucho sobre la historia de su familia, Gómez respondió que ha buscado sus antepasados en parte porque su esposa, que tiene un padre mormón (originalmente, pero se convirtió después), y él quería aprender esta genealogía por ella. Con la ayuda de ancestry.com, Gómez ha podido encontrar una historia desde el  presente hasta el año  1663 por parte de madre. Y del presente hasta el año a 1731 por parte de padre, todo con documentación. Él tiene los nombres de la familia de años de anterioridad a estas fechas, pero no puede encontrar la documentación. Su familia viene de Tequila, Jalisco, México, otros son indígenas de la región y se mezclan con la familia Topete, el apellido materno. Hablando de su niñez, Gómez dice que es un poco difícil, porque implica la relación que tuvo con su madrastra. Como se mencionó, su papá se casó con esta mujer joven, su tercera esposa, un año después de la muerte de su madre. Ella tendría veintiuno ó veintidós años mientras su padre tenía sesenta y tantos años—suficientemente joven como para ser su hija o su nieta. Como Gómez era el mayor de los hijos, su madrastra lo hacía quedarse en la casa para cuidar a los otros niños. Su madrastra no lo trató muy bien. De hecho, a causa de este trato, cuando Gómez tenía doce años, él fue a visitar su tía (hermana de su madre) y ella vio la situación física en que Gómez estaba. Entonces, su tía le pidió permiso a su papá para que Gómez pudiera vivir con ella. Su padre le dio el permiso para ir por tres meses, pero esos tres meses se convirtieron en tres años. Gómez regresaba a la casa de su padre durante las vacaciones de verano, pero nunca regresó para vivir. Entonces, a causa de la relación entre Gómez y su madrastra, él no vivió en su casa desde los doce años. Preguntado por otros aspectos de su niñez, Gómez dice que trabajaba. Además de cuidar a los niños, Gómez ayudaba con la siembra que comenzaba a finales de abril, sembrando las semillas, etc. Después, ayudaba a limpiar la yerba y con todo lo que podía en el rancho de su familia. Además, ayudaba a ordeñar  las vacas, esto era la responsabilidad de Gómez y su hermanito, Con la leche su madrastra hacia queso, requesón, y cocoquí. Él dice que siempre ayudaba cuando había la necesidad. Su familia no tuvo un tractor, ellos usaban un yugo con bueyes para cultivar las cosechas. De hecho, Gómez nunca vio un tractor durante su niñez. De su travesía a los EEUU, Gómez dice que después de terminar la primaria (tuvo que repetir el tercer grado tres veces porque su familia se mudaba al campo para la siembra y no terminaba el año escolar, así que tenía quince años cuando terminó la primaria). A los quince años, él no sabía qué hacer. Su primo hermano (que era sacerdote) le preguntó y Gómez respondió que no tenía ninguna idea. Entonces, su primo hermano le preguntó si a Gómez le gustaría ir a estudiar en el seminario y él respondió, “Okay.” Ellos vivían en Sinaloa durante ese tiempo, en un pueblo que pertenecía a la diócesis de Mazatlán, entonces Gómez fue a un pueblo cerca de Mazatlán. Pasó cinco años allí, y después de terminar los estudios en las humanidades, el obispo quería que Gómez estudiara con otros estudiantes del seminario. Él los mandó a Moctezuma ‘College’ en Nuevo México; allí ellos estudiaron filosofía y teología. De esa manera fue como Gómez vino a los EEUU. Gómez piensa que es interesante porque durante los últimos años de los años 1920s en México, hubo un conflicto religioso y  el gobierno era anti-clerical y cerraron todos los seminarios en México. Los sacerdotes no podían oficiar (en las iglesias), no había seminarios abiertos, entonces, el obispado de los EEUU ayudó al obispado mexicano para establecer un seminario para estudiantes mexicanos en Nuevo México. Después de que se permitió de abrir de los seminarios en México, el seminario en Nuevo México se quedó con un grupo selecto de estudiantes quienes podían estudiar allí. Gómez fue uno de estos estudiantes. Este era un seminario Jesuita, donde Gómez estudió por cinco años: dos años de teología y tres años para la ordenación. A causa de la relación con su madrastra, Gómez tuvo problemas de inseguridad, era cohibido, muy tímido, y se dio cuenta que cuando tenía que hablar en público, él sufría mucho. Entonces, cuando llegó el momento de tomar la decisión de ser ordenado como sacerdote; Gómez lo pensó mucho, oró mucho, e hizo una búsqueda en su alma; al final decidió que esta profesión no era para él. Entonces, decidió de salirse del seminario. Pensaba regresar a México, pero a causa de este conflicto anteriormente mencionado, que comenzó en 1917 en México, la iglesia (todos, pero la iglesia católica en particular) no tenía una entidad legal, entonces todos los estudios que Gómez había  estudiado en el seminario, no los aceptaban en México.  Así que la única manera en que él podía continuar con sus estudios era permanecer en los EEUU. Gómez tomó esta decisión con la ayuda de una mujer. Ella era una maestra de lenguajes extranjeros (ESL) y ella le ayudó encontrar un trabajo y a ser admitido en la universidad para estudiar para ser maestro. De nuevo, esta es otra vez en que Gómez no sabe lo que quería hacer, alguien le recomendó algo, y él dijo, “Okay, está bien.” Afortunadamente, a Gómez le gustó y está contento con sus decisiones. Después de recibir su bachillerato en español y en latín, lo aceptaron en la Universidad de Oregón para estudiar la maestría, así es como Gómez vino a Oregón en 1972. En 1974, conoció a su futura esposa. Ellos se casaron en el 1974, después de seis meses de conocerse y todavía están casados, por más de cuarenta años. Gómez continuó estudiando y terminó un doctorado en estudios del Renacimiento  de España y de Italia, y también tiene un doctorado en Idiomas Romances. Después de terminar, el mismo año en que defiende su disertación, él comienza a enseñar a tiempo parcial en ‘Linfield College’, a causa del esposo de la entrevistadora. Cuando él estaba enseñando a tiempo parcial en la Universidad de Willamette, Gómez conoció a este hombre en el 1979, y en el 1981 Gómez recibió una llamada de él para un trabajo en ‘Linfield College’, y lo demás es historia. Gómez enseñó por tres años a tiempo parcial, y después treinta años como profesor de español. Gómez y su esposa tienen dos hijas, una tiene cuarenta años y está casada con dos hijos; ella es maestra. La otra hija trabaja por una organización sin fines de lucro en Astoria. Sus hijas hablan español, la menor habla mejor el español porque no es tan tímida como la mayor. La hija menor y Gómez siempre hablan en español, la hija mayor solamente habla en  español por teléfono, e inglés en persona por educación; ya que los demás familiares no hablan español. Hace dos años, Gómez se jubiló de ‘Linfield College’. Durante su tiempo allí, Gómez hizo varios viajes a España, en parte porque sus estudios eran sobre España y su literatura; y en parte porque decidió estudiar la cultura islámica en el sur de España. Después de un sabático, decidió regresar a España con un grupo de estudiantes. Hoy en día, él ha enseñado cinco clases  en España. En el 2005, después de que terminó la clase y los estudiantes regresaron a los EEUU, Gómez se quedó y caminó de Sevilla a Santiago de Compostela (Galicia), más o menos unos mil kilómetros (624.37 millas). Hizo el viaje en 41 o en 42 días. Pasó dos días en Salamanca, dos días en Zamora, y el resto caminando. La mayoría  del tiempo, Gómez caminó solo. En dos ocasiones caminó una vez con un chico de Suiza, una persona que había viajado mucho por el mundo y que hablaba español;  y otra vez con una chica de Alemania. El chico era más alto que Gómez y este caminaba más rápido también, así que se salió y llegó primero a Santiago de Compostela. Sin embargo, Gómez tuvo un plan para su peregrinación y paró en lugares donde quería parar la noche, etc. Con la chica, ellos se encontraron en Salamanca y caminaron por una semana y media, más o menos. Los últimos días, Gómez caminó solo. Le pregunté sobre el  significado de su peregrinación, Gómez respondió  que era doble: religiosa y cultural. Gómez quería hacer esta peregrinación como católico, pero dice también que es un viaje que tantas personas han caminado por hace siglos, es un intercambio cultural entre el resto de Europa con España cristiana. Hay otros aspectos culturales también, como: arquitectura, pintura, la religión católica, la historia musulmana, etc. Gómez habla de la lucha por el control de la tierra España entre los cristianos y los musulmanes: La Conquista y La Reconquista. Este camino de peregrinación entre Sevilla y Santiago de Compostela, El Camino Cristiano Ibérico o se llama la “Camino Mozárabe” (también se conoce como El Camino de Santiago o El Camino Francés). Gómez quería conocer este camino, esta conexión entre las dos culturas—culturas que se mezclaron cuando lucharon por el control de las tierras en España. La entrevistadora pregunta de las expresiones que vienen de su niñez. Gómez responde que hay unas como: “No por mucho madrugar amanece más temprano,” o “A Dios rogando y con el mazo dando.” Además, por ejemplo, si alguien es muy arrogante, puede decir: “Se cree la divina garza,” o “Se cree la mamá de Tarzán.” De su cultura fluida, Gómez dice que vino a los EEUU con una cultura propia y él  adaptó unas costumbres de la cultura estadounidense, al mismo tiempo, pierde unos aspectos de su cultura original. Llegó a ser una mezcla de las dos—combina a las dos culturas y algunos aspectos se rechazan, porque no son relevantes en todos contextos culturales. Al mismo tiempo, las culturas están troncadas y enriquecidas también. Uno pierde y uno gana.

Extent: 00:49:10 (video)
Language: español / Spanish
Item 11: Jovita Campuzano, el 13 de agosto del 2016 / August 13, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.

Description: Jovita Campuzano was born on September 29, 1961 in La Palma, Michoacán, Mexico. Her mother was a homemaker and her father worked as a day laborer. Campuzano has three siblings here in the US and two more siblings in México. According to Campuzano, as the eldest of her siblings, she helped her mother often with housework and with her siblings. She says that being the eldest child is a great responsibility. Once in a while, she helped her father in the fields as well. Campuzano attended school for five years and is grateful because she is able to read and write well. Today, she works in McMinnville, Oregon at Meggitt Polymers and Composites. Campuzano and her husband Ascención were married in a civil ceremony on May 25, 1983 and by the Catholic Church on December 14, 1985, before coming to the US. Ascención is also from La Palma, Michoacán, México.  Together they have four children, three girls and one boy. The three daughters all graduated high school here in Oregon and today work with their mother at Meggitt. As they were very poor in Mexico, Campuzano and Asención came to the US to better their economic situation in life. Ascención came first, followed by Campuzano and her three children (at that time) in 1990 after amnesty was granted in 1986. At this time, her husband put all his documents in order. The crossed the border at Nogales, (Sonora to Arizona) after paying a coyote for his services. Fortunately, Campuzano says that she has not suffered discrimination since her arrival in Oregon. Today, the couple sends money back to their families in México because their family members earn so little money each day and everything there is very expensive. Therefore, the money they send helps a great deal. With the money, their families buy food and the necessities they cannot afford without help. In México, they earn about 200 pesos day or with fluctuations about $10.50US. Their parents are elderly and do not have a car. When Campuzano and Ascención came to Oregon, they came with one of Ascención’s brother. An elderly lady rented them a basement in which to live but it was very difficult to find housing. The basement did have electricity but did not had a bathroom. They had to use the bathroom in the main house. Campuzano and her husband lived there with their three children for more than two years. Fortunately, Campuzano met a school teacher, Ms. Johnson, who helped them to find an adequate place to live. The teacher also spoke about the program Habitat for Humanity program and helped Campuzano and her family fill out the forms to apply. Luckily, their application was accepted and the family received the home in which Campuzano’s children continue to grow. Campuzano loves her home and gives thanks to God. Her family contributed to and helped with the building of their home. They all helped to lay the foundation and with painting as well. They were very happy and ready to work because they were so grateful to have their own home. Campuzano claims that the process was fun for her children. Asked whether her family or friends used home remedies during her childhood, Campuzano responds that her mother often used herbs as remedies. She used peppermint, rosemary, and another herb “ruta”. Campuzano can remember that some of these were used for stomach pain, headaches and for stabbing pains as well.

Descripción: Jovita Campuzano nació el 29 de septiembre de 1961 en La Palma, Michoacán, México. Su mamá era ama de casa mientras su papá trabajaba como jornalero. Su papá trabajaba juntando (recogiendo) resina en el campo. Campuzano tiene tres hermanos aquí en los EEUU y dos hermanos más en México. Según Campuzano, como la mayor de los hijos, ayudaba a su mamá con la casa y con sus hermanitos frecuentemente. Dice que ser la hija mayor es una gran responsabilidad. De vez en cuando ella ayudaba su papá en el campo también. Asistió a la escuela por cinco años y está muy agradecida porque puede leer y escribir muy bien. Hoy en día, trabaja en McMinnville, Oregón en Meggitt Polímeros y Compuestos. Jovita y su esposo Ascención se casaron el 25 de mayo de 1983 en una ceremonia civil y el 14 de diciembre de 1985 en la iglesia Católica, antes de vinieron a los EEUU. Ascención también viene de La Palma, Michoacán, México. Juntos, ellos tienen cuatro hijos, tres hijas y un hijo. Las tres hijas se graduaron del colegio aquí en los EEUU y trabajan con su madre en Meggitt hoy en día. Como estaban muy pobres allá en México, Campuzano y Ascención vinieron a los EEUU para mejorar su situación económica. Ascención vino primero, luego Campuzano y sus tres hijos (a ese momento) vinieron en 1990, después de amnistía en 1986. En el 1986, su esposo Ascensión arreglo sus papeles. Cruzaron la frontera en Nogales (Sonora a Arizona) después de pagarle a un coyote por cruzarlos. Afortunadamente, Campuzano dice que no ha sufrido discriminación desde su llegada a Oregón. Hoy en día, Campuzano y Ascención les envían dinero a sus familias en México porque ellos ganan muy poquito dinero por el día y todo es muy caro allí. Así es que el dinero que envían Campuzano y Ascención ayuda mucho. Con el dinero, sus familias compran comida y lo necesario que no puedan poder comprar sin ayuda. En México, ganan 200 pesos por día ó con fluctuaciones aproximadamente $10.50 (EEUU). Sus padres, que ya son viejitos, no tienen carro. Cuando Campuzano y Ascención vinieron a Oregón, vinieron con un hermano. Una señora entrada en años les alquiló un sótano, pero fue muy difícil encontrar algo donde podían vivir. El sótano tenía luz, pero no un baño propio; y vivieron ahí con sus tres hijos por más de dos años. Afortunadamente, Campuzano conoció a una maestra, Ms. Johnson, en la escuela y ella les ayudó encontrar un lugar adecuado para vivir. La maestra les habló del programa de Hábitat para la Humanidad y les ayudó a llenar la aplicación. Afortunadamente, la aplicación fue aceptada y Campuzano y su familia recibieron una casa de Hábitat en la cual sus hijos crecieron.  A Campuzano le encanta su casa y le da gracias a Dios. Su familia contribuyó y ayudó mucho en la construcción de su casa. Todos ayudaron con los cimientos y pintando. Estaban muy contentos y dispuestos a trabajar porque estaban muy agradecidos de tener una casa propia. Campuzano dice que fue muy divertido para sus hijos. Preguntado si su familia o sus amigos de familia usaban remedios caseros durante su niñez, Campuzano respondió que su mamá se usaba mucha las yerbas como remedios. Usaba la yerbabuena, el romero, y la ruta. Campuzano recuerda que había unas de estas yerbas se usaban para al dolor de estómago para el dolor de cabeza y para las punzadas.

Extent: 00:13:05 (video)
Language: español / Spanish
Item 12: Cristina y Jorge Amiel, el 22 de agosto del 2016 / August 22, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.

Description: Cristina Amiel was born June 18, 1948 in Mexico City, Mexico. Her mother, Elsa Díaz Portillo, was a strong woman who taught her children a strong work ethic and provided for her children. Cristina grew up with two sisters and one brother. She was born a twin, though her twin brother died three months after birth of pneumonia. She recalls that her grandparents met in Arizona, her grandfather worked as a coal miner and was a loving and devoted father of ten children and he was a wonderful grandfather. After being diagnosed with tuberculosis, her grandfather Genovevo Díaz moved his family back to his home town of Aguas Calientes, Mexico. Following his death, her mother and her siblings had to go to work to provide for their mother. She recalls that her grandmother, Librada Portillo, had no skills apart from having children and so her children, including her mother, had to work to support the family.  Cristina’s uncles worked in the fields while her mother and her aunts worked as nannies or as housekeepers . After marrying and having children in Mexico, her mother Elsa was disappointed at the lack of resources available to sustain her family. As her husband, David Montoya, was not a good provider, she decided to return to the United States (US), where she was born, with her children in tow. Her brothers had returned to the states previously and helped her to settle and find a job in Los Angeles, California . The family first lived in a hotel near the factories in Los Angeles; she recalls that four hotel rooms shared one bathroom. The family lived in one room together, it was very close quarters. Her mother worked diligently and saved enough money to leave the hotel and rent a house in the projects, a low income housing area, predominantly African-American in Los Angeles. Cristina attended school there and her mother continued to save her money until eventually she was able to purchase a home of her own, of which the family is quite proud. She remembers that her educational experience was difficult at times as she and her siblings did not know the language and there were no ELL or ESL programs available. Teachers did not speak any Spanish either. At times, she and her siblings also felt isolated because their food was so different from the sandwiches that most students brought for lunch each day. Cristina worked during high school, finding jobs during the evening hours so that she could complete her schooling, which she succeeded in doing. She graduated from high school with her diploma in hand. She recalls working at McDonald’s, See’s Candies, in a garment factory, at a corrugator company, and even as a hostess-cashier at a Chinese restaurant . Of her time in Los Angeles, she does not recall experiencing discrimination as her family lived in a predominantly Latino neighborhood with very few Anglos and some African-Americans, Jorge agrees.

Jorge Amiel was born April 8, 1949 in Guatemala City, Guatemala. His mother changed his name to “George” upon coming to the US. The oldest of three sons, his youngest brother passed away four years ago (2012). His mother, Zoila Meléndez, came to the US when he was 4 years old in order to work. She worked as a housekeeper for a sheriff who helped her to start the immigration process for her three sons. Jorge, who was living with his godmother until then, he came to the US first, followed by his two younger brothers, one at a time. Of his time with his godmother, he recalls that there were revolutions happening in Guatemala and that children were much disciplined, treated more like soldiers or dogs than as children. The family settled in Los Angeles upon coming to the US, they lived in the projects for a year before moving closer to the city in order to be closer to Zolia’s work. Zoila worked as a seamstress, a trade which Jorge learned while he worked alongside his mother when he was fourteen years old as an after school job . Jorge remembers that he learned to speak English through his friends and through Cristina, they often spoke half English and half Spanish to one another. He graduated high school with Cristina and then continued his education with two years of printing school, during which time the couple survived in $61 per week together with their first two children. He started work for Western Craft and remained in his post for 22 years. Before he left his post, he earned $17-$18 an hour, a decent wage in 1970, especially considering his pay cut upon coming to Oregon earned him only 1/3 as much . The couple, who met at a party when they were thirteen years old, will celebrate their 50th wedding anniversary next year (2017). Jorge says that Cristina’s mother raised him because he spent more time at her house than he did his own . After visiting Oregon with a friend in 1985, Jorge fell in love with Oregon and expressed a desire to move from Los Angeles. Cristina was hesitant because she had a job she loved at Los Angeles County Emergency Room, where she had worked for 14 years. Her sister encouraged them to accompany her on a visit to Oregon and they obliged. Cristina’s sister loved Oregon so much that she bought a house on the spot during their visit. Cristina, however, was still resolved to return to Los Angeles. After all, they had just installed a pool in the back yard of their California home and she didn’t want both of them to give up their good jobs on a whim. Before returning home, Jorge drove Cristina through McMinnville, Oregon because he wanted her to see the town he’d fallen in love with. They stayed a week and she fell in love with Oregon as well. They both gave notice at their jobs in Los Angeles and came to Oregon with no jobs lined up upon arrival. Six months later, Cristina’s sister sold the house she purchased on their visit after a harsh winter in 1989, finding the climate too cold and she returned to Los Angeles. Jorge and Cristina remained. They rented out their home in Los Angeles for a year before deciding to remain permanently in Oregon, at which point they sold their Los Angeles home. They went in search of property in McMinnville and found the house in which they live today. Jorge recalls that Cristina’s mother always encouraged him to invest in properties. They bought a home in Linfield that they still own today, another on 3 Mile Lane in McMinnville, and they continue to “play monopoly”, buying and selling homes for income and investment . Together, they have three children, one son who works at Skyline; and two daughters, one of whom is a homemaker and the other works as a surgical nurse in robotics at Oregon Health and Science University (OHSU). The couple also have eight grandchildren and six great-grandchildren . When they first came to Oregon, they lived in Carlton, Oregon; a town with only 800 people at that point. Both remember the culture shock they experienced upon moving to such a small town in a different state. They waited a month for their mail before learning that they needed to get a P.O. Box at the post office in town. They also remember being unprepared for their first winter in Oregon. The family had no winter clothes or shoes. Only Cristina had rain boots and so she had to walk to the store in the snow as both she and Jorge were unable to drive in the snow. They both also noticed differences between the people in Los Angeles and the people here in Oregon. In Los Angeles, they recall, people are always on the go, always in a hurry, always rushing everywhere. In Oregon, life is more slow paced, people know each other’s names at the bank or at the market, and people are generally kind and polite, which they claim was the biggest culture shock of all . Upon moving to Oregon, Jorge started work with the McMinnville School District. He remained in his post for 23 years and worked doing purchasing and maintenance the custodial budget. He retired two years ago (2014), though he still subs for the district when they have need of him. Cristina first sought work at the hospital, though found that they had only nights available. She then applied to the school district and worked for a year as a teacher’s aide. Until a position in ESD, Migrant Education opened up and after getting the job, Cristina worked there for 22 years and loved it . Today, both Jorge and Cristina work as interpreters/translators for courthouses in and around McMinnville. They share the post at McMinnville Courthouse and Cristina also works for Carlton, Lafayette, Yamhill, and Amity courthouses as well. Asked whether Jorge has experienced discrimination within the US, he responds that he never felt it in Los Angeles as the family lived in a predominantly Latino neighborhood. Even coming to Oregon, Jorge recalls very kind people and no discrimination against him. Cristina agrees, though she adds that she has witnessed discrimination against the families she worked with in Migrant Education, in some cases from staff.  The interviewer inquires as to home remedies used during their childhoods. Cristina remembers drinking cinnamon tea when she didn’t feel well or mint tea when she had muscle cramps. She remembers her mother using Vick’s vapo-rub for stuffy noses and chest colds as well. She also remembers that her family used a moistened red string to alleviate hiccups in babies, a remedy that worked to Cristina’s amazement, though she doesn’t know how. Jorge remembers that when dogs got sick with kennel cough in Guatemala, people would tie strings of lemons around the dog’s neck in order to lessen his cough . Of folklore, Jorge remembers the myth of the ‘duendes’ (goblin), the sons of the devil. He recalls hearing that the ‘duendes’ (goblin), went after pretty girls with long hair or children who went out into the streets alone. Jorge believes that the ‘duende’ (goblin), is used as a sort of boogeyman character to encourage good behavior in children. Speaking of the streets, they both speak of the stark contrast between streets in Los Angeles and in Oregon. In Los Angeles, the lights remain on all the time and there are street signs everywhere. Here, there are fewer lights, so much so that you can see the stars on clear nights. There are also fewer signs which made it easier to get lost when they first came to Oregon . Transitioning the conversation back to their current work, the interviewer asks what it is like working as an interpreter/translator for the court and what this job entails. She notes that she interprets whatever the judge tells the plaintiff, defendant, or witness and vice versa. He notes that the job is sometimes difficult because the plaintiff, defendant, or witness does not realize that their words must be relayed verbatim. They might insult the judge, expecting that the translator will edit these sentiments out in relay, which translators are forbidden by law from doing. Cristina adds that it is sometimes necessary to remind people to restrain themselves as there is always an officer present and able to arrest whoever becomes belligerent in the court. As translators, they say that they are not allowed to give advice to clients whatsoever. Outside of the courtroom, they might explain the procedure and process ahead, which the defendant might not understand, though in turn they must inform the client that they are not an attorney and that for advice they should hire an attorney or apply for a court appointed one . In spite of its challenges, Jorge and Cristina agree that they love their work. Cristina enjoys that she often gets to interact with families she worked with in Migrant Education; while Jorge says that he loves meeting people within his community. Of the Latino community at large, Cristina and Jorge Amiel agree that the culture is kind, grateful, and giving, they look out for one another, and they are appreciative.

Descripción: Cristina Amiel nació el 18 de junio de 1948 en Ciudad México, México. Su madre, Elsa Díaz Portillo, era una mujer fuerte que enseñó a sus hijos una ética de trabajo muy fuerte y proveyó para su familia. Cristina creció con dos hermanas y un hermano. Ella nació como gemela, aunque su hermano gemelo murió tres meses después de neumonía. Recuerda que sus abuelos se conocieron en Arizona, su abuelo Genovevo Díaz, trabajaba como minero de carbón. Él fue un padre amoroso y devoto a sus diez hijos, además era un abuelo maravilloso. Tras de ser diagnosticado con tuberculosis, su abuelo se mudó a su familia a su ciudad natal de Aguas Calientes, México. Después de su muerte, Elsa y sus hermanos tuvieron que trabajar para mantener a la familia. Sus tíos trabajaban en el campo mientras su madre y sus tías trabajaban como niñeras o amas de llaves. Después de casarse y tener hijos en México, Elsa se sentía decepcionada por la falta de recursos disponibles para mantener a su familia. Como su esposo, David Montoya, no era buen proveedor, decidió regresar a los EEUU, su país natal. Sus hermanos habían regresado a los Estados Unidos anteriormente y la ayudaron a establecerse y encontrar un trabajo en Los Ángeles, California. Inicialmente, la familia vivía en un hotel cerca de las fábricas en Los Ángeles. Ella recuerda que cuatro habitaciones del hotel compartían un cuarto de baño. La familia vivía en una habitación todos juntos, en un espacio pequeño. Su madre trabajaba y diligentemente y ahorró tanto dinero para salir del hotel y alquiló una casa en una planificación urbana, una zona de vivienda de bajos ingresos, predominantemente afroamericana en Los Ángeles. Cristina asistió a la escuela y su madre siguió ahorrando dinero hasta que finalmente pudo comprar una casa propia, de la cual la familia está muy orgullosa. Ella recuerda que su experiencia educativa fue difícil a veces, ya que ella y sus hermanos no podían entender ni hablar el idioma y no existían programas de ESL o ELL. Los maestros tampoco no hablaban español. A veces, ella y sus hermanos se sentían aislados porque su comida era tan diferente de los sándwiches que traían la mayoría de los estudiantes. Cristina trabajó mientras asistió la escuela secundaria. Trató de encontrar trabajos durante las horas de la tarde/noche para poder completar a su educación, lo que logró hacer. Se graduó del colegio con su diploma en mano. Recuerda que haber trabajado en McDonald’s, See’s Candies, en una fábrica de ropa, en una empresa cartón ondulado e incluso como cajera/recepcionista en un restaurante chino. De su tiempo en Los Ángeles, no recuerda haber sentido discriminación ya que su familia vivía en un barrio predominantemente latino con pocos anglos y algunos afroamericanos. Jorge está de acuerdo.

Jorge Amiel nació el 8 de abril de 1949 en Cuidad Guatemala, Guatemala. Su madre le cambió su nombre a ‘George’ al llegar a los EEUU. El mayor de tres hijos, su hermano menor falleció hace cuatro años (2012). Su madre, Zoila Meléndez, llegó a los EEUU cuando Jorge tenía cuatro años, para trabajar. Trabajaba como ama de llaves para un alguacil, él que la ayudó a iniciar el proceso de inmigración para sus tres hijos. Jorge vivía con su madrina en aquel entonces. Él llegó primero a los EEUU, seguido por sus hermanos menores, uno a la vez. De su tiempo con su madrina, recuerda que hubo revoluciones en Guatemala y que los niños eran muy disciplinados, tratados como soldados o perros más que como niños. La familia se estableció en Los Ángeles al llegar a los EEUU, vivieron como Cristina y su familia, en una planificación urbana antes de mudarse a la ciudad para estar más cerca del trabajo de Zoila. Zoila trabajaba como costurera, un oficio que Jorge aprendió mientras trabajaba junto con su madre cuando tenía catorce años como trabajo después de la escuela. Recuerda que aprendió a hablar inglés a través de sus amigos y a través de Cristina, a menudo hablaban medio inglés y medio español entre sí. Se graduó del colegio con Cristina y luego continuó su educación con dos años en la escuela de imprenta. Durante este tiempo él ganaba $61 por semana, con cual mantuvo a su familia de Cristina y sus primeros hijos. Él empezó a trabajar para Western Craft y permaneció en su puesto durante 22 años. Antes de que dejara su puesto, él ganaba $17-$18 por hora, un salario decente en 1970, después de llegar a Oregón, ganaba inicialmente de $6-$7 la hora. La pareja, que se conoció en una fiesta cuando tenían trece años. Ellos van a celebrar sus 50 años aniversario de bodas el próximo año (2017). Jorge dice que la madre de Cristina lo ayudó en su crianza porque él pasó más tiempo en la casa de ella que en su propia casa.  Después de visitar a Oregón con un amigo en 1985, él se enamoró de Oregón y expresó su deseo de mudarse de Los Ángeles. Cristina estaba vacilante porque tenía un trabajo que le gustaba mucho en la sala de emergencia del Condado de Los Ángeles, donde permaneció durante 14 años. La hermana de Cristina iba a hacer un viaje a Oregón y les pidió si ellos querían acompañarla, ellos accedieron. Su hermana también se enamoró de Oregón tanto que compró una casa de inmediato durante su visita. Sin embargo, Cristina todavía estaba resuelta a regresar a Los Ángeles. Después de todo, acababan de instalar una piscina (alberca) en el patio de su casa en California.  Cristina no quería que dejaran sus buenos trabajos por capricho. Antes de regresar a California, Jorge paseó a Cristina a través de McMinnville, Oregón, porque quería que ella viera la ciudad de la cual él se había enamorado. Se quedaron una semana y Cristina también se enamoró de Oregón. Ambos, decidieron dar aviso en sus trabajos en Los Ángeles y vinieron a Oregón sin trabajos alineados a su llegada. Seis meses después, la hermana de Cristina vendió a la casa que compró en su visita después del invierno difícil del 1989. Ella pensó que el clima era demasiado frío y regresó a Los Ángeles. Jorge y Cristina permanecieron en Oregón. Alquilaron su casa en Los Ángeles durante un año antes de decidirse a permanecer permanentemente en Oregón, luego vendieron su casa en Los Ángeles. Ellos fueron en busca de una propiedad en McMinnville y encontraron la casa en la que viven hoy en día. Jorge recuerda que la madre de Cristina siempre le animó a invertir en propiedades de bienes raíces.  Ellos compraron una casa en Linfield, todavía son dueños; otra en 3 Mile Lane en McMinnville, y continúan “jugando al monopolio,” comprando y vendiendo casas para ingresos e inversiones. Juntos, ellos tienen tres hijos, un hijo que trabaja en Skyline, y dos hijas, una de las cuales es ama de casa y la otra hija que trabaja como enfermera quirúrgica que trabaja con robots en la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón. Jorge y Cristina también tienen ocho nietos y seis bisnietos. Cuando vinieron a Oregón por la primera vez, vivían en Carlton; una ciudad con solo 800 personas en ese momento. Tanto Jorge como Cristina recuerdan el choque cultural que experimentaron al trasladarse a una ciudad tan pequeña en un estado diferente. Esperaron un mes por su correo antes de aprender que necesitaban un buzón de correos en la oficina de correos de la ciudad. Recuerdan también que estaban desprevenidos para su primer invierno en Oregón. Nadie tenía ropa ni zapatos de invierno. Cristina era la única que tenía botas de lluvia así que ella tuvo que caminar hasta el mercado a través de la nieve ya que ni Jorge ni Cristina querían manejar en la nieve. Además, notaron diferencias entre la gente de Los Ángeles y la gente aquí en Oregón. En Los Ángeles, recuerdan que la gente siempre estaba en movimiento, siempre con prisa, siempre corriendo por todas partes. En Oregón, la vida es más lenta, la gente conoce uno con el otro’ ya sea en el banco o en el mercado, y la gente, generalmente, es más amable y cortés. Jorge y Cristina dicen que esto fue el choque cultural más grande de todos. Al trasladarse a Oregón, Jorge empezó a trabajar con el Distrito Escolar de McMinnville. Permaneció en su puesto durante 23 años y trabajó con el departamento de mantenimiento en adquisiciones y con el presupuesto. Se retiró hace dos años (2014), aunque todavía, trabaja para el distrito cuando lo necesitan. Inicialmente, Cristina buscó trabajo en el hospital, aunque encontró que sólo había turnos de noche. Entonces, ella aplicó al distrito de la escuela y trabajó un año como asistente de maestra hasta que una posición se hizo disponible en el departamento de educación inmigrante. Cristina trabajó en este puesto por 22 años y le gustaba mucho. Hoy, Jorge y Cristina trabajan como intérpretes/traductores en las cortes dentro y alrededor de McMinnville. Comparten el puesto en la corte de McMinnville y Cristina trabaja también para la corte en las siguientes ciudades: en Carlton, en Lafayette, en Yamhill, y en Amity, todas en Oregón. Cuando se le preguntó si Jorge ha sufrido discriminación dentro de los EEUU, responde que nunca la percibió en Los Ángeles, ya que la familia vivía en un barrio predominantemente latino. Al llegar a Oregón, Jorge recuerda una gente muy amable, no recuerda ninguna discriminación. Cristina está de acuerdo, aunque agrega que ella ha sido testigo de discriminación contra de las familias con las que trabajaba en educación inmigrante, en algunos casos de los maestros. La entrevistadora pregunta sobre los remedios caseros que utilizaron sus familias durante su niñez. Cristina recuerda que bebió té de canela cuando no se sentía bien o té de yerbabuena cuando tenía calambres musculares. Ella recuerda que su madre usaba ‘Vicks’vapo-rub’ para la congestión nasal y los resfriados del pecho. Además, recuerda que su familia usó una cadena de hilo rojo humedecida para aliviar el hipo en los bebés, un remedio que funcionó para ellos, pero no saben el por qué. Jorge recuerda que cuando los perros se enfermaban con una tos en Guatemala, la gente les ataba ristras de limones alrededor del cuello del perro para disminuir su tos. De mitos folkclóricos, Jorge recuerda el mito de los duendes, los hijos del diablo. Recuerda que haber escuchado que los duendes persiguen a chicas guapas con cabello largo o a niños que salieron a las calles solos. Jorge cree que el duende se utiliza como un viejo del costal para fomentar el buen comportamiento de los niños. Hablando de la calles, Cristina y Jorge hablan del contrasto entre las calles de Los Ángeles y las de Oregón. En Los Ángeles, las luces permanecen encendidas todo el tiempo y hay carteles indicadores en todas partes. Aquí hay menos luces, tanto que puede ver las estrellas en las noches claras. Además, hay menos señales que hicieron más fácil perderse cuando ellos llegaron por primera vez a Oregón. Hablando otra vez de sus trabajos hoy en día, la entrevistadora pregunta, ¿Cómo es el trabajo como interpretes/traductores para la corte y cuales retos tiene este puesto? Cristina dice que lo que el juez le dice al demandante, acusado, o testigo y/o viceversa tiene que ser traducido palabra por palabra por los intérpretes/traductores. Jorge dice que el trabajo, a veces, es difícil porque el demandante, el acusado, o el testigo no se da cuenta de que sus palabras deben ser retransmitidas textualmente. Ellos pueden insultar al juez, con la expectativa que el traductor corrija estos sentimientos en la traducción, algo que los interpretes/traductores están prohibidos por la ley de hacer. Cristina añade que a veces es necesario recordar a las personas que se refrenen, ya que siempre hay un oficial de la corte presente con la capacidad de arrestar a quienquiera que sea beligerante en la corte. Como traductores, Jorge y Cristina dicen que no están autorizados a dar consejos a los clientes. Fuera de la sala de audiencias, ellos pueden explicar el procedimiento y el proceso, que el acusado no pueda entender, aunque a su vez deben informar al cliente que no son abogados y que por consejo deben contratar un abogado o solicitar un abogado designado por la corte. A pesar de los retos, Jorge y Cristina están de acuerdo de que les encanta su trabajo. Cristina disfruta que aún interactúa con familias con las que trabajaba en el programa de educación inmigrante; mientras que Jorge dice que le encanta conocer gente dentro de su comunidad. De la comunidad Latina en general, Cristina y Jorge Amiel coinciden también que las personas pobres son es muy amables, agradecidas, y muy generosas, se cuidan unos a otros.

Extent: 00:42:15 (video)
Language: inglés / English
Item 13: Efrain Arredondo, el 8 de septiembre del 2016 / September 8, 2016 Add to Shelf
La entrevista (video) / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.
Extent: 00:45:25 (video)
Language: español / Spanish
Item 14: Beverly Richardson, el 5 de octubre del 2016 / October 5, 2016 Add to Shelf

La entrevista (video) / the interview (video) está disponible en el internet / is available online.

Description: Beverly Richardson was born February 13, 1943 in Tulsa, Oklahoma. Her mother, Delphia Morrison, was born in Big Creek, Arkansas and her father, Roy Danuser, was born in Kansas City, Missouri. Delphia attended Dodd College in Louisiana for two years and later worked as her father’s secretary for most of her working years. Her father worked as a lawyer and even served as a judge for a short time. Richardson lived in Malvern, Arkansas through the first grade, the family then moved to Little Rock, Arkansas, and finally settled in Mountain Home, Arkansas within the Ozark Mountains. She describes a happy and relaxed childhood for the most part. In Malvern, her father was appointed a County Judge by the governor of the state after another judge died in office. Richardson explains that her father made unpopular decisions that he stuck to, including: closing down gambling operations in Hot Springs, Arkansas (a notorious mafia hotbed), and signing an order in which any felony case containing an accused person of African-American ancestry must have another African-American person up for selection on the jury panel. Her father and the family received many publicized death threats because of this and so the family had to live with a bodyguard during their remainder of their time in Malvern. Richardson claims this “cramped her style.” The family soon moved to Mountain Home, Arkansas, a town nestled in the Ozark Mountains with clear lakes, nice people, and ample outdoor activities, including: water-skiing, swimming, and cave exploring. When Richardson was 12 years old, her father taught her to fly and flying stunts, a skill he learned serving in WWII. She grew up with her two sisters, today one of them lives in Arkansas and the other lives in Colorado. Richardson attended Stanford University and graduated with her BA in Spanish. After marrying her husband, the two went to Ohio State University where Richardson’s husband both studied and worked; she taught Spanish there for a year as well. The couple then went to Germany for a year on a Fulbright scholarship for her husband and then to Switzerland, also for a year. When they returned to the states, the couple went to Yale. Richardson’s husband enrolled there. She also applied to and enrolled in a program for Romance Philology, that is, the history of romance languages from the Vulgar Latin period through the medieval period. Richardson received three degrees from Yale, including her PhD. She then decided to apply to law school, a decision of which her husband was very supportive, and so she attended the University of Connecticut Law School. Along the way, the couple had two daughters. Richardson’s family moved to Oregon after limited employment opportunities at Yale for her husband. He accepted a position at Linfield College and the couple moved around 1980-1981. Richardson began to practice law and for a number of years worked with two partners whom she greatly admired, she then started a solo practice in McMinnville. Richardson says that her specialty was criminal defense, which she claims was her “passion,” though she took all sorts of cases. She strongly believes that “everyone should have a defense, regardless of income or assets.” Through her practice, Richardson remembers that she had ample opportunity to practice and use her Spanish and that she made many friends along the way. She recalls that she saved the county a good deal of money, as they did not have to hire an interpreter for her cases. For this reason, Richardson received the majority of the Spanish-speaking cases. Apart from the cost-saving benefits to the county, Richardson believes that her ability to speak Spanish had many other benefits as well. Most importantly, “being able to communicate with someone without it seeming as if you were speaking through a screen” - it enables more direct communication and she feels her clients were able to confide in her where they might not have been able to with an interpreter. Richardson also recalls that she learned a lot of Spanish legal vocabulary. Within the courtroom, Richardson’s ability to speak Spanish provided assistance or context for words or phrases that did not translate directly into English. During her visits to the jail to meet with her clients, Richardson realized that the prisoners had no library and therefore no books in either English or Spanish. She contacted Michael Powell of Powell’s Books in Portland asking for a discount to be able to purchase books for the jail. Instead, Powell offered three boxes of books per month as donation, which included volumes in both English and Spanish. Richardson and her husband collected these books for the Yamhill County Jail for many, many years. Asked whether she had any experience with Immigration, Richardson recalls that she has had very much indeed, especially at the start of practicing law in 1980-1981. She remembers that she often received calls at home in the evenings from clients’ family members claiming, that the jailer would not release a prisoner, due to his legal status, despite their relative arriving to post bail in full. There was also a court order by the judge for bail. The jailer always stated that Immigration was on its way to put a hold on the prisoner for deportation. Richardson would always drive to the jail and act as a witness to the jailer detaining the incarcerated while bail was being paid. Immigration was required to be present in order to place a hold on a prisoner for deportation. The jailer, in turn, delayed the process of posting bail as much as possible with the hopes of giving time for Immigration to arrive. After posting bail, Richardson would then run as fast as possible with the client and their family member(s) to her office directly across from the jail, turn out the lights, and wait in order to evade Immigration. She also recalls an Immigration officer lying about his ability to speak Spanish and having to report him to the state. Richardson claims she never had very positive interactions with Immigration during her practice. In describing the Latino community of Yamhill County, Richardson says that her interactions have been overwhelmingly positive. The people she says are kind, sweet, and honest. They take care of one another and she remembers that they always paid their fees for her legal aid. Of her plans for the future, Richardson says that she will continue her retirement, which began in 2011. She will continue to volunteer for the SMART reading program at the elementary school in Dayton, in which he helps kindergarteners and first graders to learn to read and speak in English, a task in which she gets to use her Spanish often. She will also continue to volunteer at the Habitat Restore on 2nd Street in McMinnville, another position in which she is able to use her Spanish frequently. She will also continue to volunteer for Nuestras Voces or for other projects that make her feel as though she might help. The interviewer next asks if Richardson cares to mention anything else about her interactions with the Latino community in Yamhill County. Richardson talks about the times in which her clients were arrested for “Driving while Hispanic.” Police officers targeted Hispanic drivers during Richardson’s first years in Yamhill County and demanded a driver’s license or inquired as to the driver’s most recent drink. Often, the officer admitted that the driver was not speeding, nor was he impeding traffic, rather he stopped the driver because he did not recognize the car. Richardson remembers that the judge often threw out the case. Lastly, Richardson mentions a motto she lives by that came from a client: “For everyone who rises early, let there be one who never went to sleep.” Richardson strives to be the one who never went to sleep.

Descripción: Beverly Richardson nació el 13 de febrero de 1943 en Tulsa, Oklahoma. Su madre, Delphia Morrison, nació en Big Creek Arkansas y su padre, Roy Danuser nació en Kansas City, Missouri. Delphia asistió a Dodd College en Luisiana por dos años y luego trabajó como secretaria de su esposo por la mayor parte de sus años de trabajo. Su padre trabajó como abogado, pero también fue juez por un poco de tiempo en Malvern, Arkansas. La familia vivió allí en Malvern hasta que Richardson tenía seis ó siete años, después, la familia se mudó a Little Rock, Arkansas, y luego a Mountain Home Arkansas en las montañas Ozark. Richardson describe una niñez feliz y relajada por la mayor parte. En Malvern, su padre trabajó como juez después de la muerte de otro juez en la corte. Richardson explica que su padre tomó decisiones poco populares a las que se aferró, incluyendo: el cierre de operaciones de juego en Hot Springs, Arkansas (un lugar famoso por sus lazos con la mafia), y firmó una orden en la cual cualquier caso de delito que contenga un acusado de ascendencia afroamericana debería estar presente otra persona afroamericana en la selección del panel para el jurado. Su padre y su familia recibieron muchas amenazas de muerte publicadas; debido a esto la familia tuvo que vivir con un guardaespaldas durante el resto de su tiempo en Malvern. Poco después, la familia se mudó a Mountain Home, Arkansas, una ciudad localizada en las montañas Ozark con lagos claros, gente agradable, y amplias actividades al aire libre, incluyendo: esquí acuático, natación, y exploración de cuevas. Cuando Richardson tenía 12 años, su padre le enseño a volar un avión y trucos acrobáticos, una habilidad que aprendió cuando él estuvo en el servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial. Ella creció con dos hermanas, hoy una de ellas vive en Arkansas, y la otra en Colorado. Richardson asistió a la Universidad de Stanford y se graduó con su bachillerato en español. Después de casarse con su esposo, los dos fueron a la Universidad Estatal de Ohio, donde su esposo estudió y trabajó; ella enseñó español allí por un año también. La pareja se fue a Alemania por un año con una beca Fulbright de su esposo y luego vivieron un año en Suiza. Cuando regresaron a los Estados Unidos los dos fueron a Yale, su marido se matriculó allí y Richardson se matriculó en un programa de filología romántica, es decir, la historia de las lenguas romances desde el período latino vulgar hasta el período medieval. Richardson recibió tres títulos de Yale, incluyendo su doctorado. Entonces, ella decidió aplicar a la escuela de derecho, una decisión que su marido apoyó con gusto. Así que ella asistió a la escuela de derecho en la Universidad de Connecticut. Durante ese tiempo, Richardson y su marido tuvieron dos hijas. La familia se mudó a Oregón después de oportunidades limitadas para su marido en Yale. Él recibió una posición en Linfield College y la pareja llegó a Oregón alrededor de 1980-1981. Richardson empezó a practicar la ley y durante varios años trabajó con dos compañeros que ella admiraba mucho, entonces comenzó su práctica privada en McMinnville, Oregón. Richardson dice que su especialidad era la defensa criminal, ella afirma que era su “pasión,” aunque ella tomó todo tipo de casos. Ella cree firmemente que “todos deben tener una defensa a pesar de la falta de ingresos o bienes.” A través de su práctica, Richardson recuerda que tuvo amplia oportunidad de practicar y usar su español y que conoció muchos amigos allá. Ella recuerda que el condado se ahorró mucho dinero, porque no tenía que encontrar ni pagarle a un intérprete cuando Richardson era la abogada del caso. Por esta razón, Richardson recibió la mayoría de los casos de hispanohablantes. Aparte de los beneficios de ahorro de costos para el condado, Richardson cree que su habilidad de hablar en español tenía otros beneficios también. Lo más importante, “ser capaz de comunicarse con alguien sin parecer como si fuera hablando a través de una pantalla” - que permite una comunicación más directa y ella siente que sus clientes fueron capaces de confiar en ella cuando no podría hacerlo con un intérprete. Además, Richardson recuerda que aprendió mucho del vocabulario jurídico español. Dentro de la sala de audiencias, su habilidad proveyó ayuda y/o contexto para palabras o frases que no se traducían directamente al inglés. Durante sus visitas a la cárcel para reunirse con sus clientes, Richardson se dio cuenta de que los prisioneros no tenían biblioteca y por lo tanto no había libros en inglés ni en español.  Se puso en contacto con Miguel Powell de Powell’s Books en Portland, Oregón, solicitando un descuento para poder comprar libros para la cárcel. En cambio, Powell ofreció tres cajas de libros por mes como donación que incluía volúmenes tanto en inglés como en español. Richardson y su marido recogían estas cajas de libros para la cárcel del Condado de Yamhill durante muchos, muchos años. Cuando se le preguntó si tenía algunas experiencias con el departamento de Inmigración, Richardson recuerda que ha tuvo muchas, especialmente al comienzo de su práctica de derecho en 1980-1981. Recuerda que a menudo recibía llamadas en su casa por las noches de los miembros de la familia de sus clientes alegando que el carcelero no aceptaba la fianza para liberar a su pariente, el prisionero, porque su estatus era ilegal, a pesar de que su pariente tenía el dinero para pagar la fianza en su totalidad. El juez había determinado la fianza y había una orden del juez. El carcelero siempre afirmó que Inmigración estaba en camino para deportar al prisionero.  Richardson manejaba siempre a la cárcel y actuaba como un testigo ante el carcelero para que el pariente del prisionero pagara la fianza. Inmigración tenía que estar físicamente presente para poder hacer los trámites de un prisionero para la deportación. El carcelero, a su vez, retrasaba el proceso de papeleo de la fianza tanto como fuera posible con la esperanza de ganar tiempo hasta que llegara Inmigración. Después de pagar la fianza, Richardson se dirigiría, tan rápido como posible, con el cliente y sus familiares a su oficina directamente en frente de la cárcel, apagaba las luces, y así evadía los agentes de Inmigración. También recuerda a un oficial de Inmigración mintió sobre su capacidad de hablar español y tuvo que denunciarlo al estado. Richardson afirma que nunca tuvo interacciones muy positivas con Inmigración durante su práctica. Al describir la comunidad latina del condado de Yamhill, Richardson dice que sus interacciones han sido abrumadoramente positivas. Ella cree que la gente es amable, agradable, honesta, y se cuidan unos a otros. Richardson recuerda que siempre pagaron sus honorarios por su asistencia legal. De sus planes para el futuro, Richardson dice que continuará jubilada; cual empezó alrededor del 2011. Ella continuará siendo voluntaria para el programa de lectura SMART en la escuela primaria en Dayton, en la que ayuda a los estudiantes de kindergarten y primer grado a aprender a leer y hablar el inglés, un puesto en el cual ella puede usar su español a menudo. Además, continuará siendo voluntaria en el Habitat Restore en la calle Segunda en McMinnville, otro puesto en cual puede utilizar su español con frecuencia. Continuará siendo voluntaria para el proyecto Nuestras Voces y/o para otros proyectos que la hagan sentir que puede ayudar. La entrevistadora pregunta si Richardson quiere mencionar algo más acerca de sus interacciones con la comunidad latina en el condado de Yamhill. Richardson habla de los momentos en que sus clientes fueron arrestados por “manejar mientras era hispano.” La policía paraba a hombres hispanos durante su tiempo inicial aquí en Oregón y les exigían ver la licencia de conducir o preguntaban cuando era la última vez que habían consumido bebidas alcohólicas. A menudo, el oficial admitió que el hombre hispano no estaba manejando para violar los límites de velocidad, no estaba manejando lentamente para obstruir el tráfico, sino que detuvo al individuo porque no reconocía el automóvil.  Richardson recuerda que el juez a menudo cerraba el caso. Por último, Richardson menciona un lema que aprendió de un cliente: “Para cada madrugador, uno que no duerma.” Richardson se esfuerza por ser la una que no duerme.

Extent: 00:30:22 (video)
Language: inglés / English
Item 15: Laura López, el 18 de octubre del 2016 / October 18, 2016 Add to Shelf
La entrevista (video) / the interview (audio) está disponible en el internet / is available online.
Extent: 00:34:23 (video)
Language: inglés / English